Capítulo 16: Paz Armada

1.2K 107 6
                                    

Karrie

Jenna vuelve a hacer la misma mueca, como si le doliese a ella el peso de mis cicatrices. Frunce los labios y aprieta el entrecejo, examinando la pantalla con los ojos muy abiertos, desesperados.

-Dios, Karrie- dice después de un rato -Cariño, dios. ¿Cómo te sientes? ¿Quieres que vaya a casa? Puedo ir a casa a visitar, cariño. No, dios, no puedo creerlo. ¿Papá detuvo a los asaltantes? ¿Ya hay alguna pista? Karrie, señor dios, no puedo creer. ¡Mira como dejaron tu rostro!-

Suspiro. He escuchado tantas veces la palabra "dios" el día de hoy, que estoy temiendo que se me aparezca de la nada y me llene de culpa por todas mis mentiras y las cosas ilegales que he hecho. Porque no soy muy religiosa, pero estoy segura de ya haber roto ocho de los diez mandamientos, y me he pasado por alto todos los pecados capitales.

-Estoy bien, Jenna- la tranquilizo -No es necesario que vengas. No quiero que vengas. Estás bien allá, ¿vale? Todo está en orden aquí-

Jenna asiente, pero sé que no me cree. Tras sus pupilas marrones veo aflorar la desconfianza. Esa misma mirada que me daba de niña cuando mentía sobre mis calificaciones o me escapaba para salir con mis amigos sin hacer la tarea. Esa mirada de madre.

-¿Dónde está papá?- inquiere.

Finjo un gesto de desinterés, para restarle importancia a mis palabras -Se fue de campamento con los chicos de la estación. Es la acampada anual-

-¡¿Está loco?!- exclama Jenna -¿Te dejó sola? ¿En ese estado?-

-Jenna calma- intento tranquilizarla -Está bien. John tenía ese compromiso desde antes. Ya estamos a puertas del invierno, no podrán ir a pescar después. No hay problema. La señora Marshall me ayuda con algunas cosas. Estoy completamente...- un sonido en las escaleras toma mi atención por un segundo, logrando que aparte mi mirada de la pantalla- ...bien-

-¿Qué sucede?- pregunta Jenna. Vuelvo mi atención completa a la pantalla.

-Tengo comida en la estufa ¿vale? Luego hablamos- le sonrío, intentando con todas mis fuerzas que crea la peor mentira que pude darle.

Sé que no lo hace. Sonríe torcido y suspira -Vale-

Bajo la pantalla de la laptop a mismo tiempo en que Jules aparece en el umbral de mi puerta. Tiene esa mirada calculadora de siempre y su mandíbula está apretada. Me recuerda a los momentos antes, cuando apenas nos conocíamos, cuando eramos solo dos personas que compartían sus momentos a ratos.

-¿No sabes tocar la puerta?-

Ignora mi pregunta -¿Cómo te sientes?-

Ruedo los ojos -No finjas que te importa-

Suspira y avanza hasta sentarse en mi pequeña mesita de noche. -En verdad me importas, Karrie. Y no hagas que me sienta culpable cuando yo te lo advertí. Te advertí como sería esto y tú seguiste queriendo correr el riesgo-

-A veces desearía que me hubieses disparado ese día en tu casa- le confieso. -Cuando llegué sin tu dinero. Una parte de mí estaba esperando que me mataras ese día. Aún lo espero a veces.-

Siento el calor de la habitación caer varios grados y me abrazo a mi misma. Jules solo me mira, con incredulidad, con desilusión. Sus ojos más negros que nunca están llenos de todo, y su expresión facial se mantiene rígida, con la mandíbula apretada y los labios juntos. La barba le ha crecido un par de centímetros y las ojeras se han intensificado. Es la figura de Dallas, la misma imagen. Está derrotado.

-Tú no me quieres, Jules, tienes que entenderlo- le susurro -Ahora lo entiendo-

Me levanto de la cama y avanzo hasta él, coloco mis manos en sus mejillas y lo obligo a mirarme. Lo obligo a levantar su mirada hacia mi rostro amoratado -Karrie, basta- me ruega, pero lo ignoro.

-Es verdad- le afirmo -Tú solo quieres esa parte de ti que yo sacaba a flote. Te gustaba sentirte mejor persona y a mí me gustaba sentirme querida, protegida. No nos queremos, Jules. Solo creemos necesitarnos. Pero no es así-

Siento mis ojos arder por las lágrimas. Jules se levanta, obligándome a dar un paso atrás. -Tú, Karrie Liane Colt, no vas a decirme que es lo que yo siento. Y puedo asegurarte que te amo-

Bajo la mirada, observo mis pies dentro de los calcetines de cebra -Sabes mi segundo nombre-

Jules hace un sonido, una mezcla entre un suspiro y una risa cansada. -Yo te conseguí tu licencia de conducir falsa, ¿recuerdas?-

Alzo la mirada hacia él, y las lágrimas no tardan en caer -Estaba mal escrito Cortland- le recuerdo, con una pequeña sonrisa amenazando con salir.

Desliza sus dedos por mi mejilla, casi sin tocarme, como un leve roce que envía electricidad por toda mi piel.  -Lo peor fue cuando nos detuvo la policía ese día en Indiana-

Se me escapa la sonrisa antes de que pueda detenerme -Estábamos teniendo sexo junto a la carretera- abrazo el recuerdo como un tesoro -Creí que le dirían a John, pero sobornaste a la poli y nos dejaron volver a casa-

Nos miramos en silencio, sonriendo. Trato de recordar la última vez que estuvimos juntos. Quiero recordar como lucía su rostro, como se sentía el mío. Trato con todas mis fuerzas de llegar a ese momento en mi memoria sin llorar, pero no lo logro. Y siento como todas mis palabras me golpean a la cara. Todas las mentiras que he dicho desde ese momento. Todo lo que he tenido que pasar.

-Mike va a pagar por esto- me asegura Jules, hablando bajo y profundo. Me rodea con sus brazos, mientras mi cuerpo es un bulto tembloroso contra su pecho -Cuando esto acabe nos largaremos de aquí, princesa. Nos iremos tan lejos que nadie podrá encontrarnos jamás, y volveremos a ser felices como antes-

Y quiero creerle. Enserio quiero creerle, con toda la fuerza de mi corazón quiero hacerlo. Pero sé que desde el momento en que ha dicho "princesa" todo lo demás ha sido solo un cuento. Y esta es la maldita vida real. Aquí no hay finales felices. Nadie salva tu trasero. En la vida real las personas como Mike Revenwood siempre ganan, nadie las detiene.

-¿Y si no lo logramos?- me atrevo a preguntar.

Jules me mira y veo en sus ojos dibujado el miedo -Lo haremos. Tú y yo-

-¿Y Jenna?- lo cuestiono -¿John? ¿Marina? ¿Qué te hace creer que Mike se va a detener con nosotros?. Acabará con cada persona importante en nuestras vidas, él acabará con todos. ¿Y Dallas? Crees que él te dejará ir contra Mike ¿enserio crees que no tratará de detenerte?-

Su mirada no se apaga como esperaba, en lugar de eso se enciende como un árbol de navidad. Y sé que viene detrás de esa seguridad.

-Te lo dije una vez, Karrie- me mira fijo, acunando sus mejillas en sus manos, con voz grave -Acabaré con quien sea necesario para estar contigo. Para que seamos felices. Incluso si esa persona es Mike, o mi propio hermano-

-Estás loco- razono.

Niega con la cabeza, sonriendo débilmente -Ya me quitaron todo una vez- dice y sé que habla de sus padres y su hermanita. De ese accidente de auto que me contó un millón de veces entre sueños. Cuando solo era un niño y asesinaron a la mitad de su familia. -Acabaron con todo lo que me hacía feliz, con todo lo que me unía a la tierra. No lo harán de nuevo. No voy a perderte.

-No lo hagas, no me pierdas- le susurro muy cerca de los labios.

-Voy a protegerte con mi vida- me asegura.

-Hazlo- vuelvo a susurrar.

-Y voy a amarte- susurra sonriente, rozando sus labios con los míos al hablar.

-Ámame entonces- lo desafío.




POLICIAS Y LADRONES [EN EDICIÓN]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora