INDECISIÓN

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Les dejo foto de Rose.

James tenía ya más de diez horas, inconsciente, la fiebre cedió al fin, se le habían hecho tres transfusiones, al menos sus mejillas vislumbran un rosa pálido, señal que está mejorando.

He permanecido sentada junto a él, cuidándolo, es extraño sentir esta conexión entre ambos, casi no lo conozco, Drag tiene razón, con él he compartido más cosas, pero no puedo explicar lo que siento por James.

Me levanto adolorida de estar en la misma posición, Rose se ofreció a cambiar conmigo para que yo pudiera descansar un poco, pero no lo permití, la verdad no me apetecía separarme de su lado. No he visto a Drag desde que llegamos, ni siquiera ha venido a preguntar cómo sigue James, pero cómo culparlo por eso, si ahora entrara y me confesara que Aranella es su alma gemela, me cortaría las venas sin pensarlo.

He sido tan egoísta, sólo he pensado en mí y no en lo que él pueda estar sintiendo. Me siento como la villana de la historia, muchos no comprenden mi actitud, pero ellos no se encuentran en mi situación, que no se atrevan a juzgarme, mis sentimientos son un lío.

Rose ingresa con el desayuno, pero no tengo apetito, coloca la bandeja sobre la mesita de noche.

-¿Cómo sigue? –Me pregunta mirándolo con cierta ternura. Se ha esmerado mucho en ayudarme en cuidarlo, esta chica es una dulzura. Recuerdo la promesa que le hice, pero creo que ese asunto deberá esperar.

-Mejor, al menos ya duerme tranquilo, pero quisiera que despertara. –Le contesto con la vista perdida hacia afuera.

-Lo hará señora, él es joven y fuerte, sé que en cualquier momento nos sorprenderá.

-Gracias Rose, por todas tus atenciones, perdona que no he podio conversar con Drag sobre lo tuyo.

-No importa, ya habrá tiempo para eso. –Me sonríe.

Rose es hermosa, jovial, dulce, espero que encuentre a esa persona que la sepa valorar y que Draggon la convierta como tanto añora. Al pensar en eso, una punzada de celos me invade, porque si lo hiciera, ella estaría unida a él indirectamente como su creación. Quizás pueda hablar con Thompson, convencerlo para que él lo haga, como lo hice con Brad. Otra vez siendo egoísta Annia, escúchate a ti misma, debería avergonzarme de mis propios pensamientos.

-Rose ¿Te puedes quedar con él? Quiero ir a hablar con Drag ¿Está en casa?

-No señorita, está en el Palacio Municipal.

-Entiendo. ¿Thompson se encuentra?

Al mencionar su nombre, las mejillas de Rose se tiñen de rojo.

-¿Te gusta Thom? –No puedo evitar preguntar.

-Oh no señorita, ¿Qué le hace pensar eso? –Responde nerviosa.

-No lo sé, tu comportamiento cuando se trata de él.

-Yo... –No sabe cómo continuar.

-Está bien, no pasa nada, es atractivo, y tiene su encanto, pero ten cuidado, primero averigua que siente él por ti, antes de ilusionarte más ¿De acuerdo?

-Sí señora, gracias.

Me dirijo a mi habitación sin tocar mi desayuno, me ducho y me cambio rápidamente, la primavera está asomándose y las lluvias riegan los alrededores, llevándose los últimos rescoldos de la nieve y por ende, del invierno. Bajo buscando a Thompson y lo encuentro afuera hablando con Royner.

-Annia, que gusto verla, casi olvidaba cómo era usted. –Me dijo en tono burlón.

-Y yo eche de menos tu negro sentido del humor. –Lo sorprendo con un abrazo.

El Rey Vampiro (Editada)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora