¡Por Tu Bien! (NALU FanFic)

Prólogo

"Sí tienes que anularte o destruírte para que tu pareja este feliz, estás con la persona equivocada"

Walter Riso.

Enamorada completamente, así es como Lucy Heartfilia se sentía a sus 22 años.

Sus hermosos ojos chocolate se iluminaban cada vez que veía a su novio, Laxus Dreyar de 25 años de edad, ella simplemente lo miraba como lo mejor que le pudo haber pasado.

Llevaban un año saliendo, según ella todo iba de maravilla pero según él, debía darle otro giro a su vida y probar con mujeres más experimentadas.

Pero cómo le diría a la pequeña Lucy que en realidad había salido con ella por asuntos de negocios. El padre de Lucy tenía fuertes influencias alrededor del mundo; una cadena de hoteles lujosos muy bien consolidadas le ayudaba a Laxus a darse a conocer con gente realmente influyente.

Lucy estaba completamente loca por él. Ella prácticamente bailaba al compaz de él y eso era conveniente pero era muy... Dulce para su gusto. Aunque había gozado de su cuerpo un par de veces pero seguía siendo muy niña para él, incluso él la desvirgó.

Lucy sufría además de dismenorrea; lo que significa que cuando su periodo llegaba era muy, muy doloroso para ella y él no tenía nada de ganas de lidiar con una mujer enferma.

Lucy, también tenía el padre más protector del mundo. Jude Heartfilia había estado muy metido en su relación con ella. Tener que lidiar con un suegro así, ni en sueños.

Así que era hora de decir adiós a la dulce Lucy, de todos modos los contactos que consiguió a través de ella estaban asegurados, no la necesitaba más.

Ella emocionada un día recibió un mensaje de su novio para ir a cenar. Lucy tenía una idea para "sanar su enfermedad" y se lo quería proponer a Laxus.

Lucy: ¿Cómo me veo, papá?

Jude: Preciosa como siempre mi pequeña.

Le besa la frente y la abraza.

Jude: Pero no me hace gracia que sigas con ese tipo Lucy.

Lucy: ¡Papá no empezemos! Ya soy una mujer y puedo decidir con quién quiero estar; además, tu siempre serás el hombre de mi vida, no seas celoso.

Jude: Lucy... No son celos, es que ese tipo no me agrada. Mira has dejado de ir al orfanato por pasar con él, ya casí ni sales con tus amigas, no tocas el piano ¿no crees que si alguién realmente te ama te apoyaría con tus proyectos?

Lucy: Exageras papá, bueno me voy y digas lo que digas no me hará cambiar de opinión.

En el retaurante ubicado en el corazón de Londres, Laxus planeaba por fín deshacerse de Lucy. La vió entrar con un aire inocente al restaurante, ella usaba un vestido rosado que le llegaba hasta las rodilla y su cabello recogido con una coleta.

Lucy: ¡Corazón ahí estás!

Laxus sonrió casi obligado, en realidad ella lo irritaba mucho.

Laxus: ¡Sientate debemos hablar!
Lucy inmediatamente se sentó y antes de que él pudiera hablar, ella le dió una propuesta.

Lucy: Corazón, ya se cómo puedo sanarme de mi enfermedad... Estuve investigando y averigue que después de tener el primer hijo...

Fue interrumpida por un golpe en la mesa.

Laxus: ¿Un hijo? ¿acaso te has vuelto loca? No soporto a los niños y me sales que quieres que te de un hijo... ¿Acaso tu tratamiento no te funciona? ¡Estás loca!

Todos los comensales observaban la escena, aunque Lucy conocía el caracter de su novio, ella contuvo su ganas de llorar un poco más.

Lucy: Corazón no es para que te enojes... Solo era...

Laxus: ¿Qué no quieres que me enoje? Sabes una cosa, ya tiempo debí haber terminado esta relación que no nos esta llevando a nada.

Lucy se quedó sin palabras y su corazón se aceleró desmedidamente.

Laxus: Eres una niña de papí aún, todo tiene que ser de acuerdo cómo él diga las cosas. Eres una mujer de 22 años, Lucy y aún actúas como una niña.

Lucy dejó de contener las lágrimas.

Lucy: Pero... Yo he dejado mucho por tí ¿no te he demostrado lo suficiente, cómo para darte a entender que quiero estar contigo?

Laxus: ¡No! Lo siento Lucy pero esto no va a funcionar. Entiende que eres demasiado... No sé ni como decirlo... ¡Inmadura! Me voy...

Sín más palabras Laxus la dejó sola, ante la mirada atónita de todas las personas en el restaurante. Lucy limpiaba sus lágrimas con la servilleta de tela mientrás un mesero le ofrecía agua para calmarla.

El gerente del retaurante tuvo que llevarla a la oficina, llamó a su padre, él cual llegó como alma que se lo lleva al diablo.

Jude: Ya no llores amor, no vale la pena. Mañana mismo buscaré a ese tipo y haré que pague por la humillación que te hizo pasar.

Lucy: ¡Ni se te ocurra papá! Déjalo en paz... Él tiene razón debo de dejar de ser inmadura.

Jude: ¿¡Lucy!?

Desde ese día Lucy cambió radicalmente... Sí el quería una mujer madura, ella le demostraría que podía llegar a serlo, por él.