¿Es una cita?

920 79 33
                                    

Se despertó con un terrible sentimiento de pérdida.
No tenía ni idea el por qué, pero ese sentimiento de que te ahoges por dentro, no es nada bonito.
Miró a su celular, como esperando que este se prendiera mágicamente al mirarlo.
Se secó el sudor de la frente y soltó un suspiro.
Tomó el celular entre sus manos y sin querer tiró del cargador, sacándolo del enchufe.

-Genial...-susurró rodando los ojos.
Prendió el aparato ese, dejándo ver de fondo de pantalla en el bloqueo, una foto de él junto a Mangle y Toy Chica.
Desbloqueó el celular con su típica contraseña de una "B" y ahora sonrió.
En el fondo de pantalla, se encontraba una foto de él junto con Bonnie, su mejor amigo, bueno, algo así.
Miró la hora en su teléfono y suspiró.
Eran las 3 de la mañana, aún quedaba mucho para ir al Instituto.
Pensó en hacer una locura, y tras minutos discutiendo con su cabeza, decidió hacerla.

Marcó un número y esperó a que contestaran.

-¿Hola?-Al otro lado de la línea se escuchaba una voz cansada, como si recién hubiera despertado.

-¿Bonnie?¿te he despertado?¡perdón!

-Tranquilo, de todos modos no podía dormir-mintió, era obvio que no le gustaba que su amigo se preocupara por una tontería.

-menos mal-suspiró el peliazul algo más tranquilo.

-¿y bien?¿qué ha pasado?

-he tenido una pesadilla...-el chico de la otra línea se sorprendió y sonrió con ternura, ¿enserio él lo había llamado por eso?, era simplemente algo demasiado tierno.

-¿y estás bien?-le preguntó.

-sí, supongo-se acomodó en su cama antes de volver a hablar-¿puedo..preguntarte algo?

-Claro, lo que sea.

-¿Podemos vernos mañana en el Instituto a la salida?no sé, para hablar y ir a comer helados.

-¡Sí!-el chico se pauso-osea, me parece una exelente idea señor Bon-ambos rieron por el comentario.

(...)

-demonios-susurró el peliazul algo cansado, al llegar a la puerta, puso sus manos sobre sus rodillas y empezó a respirar agitadamente.

Abrió la puerta y se encontró con la mirada de todos.

-Señorito Bon-le llamó la maestra, como ya era costumbre, decirle señoritos a los chicos y caballeras a las chicas, irónico, pues era profesora de Lenguaje y Literatura, en fin, volteó a ver su reloj y le dió unos pequeños golpecitos con su dedo-Me parece que llega tarde.

-Está en lo cierto-respondió él, la verdad es que a esta señora no le gustaba que le respondieran de mala manera.

Ella sonrió-está bien, tome asiento al lado de su compañera Toy Chica y empieze a escribir apuntes-en sí, la señora era bastante maternal cuando se lo proponía, y es por eso que a Bon le caía bien.
Por así decirlo.

-¿qué te pasó?no me digas que por tener sueños sucios con Bonnie te atrasaste ¿verdad?-el chico miró a su amiga y abrió los ojos como platos, mientras que Mangle sólo sonrió-te digo, yo te apoyaría al cien por ciento ¡Viva el yaoi!-gritó susurrando, si eso es posible.
El chico se golpeo la cara mentalmente.

-no, no fue eso...pero tiene que ver con él.

-uuuh-susurró la albina sonriendo.

-¡cuenta!-le dijo la rubia.

-me quedé hablando con Bonnie hasta las 5 de la mañana-les explicó, giró su cabeza hacia donde se supone que se sienta Bonnie, él se encontraba casi dormido encima de la mesa.

-no es verdad...-la rubia pegó un mini chillido de la emoción mientras que la Albina sonrió nuevamente y miró a su amigo.

-sin duda, estás enamorado Bon-le dijo Mangle y se volteó a ver a la profesora, ya que estaba sentada adelante de ellos.

-no te preocupes, la tía Toy Chica te ayudará con todo-el chico rió bajo.

-¿"la tía Toy Chica"?eres una genia-hizo comillas con sus dedos.

El tiempo paso rápido para Bon, dicen que si te diviertes las horas pasan corriendo, pues él se divertía mirado a Bonnie y sus muecas perfectas.

Cuando tocaron el timbre de salida de clases recordó la supiesta cita con Bonnie y se fue corriendo a la salida.

Se ordenó la ropa y un poco el cabello, y esperó.

-¿nos vamos "Señorito Bon"?-rió el pelimorado mientras caminaba hasta llegar a su lado.

-Claro, "Joven Bonnie"-ambos ríeron para después empezar a caminar en dirección al parque.

Se sentaron en unas bancas y conversaron de cosas variadas, entre medio los chistes malos, las indirectas por parte de Bon, las anécdotas chistosas, no faltaron.

-¿Quieres ir por helado?-le preguntó Bon-yo invito.

-oh, claro-sonrió él, su sonrisa era como un manjar para deleitar con los ojos, obviamente para Bon.

Pidieron helados y se fueron caminando mientras los comían.

Bon se dió cuenta de que Bonnie escondía algo.

Hilos de color Sangre #PremiosFNAFHS[PAUSADA]Where stories live. Discover now