Capitulo 31: "Exploto."

Start from the beginning
                                    

- Esa malditas pastillas que me diste están dando efecto de nuevo.
- Eso es bueno, vas a poder dormir un poco mas. - algo que yo necesito.

- No, temo dormir no quiero que esas pesadillas regresen es horrible no podrías entender. - riñe.

Sé que está frustrada y yo siempre soy su saco de boxeo.

- Creeme te entiendo.
- ¿Qué?

- Algo pasa... entre nosotros, puedo sentir lo que sientes y casi puedo ver lo que ves. Puedo entenderte ¿Okay? 

- Lo... siento. - dice. - Estoy cansada y frustrada... - ¿En serio? Lo pienso pero no lo digo.

- No, discúlpame a mi, soy un imbécil.
- suspiro con cansancio. - Intenta dormir, lo necesitas. - recuerdo sus enormes ojeras.

- Pero...
- Te dejarán tranquila.

- ¿Lo prometes?
- Lo prometo. - miento.

Maldición, no dejo de mentirle...

Después de unos minutos creo que se ha quedado dormida. Así que intento dormir un poco.

Me pierdo en sus brazos y caigo en un sueño profundo.

************************************

Rae.

Su duro pecho sería el paraíso, si pudiera dormir. Cada vez que lo intento las imágenes llegan a mi.

La habitación sigue en tinieblas, es de madrugada. Al parecer Kyle si logró dormir. Hace frío y me acurruco mas a él cubriéndonos con mis sábanas.

* - Sabes quien soy. *

No, no sé. Esa chica no sale de mi cabeza. La veo en mis sueños pero no la reconozco.

Cabello negro como la noche, y ojos morados intensos. Su ropa está rota y sucia. Sigue en el calabozo, pidiendo mi ayuda, pero nunca logra decirme donde está. Ella no sabe que me mata, lo que no entiendo es ¿por qué me busca a mi? Podría contactar con alguien que podría ayudarla mas.

Sabes quien soy... SABES QUIEN SOY... ¡SABES QUIEN SOY!

No maldita sea, no sé...

Por mas que haga cabeza no la reconozco.

Debe estar confundida. ¡Pero sabe mi nombre!

Mis parpados pesan pero no logré dormir. Las bellas luces de la mañana se cuelan por las rendijas de las cortinas.

Kyle está profundamente dormido, y está roncando muy fuerte.

Me levanto de la cama con cuidado de no despertarlo.

Me le quedo mirando, es gracioso, duerme con la boca abierta y aún así se ve adorable.

Me obligo a dejar de mirarlo e ir a tomar una ducha. Pero... está adorable y la escena es graciosa, algo que tal vez nunca volveré a ver.

No Rae vete a bañar. Camino dos pasos hacia el baño.

A la mierda...

Camino de puntitas hasta la mesa donde está mi celular. Soy una maldita lo sé, pero él no debe darse cuenta que le haré una foto.

Desbloqueo el celular y busco la cámara. Enfoco su rostro pero su pecho está desnudo y sería muy egoísta de mi parte si no me alejo para que su torso definido también salga en la foto.

Click...

Maldición, no le quité el sonido.

Se revuelve en la cama.
- ¿Qué fue eso? - dice con voz ronca.

La Rosa Negra © #CA2020Where stories live. Discover now