Capítulo 31.

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Ese fue de los últimos momentos en “familia” que vivimos Harry, Jake, y yo. Harry seguía amando a Jake igual o más cada día, y a mi me comenzó a hacer a un lado. Dejó de hacer cosas conmigo, de besarme, y hasta abrasarme. Comenzamos a ser la “típica familia”; La madre cuida del hijo todo el día, el padre se la pasa trabajando, llega, juega con su hijo cuando llega, cenan, nadie menciona nada, y se va a dormir, sin decir nada. Bueno así era ahora nuestra “familia.” Lo peor, es que yo seguía amando a Harry, y no sabía si el me seguía amando a mi. Habían pasado ya 3 años y medio, Jake empezaría su primer año en el kínder, yo ya no tendría nada que hacer en todo el día, Jake era todo lo que tenía ahora. Yo ya había cumplido 24 años, Jake iba a cumplir 4, y Harry 26.

-¡Mamá!- gritó Jake corriendo con sus pequeños pasos hacia mi. -¡Papí me llevará al kínder!- dijo emocionado, saltando a mis brazos.

-Vámonos Jake.- dijo Harry bajando las escaleras con una pequeña mochila azul para Jake. Me sonrió levemente, y le hizo una seña a Jake con las manos, para que lo siguiera. –Vámonos hijo.- le dijo mientras tomaba su mano, seguía encantándome cuando le decía “hijo”. 

Jake agitó su mano, despidiéndose de mi, sonreí, e imité su movimiento. Harry cerró la puerta detrás de ellos, y a los pocos segundos escuché el auto encenderse, y alejarse. El silencio se apoderó de la casa. Carmen, la encargada del aseo había renunciado, ya que no estaba en condiciones para hacer el aseo diariamente en la casa, ya era algo mayor, así que ahora yo me encargaba de eso por el momento, Harry dijo que contrataría a alguien más joven para que se encargara de la limpieza. 

Varios minutos después, escuché de nuevo el auto de Harry, que había vuelto de dejar a Jake. Escuché la puerta del auto cerrarse, y sus pasos acercarse hacia la puerta. Abrió la puerta principal, y entró, yo estaba en la cocina, preparando el desayuno para Harry.

-Gracias.- dijo mientras tomaba de la taza de café que estaba en la mesa. –Jake sale a las 12:30.- dijo mientras tomaba una tostada y le ponía mermelada.

-¿Tú pasarás por el, cierto?- pregunté rentándome del otro lado de la mesa.

-Sí, pero no lo haré todo el tiempo. Contrataré autobús escolar.- No dije nada, solo tomé de mi café en silencio. – Bien, me voy.- dijo poniéndose de pie sonriendo. –Adiós linda, dijo dando una palmadita en mi hombro, para salir. 

Terminé mi café, limpieza cocina, y las habitaciones. No tenía nada que hacer, ya no estaba Jake en casa, y Harry se había ido a trabajar. Recordé lo que hacia antes de que Jake naciera, mi “divertido” entretenimiento. Me senté en el sofá, y encendí el televisor, y me quedé a ver películas. Me estaba quedando dormida, cuando escuché los pasitos de Jake en la puerta. Harry abrió la puerta, y hablaba por teléfono, Jake corrió hacia mi, cargando su pequeña mochila azul.

-¡Mami!- gritó mientras corría a abrazarme. -¡Te extrañe!- dijo abrazandome.

-Yo a ti, bebé.- le dije respondiendo el abrazo. 

-¡Ya tengo amigos!- dijo sonriendo.

-Que bueno Jake.- dije agitando su castaño cabello, que caía por su frente, y cubría gran parte de su cuello. Subió a su habitación, y escuché como sacaba los juguetes de su lugar.

-Bueno, yo me voy.- dijo Harry sonriendo, antes de salir. 

¿Ya no sentía nada por mi? Y si lo hacía, en estos 3 años no lo demostraba. No me demostraba odio, ni rencor, pero tampoco amor.

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