Parte 6.

195 19 2
                                    

Echar de menos no es solo extrañar a una persona.

Echar de menos es cuando sigues sintiendo lo mismo que sentías antes estando con esa persona, pero con la diferencia de que él ya no está. Sentir un pinchazo en el pecho cada vez que piensas en él, notar como todo se revuelve dentro de ti cuando recuerdas todo lo pasado juntos, que se te quite el hambre al recordar que lo has perdido y sobretodo echar de menos es saber que por mucho que quieras no vas a volver a tenerle.

Ella le perdió. Por decisión propia. Decidió que sufría tanto a su lado que quizás alejarse de él era la mejor opción.

Pero se dio cuenta que aunque tenerlo a su lado la mataba, cuando lo tenía lejos se moría. Jamás pensó que alguien pudiera hacerle sentir tantísimo como él lo estaba haciendo. Le dejó ir pensando que era la mejor opción pero no sabía que alejar lo que realmente quieres en tu vida nunca es la mejor solución, que tienes que alejar lo que es tóxico, pero no lo que es bueno. Y es que aunque ella no se diera cuenta, él había cambiado muchas cosas de su vida a mejor.

Ella era más valiente a su lado, más sinvergüenza, pero sobretodo era mejor persona. Aunque él pensase que solo era una mala influencia para ella.

Cuando ella se arrepintió de haberse alejado de él era demasiado tarde, porque él había tomado la situación como una oportunidad de no dañarla. Por que era lo último que quería hacer, porque prefería alejarse, aunque no fuera lo que quería, a estar a su lado haciéndole daño.

Como era obvio eso a ella no le sentó bien, pero sabía que no podía hacer mucho más. Sabía que seguir luchando por un amor que no llegaría a ser nada no le convenía. Y aunque se había enamorado de él de la manera más feroz que existe, a veces tenemos que dejar lo que más queremos que se vaya así como ha venido.

Él apareció en su vida sin haberlo pedido, cuando ella pensaba que no podía amar por el daño que le habían hecho y entonces amó tanto como su cuerpo lo permitió. Pero lo bueno nunca dura y sus ilusiones cayeron en picado mientras veía como él se alejaba.

Quizás en un universo paralelo él la quería tanto como ella, quizás él se preocupaba por ella tanto como ella por él o incluso él haría todo lo que pudiera por verla feliz. Pero en este mundo no era así.

Con sonrisas falsas, saber estar y resignándose a dejar las lagrimas para la hora de dormir y la falsa alegría para enseñársela a la gente y no tener que dar explicaciones, ella se fue por su camino mirando hacia atrás a cada paso pensando que en algún momento él volvería; y él se fue por otro camino pensando que así no la dañaría.

Y es verdad lo que ella pensaba, la persona que puede hacerte fuerte también es la que te puede derrumbar de un momento a otro.

Que por mucho que su cabeza quería odiarle no hacía más que quererle.

Y asía acabó todo.

Ni todos los finales son felices ni todos los amantes comen perdices.

Te quiero, pero, te odioWhere stories live. Discover now