-¿Quieres alarmar a los caminantes que se habían ido?- tomó mi brazo y lo bajó. Descargué el arma y volví a colocármela en la parte trasera del pantalón. No era muy cómoda, sobre todo a la hora de correr, se movía de un lado a otro. Pero hasta que consiguiera una cartuchera o algo por el estilo no podría permitirme más.  Los bolsillos de la chaqueta estaban totalmente descartados, hay que tener un poco de estilo, incluso estando en el puto Apocalipsis.

- Bien, ¿Que sugieres?- le pregunté poniendo las manos sobre mis caderas, dando golpecitos con el pie sobre la moqueta del pasillo del hotel. -Pues por joder la puerta, obvio... Pero de una forma menos ruidosa- fue a una esquina, donde había un extintor. -¿Te ayudo?- le pregunté, dudando si podría con el peso de éste. Ella negó. La verdad es que tenía más fuerza de lo que aparentaba tener. Se dirigió a la puerta y comenzó a golpear la cerradura. Yo vigilaba a ambos lados del pasillo, cuidando de que no se acercara ningún ser mal venido. 

Cómo era de esperar Alicia se cargó la puerta. Entramos y con la cómoda "tapiamos" la puerta. -¿Recogemos hoy o mañana?- la miré, con algo de esperanza para que me dejara descansar. No habíamos hecho gran cosa durante la mañana, pero la tensión que me hizo pasar el hombre me dejó hecha polvo. -Creo que mañana nos pondremos a ello...- se acercó a mi. Cogió mi mano y fue hacia el sofá - ¿Que tal si nos divertimos un poco?- me sentó a su lado. Ella no estaba muy cerca. Se acercó a mi boca, entreabrí los labios, pensando que iba a besarme, pero no lo hizo. Se fue directamente a mi cuello -Ali cariñ... Ali...- se centró en un punto de mi cuello, sabía perfectamente que me estaba dejando una marca como una catedral -¿Por qué...no des...cansamos?- intenté articular la frase. Los besos de Alicia comenzaron a ir hacia mi clavícula, mi punto débil.

-Estamos...tensas...tenemos...que...relajarnos- susurró entre beso y beso. Yo me dejaba hacer, estaba cansada, pero no iba a negar esto, por que Ali tenía razón, necesitábamos relajarnos. Acerqué una mano para atrapar su nuca y acercarla más a mi, pero se apartó -No,no... Prohibido tocarme señorita Lex- abrí los ojos como platos -¿Cómo que prohibido tocarTE?- enfaticé la última sílaba y le dediqué una sonrisa un tanto juguetona. -No me puedes tocar, solo yo a ti... Llevo queriendo hacer esto desde la primera vez que nos besamos... Así que, déjame- lo dijo casi en tono de súplica. No me iba a negar a una sesión de placer, ni loca lo haría.

Alicia se arrimó más a mi en el sofá. Yo extendí mis brazos en el respaldo, eché la cabeza hacia atrás y separé levemente mis piernas. Totalmente sumisa. Alicia comenzó a besar mi sien, bajando por mi mejilla, mi mandíbula y finalmente mi boca. Jugamos con nuestras lenguas, se me hacía imposible mantener los brazos y las manos alejadas de su cuerpo, Alicia las retiraba y volvía a posarlas en el respaldo -No me hagas atarte...- dijo con voz ronca -A lo mejor deberías hacerlo- le contesté en el mismo tono. Se me estaba yendo de las manos, pero en ese momento sólo quería estar con Alicia. Quería olvidarme del tío, de la puerta, de los zombies, de todo. Necesitaba olvidarme de todo. 

Ali se levantó del sofá y se dirigió a la mesa donde solíamos comer, tenía colgada de la silla su mochila. Volví la mirada al frente y escuché como se abría una cremallera, cogía algo y la volvía a cerrar. -Cierra los ojos y pon las manos en el aire- le hice caso, se encontraba tras de mi, tras el respaldo del sofá. Levanté las manos sobre mi cabeza y cerré los ojos. Noté como algo áspero tocaba mi piel, cuerda. -Oh dios...lo vas a hacer- susurré -No me haces caso, tomaré medidas. Así de simple- esta mierda estaba empezando a gustarme. -Abre los ojos- dijo unos segundos después de atarme las muñecas. Cuando los abrí ella estaba frente a mi. La miré de arriba a abajo, ella se sentó a mi lado de nuevo. 

-¿Por dónde iba?- se volvió a acercar a mis labios y los besó con fuerza, atrapando mi labio inferior entre sus dientes y ejerciendo presión. -Auch...- me quejé. Siguió besándome por el cuello, las clavículas, el pecho... -Levanta los brazos- obedecí sin miramientos, lo estiré y Alicia sacó mi chaqueta y mi camiseta hasta las muñecas. Las dejé detrás de mi cabeza por inercia. Quedé en pantalones y sujetador ante ella. Besó por encima de éste, notaba su aliento en mi piel y quería más, lo necesitaba.

Se alejó un poco de mí, para poder inclinarse mejor. El reguero de besos descendió por mi abdomen hasta mi cadera, la cual se elevó por el roce. Alicia mordisqueó ambos lados de mi cadera, justo donde se marcaban disimuladamente mis huesos. Puso una mano sobre mi vientre a la vez que volvía a atacar mi cuello con ansia. 

Mi respiración se estaba haciendo cada vez más pesada, tenía los ojos cerrados, era todo piel. La mano de Alicia descendió hasta mis muslos, los cuales acariciaba por encima de los pantalones. Subía y bajaba su mano, desde la rodilla hasta mi ingle, cosa que me ponía enferma -Más...- llegué a susurrar entre sus besos. Tras la súplica volvió a mi boca. Era una lucha constante de lenguas y fluidos. Me costaba respirar, pero no iba a dejar de besarla por ello. 

La mano de Alicia subió de la rodilla rápidamente hasta mi centro. Solté un gemido, sin cortarme un pelo. Era una sensación que llevaba días esperando. Ahora era yo la que besaba ferozmente, devoraba completamente su boca. Quería sentirla, ya que mis manos no podían. Quise bajar mis labios a su cuello, pero también me lo impidió. Tenía su mano izquierda rodeando mi espalda, haciéndome caricias en el pelo y enredándomelo, tirando de el a su antojo, haciendo que yo me desesperara cada vez más. Su otra mano estaba sobre la parte baja de mi vientre.

Con agilidad desabrochó mi pantalón -Dios...- susurré. Deslizó suavemente su mano sobre mi pubis, alcé mi cadera, quería hacerle saber que si, iba a entregarme a ella totalmente. Noté sus dedos sobre mi centro y gemí. Mi corazón iba a mil por hora, mis pulmones no respondían a la orden de "coger el máximo aire posible" y jadeaba como una perra, para qué mentir. Comenzó a mover sus dedos, haciendo círculos. Yo bastante tenía con intentar no ahogarme sola. Mis caderas se levantaron para hacer presión contra su mano. -¡Joder!- Alicia dejó de besarme y subió hasta mi oreja -Pídemelo- susurró, con una vez que juraría que salía de la grabación más erótica que se podría haber rodado jamás. - Uno...por favor- abrí los ojos y vi a Ali sonreír divertida, volvió a besarme, cerré los ojos  dejándome inundar por ella, por sus dedos, por sus besos, su olor...

Continuamos hasta que yo ya no podía más, me estaba quedando afónica de gritar, y estaba totalmente segura de que al día siguiente las agujetas iban a estar más que presentes. Al amanecer sería un nuevo día, un nuevo comienzo... Partiríamos de nuevo hacia una "tierra prometida" a la que podríamos llamar brevemente hogar... Hogar, que término más cercano. Hogar no es un sitio, o una casa, el verdadero hogar es una o varias personas que hacen que cualquier rincón del mundo sea tu HOGAR. Alicia era el mío.


Hola jeje 

Sé que os he cortado todo el royo de gratis.Alguna tendrá ganas de matarme, lo sé. Prometo recompensaros, ¡Lo juro! (No tengo muy claro cómo, pero lo haré).

Quería disculparme por tardar tanto en actualizar últimamente. No os voy a poner la excusa de que tengo cosas que hacer... Aunque sea verdad, pero tampoco paso mucho tiempo en casa. Es verano, y como joven que soy lo disfruto, y si, en Bilbao aunque llueva también se sale a hacer planes.

También quería aprovechar la ocasión de la nota para preguntaros que os está pareciendo el camino que está cogiendo el fic ¿Harán bien en arriesgarse a encontrar un nuevo sitio donde quedarse? Hasta yo tengo mis dudas... Y esta es una pregunta para vosotras (Me dirijo a vosotras en femenino porque; dudo que algún hombre me lea, y aunque lo hiciera (HOLA GUAPO) la mayoría seguiríais siendo mujeres, y la mayoría gana) La pregunta es ¿Queréis que se junten con más personas o que sigan en solitario? 

Dicho esto, un abrazo enorme.

Claudia Galvez B

Apocalipsis. Soulmate. #Lexark.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora