Los chicos comenzaban a sentirse excitados, su ambiente se tornaba caliente. Ellos comenzaban a sudar un poco, aunque la temperatura de la sala fuese de quince grados. Sus miembros comenzaban a tornarse duros.

—Joder, Rose— exclama la rubia y la castaña se separa de ella— ¿qué haces?— pregunta confundida y la castaña camina hacia su mesa de noche.

—Pues ya que eres muy ruidosa, tendré que tomar medidas extremas— comenta y saca una pañoleta de el cajón. La rubia se acerca a ella y la castaña se la coloca en forma de mordaza. Entonces vuelven a su posición anterior— Dios, estás tan mojada— ríe y la rubia traga saliva. Rose acerca su rostro a la vagina de Amber y lame su clítoris lentamente, causando que la rubia encorve su espalda y solloce. Por al rededor de cinco minutos todo sigue igual, hasta de la castaña decide introducir uno de sus dedos en la rubia. La rubia trata de chillar pero la tela no se lo permitía— ¿te gusta?— pregunta al castaña y la rubia asiente, ella comienza a acariciar sus senos mientras la castaña hacia su trabajo. Entonces la castaña introduce otro de sus dedos en la rubia y esta encorva su espalda aún más.

—Chicos, creo que no puedo seguirlo viendo. Mi pantalón está a punto de explotar— comenta Harry y todos asienten. Pausan el video y todos podían ver como sus miembros estaban erectos.

—Necesito una paja— comenta Louis y se levanta.

—¿Qué hay si le llamamos a Ashley y sus amigas? Quizás ellas no ayuden con nuestro problema— comenta Niall y Harry hace una mueca.

—Oh que tal si contratamos a cuatro putas, para que hagan lo que nosotros queramos— comenta el ruloso y todos fruncen el ceño— imagínenlo, podemos follarlas por donde queramos, nos harán mamadas si queremos, usaran lo que les digamos. Literalmente serán nuestras muñecas— todos comienzan a pensarlo— mi hermano solía ir a un burdel que está a diez minutos de aquí. Dice que tienen las mejores chicas de Londres, de catorce a cuarenta y cinco— comenta y Louis se acerca a ellos.

—Yo estoy dentro, en serio necesito una mamada ya— comenta y acaricia levemente su bulto. Liam y Niall se miran entre ellos y se encogen en hombros, entonces Harry sonríe. Todos se introducen en el auto de Louis y Harry comienza a indicarle los lugares donde debía de dar vuelta y seguir, hasta llegar a una casa gigante y elegante— ¿esto es un burdel?— pregunta confundido y Harry asiente. Todos bajan del auto y Harry toca el timbre.

—Contraseña— se escucha una voz femenina decir por medio de una bocina, entonces todos miran a Harry, el cual rueda los ojos.

Pure Pleasure— murmura y las puertas se abren. Los cuatro adolescentes se adentran al elegante patio delantero— lo único que sé es que no es tan barato— comenta Harry y entonces los cuatro se adentran a la casa. Música relajante y sexy sonaba de fondo, se comenzaron a escuchar pasos del lado derecho, entonces una puerta se abre, mostrando a una señora de alrededor de cuarenta y cinco con un vestido hasta las rodillas que se adhería en su cuerpo.

—Bienvenidos a la casa de Jean— murmura con una sonrisa en su rostro— ¿qué tipo de chica deseaban?— pregunta sonriendo de lado y todos tragan saliva.

Era en ese momento donde se estaban arrepintiendo.

Harry bufa y murmura: muéstranos a las menos utilizadas, entre dieciséis y diecinueve.

—Decidido, ¿huh?— pregunta y le guiña un ojo, entonces toma su teléfono y marca un número— Robbie, la sección diecisiete, por favor— susurra y Louis comenzaba a sentir dolor en su entrepierna.

five hours «one direction» one shootWhere stories live. Discover now