Mi inevitable destino. (Calum Hood&tú) |MDET2|

54. "You complete me"

A diferencia del de Ariana, mi vestido es todo al cuerpo y es horrible, porque ni siquiera tengo una linda silueta, lo único que conseguiré es verme como un paté o quizás como un palo, depende.

—Sí. —responde ella frustrada—, pero al maniquí no se le veía tan mal.

Me detengo y la miro con desaprobación. Me acerco a ella lentamente mientras se mira en el espejo y no puedo evitar sentirme como su madre. Qué raro.

—Sabes lo sincera que soy, ¿Verdad? —le pregunto haciendo que ella asienta—. Bien, porque te ves muy linda, en serio me gusta mucho.

—¿Tú crees? —me pregunta esperanzada y yo asiento para continuar con mi terrible idea.

Miro el vestido con desaprobación, ni siquiera noto que ella me está mirando, hasta que me habla—: ¿Te ayudo?

—Te lo agradecería montones.

Ariana se encarga de decirme que no me queda mal como yo pienso, que quizás no tenga la figura para rellenarlo, pero que me veo linda y que el negro me favorece. Que chica me busqué de amiga...

Le arreglo el cabello y decido dejarlo en forma de trenza baja. La maquillo, intentando hacer mi mayor esfuerzo. Chloe nos ha enseñado mucho por Skype, hasta puedo decir que quizás he pasado la prueba o lo intento por Ariana. En cuanto a mí, solo me trenzo el cabello hacia un lado en forma de la trenza espiga.

—Bien, estamos listas. —digo mirándonos en el espejo.

—¿A dónde me llevas? —me pregunta dudosa.

—Ya verás.

Salimos rápido del apartamento y tomamos un colectivo que nos deja fuera del departamento de Curtis. Una vez que le doy la dirección en un papel al señor, me volteó hacia mi amiga.

—Deberás ponerte esto. —le digo mostrando la venda.

—¿Estás loca? —me pregunta sorprendida.

—Ya sabes la respuesta. —le digo encogiéndome de hombros.

De mala gana susurra un "de acuerdo" y me deja vendarla. Todo ha salido como había querido, bueno, excepto por lo de quedarme dormida, pero estoy segura que saldrá todo bien.

Llegamos y me encargo de sacar a mi amiga con cuidado, pero de igual manera termina golpeándose la cabeza y tropezando de manera que casi nos caemos las dos. Reímos fuerte, así que supongo que saben que estamos casi aquí, puedo apostar que todas las torres lo saben.

—Me estás asustando, ______ (Tn). —me dice cuando estoy a punto de abrir la puerta.

—¿Asustada, ángel?

—Muy graciosa. —suelta ella.

Antes de que pueda decir cualquier otra cosa le quito la venda y todos gritan: "¡Feliz cumpleaños!". Ariana parece tan sorprendida que no dice nada, solo sonríe nerviosamente.

—¡Que empiece la fiesta! —grito haciendo que Alaska le dé play a la música.

Narra Ariana

¿Qué voy a decir? ¿Me sorprendieron? Si. ¿Me lo esperaba? No. ¿Estoy nerviosa? Totalmente.

—¡Feliz cumpleaños, mona fea!

Ay, Ian, como no reconocerte.

—¡Estas en el club de los grandes! —me abraza con tanta efusividad que recuerdo cuanto lo he extrañado y lo mal que me siento de que sigan peleados.

—¡Ariana!

Curtis corre y me abraza por la cintura para girarme y no me molesta. Soy muy quisquillosa sobre quien me toca con tanta confianza, pero él ha sido nuestro amigo y, aunque sea poco tiempo, se ha comportado como uno de los pocos que están pase lo que pase.

—¡Estás tan grande! —exclama soltándome para luego mirarme—. ¡Y muy guapa! Feliz cumpleaños, hermosa.

Mi amiga es llamada por Alaska, quien parece ser la organizadora de todo y Curtis desaparece en otra dirección —también parece ayudando—, pero no me quedo por mucho rato sola.

—Sabía que te quedaría bien.

Sonrío encantada de que alguien me cambie el tema del famoso cumpleaños, aunque no creo que mis mejillas estén muy agradecidas.

—Eso creo. —digo encogiéndome de hombros.

Adrián se queda mirándome por un rato antes de decirme—: Me alegra que hayamos quedado en lo que hayamos quedado.

—Yo también. —reconozco riendo.

Miro hacia los lados y parece que han montado una fiesta. Es grande, muy grande, están casi todos los de la facultado o al menos los de nuestras clases. No es grande tipo "proyecto X", pero no es un tipo cumpleaños al que estoy acostumbrada.

A lo lejos me saluda Mason y yo le sonrío de vuelta. Muchos me saludan con la mirada y otro cuantos nos interrumpen, aunque ni siquiera estamos hablando. Curtis llega con un vaso de bebida y le sonrío cómplice al recordar su advertencia.

Estoy concentrada en la multitud cuando llega mi amiga.

—Mi regalo está en la habitación, ¿me acompañas?

Yo asiento agradecida de que haya aparecido de nuevo. La verdad es que me ha gustado la fiesta que han montado, es como una de las fiestas que siempre he querido tener.

Me tira de la mano y en el camino me saludan más personas, yo les sonrío a todas, tanto que creo que me quedaré sonriendo para siempre.

La habitación de Curtis está a oscuras y eso me impacienta un poco, por lo que me acerco al interruptor de la luz.

—No. —me advierte mi amiga—. No queremos atraer a intrusos. Acércate al balcón.

Una de las cosas que me gusta del departamento de Curtis es su hermoso balcón. Nuestro presupuesto no era tal amplio.

Camino hacia el balcón y desde afuera unas manos me tiran. Aterrorizada lo encaro para encontrarme con unos dulces ojos claros.

—Viniste. —susurro sin apartar nuestras miradas.

—No me lo perdería por nada del mundo, Ariana. —reconoce sin dejar de mirarme—. Tengo algo para ti.

Caminamos hacia el escritorio de Curtis y me percato de que mi amiga ya ha desaparecido. Le agradezco que me deje con Luke para aprovechar todo el tiempo que pueda. Lo extraño es que haya decidido invitar a tanta gente sabiendo que yo no me alejaré de su lado. Bueno, no es como si la fiesta no pudiera continuar sin mi.

—Toma.

Tomo un pequeño bolsito celeste con una cinta blanca. Lo abro y miro su contenido, es una caja de terciopelo del mismo tono que el bolso. Le sonrío antes de abrirla y él me sonríe de vuelta. Abro la cajita y hay una pulsera de plata dentro. La tomo entre mis pequeñas manos y la miro con delicadeza para encontrarme con un grabado en ella.

"You complete me"

—Luke... es hermosa. —le digo sin apartar los ojos de la pulsera—. Gracias.

Él me sonríe y luego agrega—: Póntela.

Me la pongo y él le ayuda a ajustarla.

—Espero que la lleves siempre. —me dice metiéndose las manos a los bolsillos—. Y que con eso puedas recordar que te quiero.

Mis ojos se levantan de la pulsera y lo miro directo a los ojos. ¿Estoy lista? Según ______ (Tn), no hay un momento adecuado, solo sale, solo nace.

—Yo también te quiero, Luke.