Weakness© | Z.M.

Capítulo 8. «Dedicatoria».

Dedicatorias:

@gime_moore

@BMarie-l

¡Las amo!

Peguntó el chico, aunque la respuesta era más que obvia.

-S-sí, hola... -¿qué mierda le pasaba? El no tartamudeaba, nunca.

Escondió rápidamente el libro tras de su espalda, haciéndo que Liam se pusiera de puntillas, intentando ver.

-¿Qué tienes ahí?

-Cierra los ojos -pidió el moreno.

-¿Qué? ¡no! ¿por qué debería confiar en ti? -se negó de inmediato.

El moreno rodó los ojos fastidiado.

-Estoy intentando hacer las cosas bien, así que cierra los putos ojos y callate.

Liam giró su cuerpo, encontrándose con Louis y Harry. Louis rodeaba sus hombros, sonriendo, igual que Harry, quien asintió, dándole a entender que le hiciera caso a Zayn.

Liam hizo un pequeño puchero y volvió se volvió hacia Zayn, cerrando los ojos.

El moreno se tomó un tiempo para admirar al ojimiel, quien estaba con los ojos cerrados, demasiado tenso. Era lindo, pero nunca lo admitiría.

Sacó lentamente el libro de detrás de su espalda, poniéndolo frente a Liam.

-Abrelos, Liam.

Liam abrió poco a poco los ojos, encontrándose algo forrado con papel de regalo.

-¿Esto es para mi? -preguntó, con los labios entreabiertos, mirando con intriga el regalo.

-No, para Harry -ironizó-, sí, Liam, es para ti.

Liam tomó el regalo, rozando sus dedos, haciendo que algo extraño se instalará en sus cuerpos, pero ambos lo ignoraron.

Harry y Louis se pusieron verticalmente a ellos, para poder ver la reacción de Liam. Harry suspiró.

-¿Qué pasa? -preguntó el ojiazul preocupado en su oído.

-Nada, no es nada... -susurró.

Liam abrió poco a poco el regalo, y sus ojos se iluminaron al ver el libro que quería desde hace tanto tiempo pero que no había podido comprar.

Zayn miró maravillado como Liam miraba aquel libro, como si fuera el mayor tesoro del mundo.

Liam levantó la mirada, encontrándose con la de Zayn. Abrazó a el libro contra su pecho, emocionado.

-Gracias, Zayn, gracias, gracias -agradeció Liam, acercándose al moreno y dejando un beso en su mejilla.

Zayn quería quejarse, pero no iba a cagar el momento. Otra vez.

-De nada, Liam, yo... Espero que me perdones, se que fui un idiota contigo y... -balbuceo.

-Zayn, zayn -lo paró Liam-, está bien, te perdono, pero no creas que olvidó... Eso.

El moreno asintió y sonrió. No había visto la dedicatoria, pero no se lo diría, ya la descubriría.

-Me voy -se despidió.

-¿Ya? -intervino Louis-, ahora ibamos a ir a casa de los chicos, ven con nosotros.

-No, ya ya hice lo que debía hacer.

-Vamos, Zayn, quédate -pidió Liam con una sonrisa tierna-, lo pasaremos bien.

El moreno lo miró unos segundos más, y también miró su sonrisa. Suspiró derrotado.