CAPÍTULO 7.

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Chicas, les dejo otros dos capítulos, me voy de vacaciones y aún no sé qué día regresaré.


CANDY

Realmente el aire del caribe mexicano, es cosa de otro mundo. Te puede transportar a otra dimensión, el lugar es exótico y te brinda paz y tranquilidad, una combinación perfecta para olvidar algunas cosas.

Como la vergüenza que pasé en el avión. ¡Dios, que gran bochorno! Y luego el idiota de Archie, con sus bromas tan fuera de lugar, {Vaya, tú no pierdes el tiempo hermanita} me dieron ganas de quitarle su risita burlona de un puñetazo.

Sí, me apena decirlo pero, me quedé dormida durante el vuelo. Eso no tiene nada de malo, después de todo soy humana. Lo malo fue el hecho que me desperté, y me di cuenta que tenía mi brazo, ¡en la cintura de Albert! Prácticamente lo estaba abrazando, y aunque no lo crean, No. Lo. Hice. A. Propósito. Fue algo inconsciente, pero creo que nadie me creyó. Al menos Albert se portó de lo más caballeroso, y me dijo que no me preocupara, aunque no pudo ocultar su sonrisa, lo que no pude entender era si se estaba riendo de mí y mis arranques abrasivos, o era una risa condescendiente, o sonreía porque le había gustado. Porque a mí me gustó, de hecho se siente muy bien dormir sobre su pecho, es cálido y además huele muy bien. ¿Soy una tonta? Sí. ¿Me gustaría volverlo a hacer? Claro. Pero primero le preguntaría a Stear cómo lo convenció de venir. No debió haber sido nada fácil.

-¿Candy?- le habló Stear aproximándose hasta ella- ¿Qué haces aquí?

-Nada, solo observando la maravillosa vista. Es que me siento de verdad apenada por lo del avión-

-No te preocupes ya le dije a Archie que olvide el tema, y más le vale que lo haga o se las verá conmigo. Además a Albert, no le molestó, así que no te preocupes-

-Sí, como no. Sabes creo que Albert puede ser lo suficientemente educado para decirme que fui una sinvergüenza, por cierto, ¿cómo lo convenciste de venir?

-Fue más fácil de lo que creí. Bueno al principio, cuando le dije que no se preocupara por los costos me mando a freír espárragos. Pero cuando le explique las razones y del por qué le pedía semejante cosa, cambio de idea. La verdad nunca pensé que Albert fuera tan...-se rascó la cabeza, tratando de encontrar la palabra para describirlo.

-¿Tan...?- preguntó Candy.

-Se podría decir hasta cierto punto tan... sentimental. –Candy lo miró confundida. Esperando una explicación.

-Es que cuando le dije que me gustaría que nos acompañara en un viaje que pensábamos hacer al día siguiente, él pensó que sería como tú chofer. Pero cuando le dije a donde sería, en el lugar que nos hospedaríamos y que los gastos corrían por mi cuenta, me dijo que lo mejor sería que contratáramos a alguien más aquí. Así que enseguida le expliqué la verdadera razón de mi viaje, le hablé de mi amor por Patty, que nos casaríamos sin avisarle a ninguno de nuestros padres y que, dado que solo serían Archie, Annie y tú, necesitaba, con urgencia, que él viniera pues podría ser el otro testigo que necesitaríamos, y que para ser sincero confiaba en él. La verdad es que, sé que podría pedirle a cualquier persona eso Candy, pero no quiero que nuestra boda se limite a gente extraña. Quiero a gente conocida y en la que confío.-

-¿Y él aceptó después de eso?-

-¿Puedes creerlo? Me dijo que siendo así, me ayudaría. Y en seguida me preguntó que a qué hora salíamos-

-No puedo creerlo. Sí que es sentimental.- E inevitablemente la chica soltó un profundo suspiro, esa parte de la personalidad de Albert hacia que le atrajera más. Stear la sacó de sus pensamientos.

Del Brazo Y Por La Calle.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora