UN NUEVO PROFESOR

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Estas semanas han sido algo monótonas, mi padre habla por teléfono una o tres veces por semana. En esta última llamada, me dijeron que me tenían asignado un profesor para equitación y tenis, llegara para la tarde... lo bueno es que ya viene Diciembre, fiestas navideñas y mi cumpleaños...
Axel no se ha parecido por la mansión, me pregunto si ya se enfadó de venir y estar aguantando mis caprichos.

Noviembre paso sin procedentes, a cada rato libre me la pasaba con Jared, pero con Kevin o Nat cerca no había podido entablar una conversación seria como la que dejamos empezada en su habitación el día en que llego, y había estado tan cansado que tampoco había salido de mi habitación a media noche. Tampoco se en que momento la presencia de Nat dejó de molestarme, o cualquiera de los presentes, inclusive quería encontrarme con algún Priest, y creo que aún le debo una disculpa a Gilbert, el jardinero.

Agarré el teléfono de la entrada principal, en el cajón estaba mi directorio, en la A, solo tenía a Axel... pero no ocupe agarrarlo, ya que me lo había aprendido un par de años atrás.

-Buenas tardes, se encuentra Axel?, sí. Kieran...gracias - espere un poco, al parecer estaba adormilado
-Axel, sí, soy Kieran... emm, sólo quería saber cómo estas... ah! No hay problema, que bueno que saliste bien en la escuela, llámame en cuando puedas, espero nos podamos ver, de acuerdo...nos vemos-
Bueno, falta un par de horas para que llegue el nuevo profesor, iré a ver que están haciendo los demás de ésta casa.

Fui a la habitación de Jared casi en automático, al tocar la puerta, me alegre de que si estuviera, se encontraba leyendo en la cama tipo de psicólogo, fui y me senté a su lado asomándome que libro leía, pero apenas si pude ver el color de la pasta negro con letras doradas cuando lo cerro y lo puso por un lado.

- ¿A qué se debe el honor de tu visita? - se levanta guardando el libro en la parte superior de un librero y se sentó en la esquina de su cama viéndome.

- Bueno, pues solo quería verte y platicar

- que no hemos platicado todos los días - sonríe quitándose sus lentes de lectura y dejándoles en el tocador.

- sí, pero quería preguntarte algunas cosas, Jared, ¿hice mal en venir? - Me levante pensando que era mejor retirarme y hablar en otro momento.

- claro que no, Kieran. ¿No te he dicho que es un honor tu presencia? - dijo esto al mismo tiempo que se levantó y abrió la ventana - vamos a tomar aire fresco, ven - espero a que cruzara por la ventana para después cerrarla detrás de él dejando las cortinas cerradas, así nadie nos vería aunque entraran a la habitación de Jared, me senté en el sillón columpio, Jared se sentó a mi lado pasando su brazo sobre mis hombros
- Dime que es lo que te inquieta - me recargué en su pecho y me sorprendido lo sereno que esta, Kevin siempre le latía demasiado rápido el corazón cuando me recargaba en él. Cerré un momento los ojos, su ritmo cardiaco me hacía tranquilizar de tal modo que junto con el viento, me podría dormir hasta el día siguiente... sentí como Jared acariciaba un poco mis cabellos de una manera protectora.

-Jared, hace días me mencionabas, que hay cosas que no se sobre mi padre, o que muchas veces las personas no aparentan ser lo que realmente son... esto puede suceder incluso en las familias... ¿Jared? - lo veo, pero su rostro es igual de indiferente a las emociones, me separo un poco más de él, y se levanta sentándose en una de las sillas quedando frente a mí.

- Kieran - Observo un momento a Jared, sus ojos son intensos sé que sabe más de lo que aparenta saber, por más que lo veo, es casi idéntico a mi padre. Jared se acerca un poco más a mí - eres fácil de leer, hermano - se recarga y ve el cielo, las nubes empiezan a tupir el cielo - lástima que solo lo eres en un 50 por ciento - dijo en un susurro.

ISLA KUROWSKIDonde viven las historias. Descúbrelo ahora