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Brooke.

Lunes; día del vuelo.

La alarma retumbó sobre mis oídos y rápidamente salté de la cama, pero caí de golpe al piso.

—¡Auch! ¡Mi coxis!— grité sobándome la retaguardia. Me había dado duro contra el suelo.

Genia, genia.

Una vez que había logrado calmar el dolor me levanté del suelo y fui a mi baño a tomar una ducha. Lavé mi pelo, mi cuerpo y volví a mí habitación con toallas en mi cuerpo y en mi pelo.

Finalmente el día había llegado.

Estaba bastante nerviosa y ansiosa. Cogí la ropa que me pondría para el vuelo, algo bastante simple, y me vestí. Después de arreglarme, maquillarme y terminar de arreglar mi habitación bajé a desayunar. Tan solo faltaban unas tres horas para el despegue del avión.

— Buenos días hija.— saludó mi Madre quién había preparado la mesa y seguramente no asistiría al trabajo, por uno o dos días libres, al igual que mi Padre.

— Buenos días.— saludé y me senté tomando un poco de yogurt y cereales. — ¿Vendrá Mack a despedirse?

— La veremos en el aeropuerto antes de tu vuelo, ¿estás nerviosa?— asentí. Era mi primer viaje sola lejos del estado. No le tenía terror a tener que volar a tantos metros de altura pero el hecho de ir sola y sentada junto a desconocidos no me entraba confianza.

Terminé de desayunar y subí nuevamente a terminar de arreglar las cosas para partir al aeropuerto. Me di los últimos toques con base y la máscara de pestañas.

Por cierto, llevaba puesto un conjunto de mezclilla, chaqueta y short y una blusa negra algo holgada. Mis gafas de sol y mis zapatillas blanca; conjunto escogido por Mackenzie.

Finalmente, con todo listo, los bolsos, las maletas y yo, subimos al auto con destino al aeropuerto

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Finalmente, con todo listo, los bolsos, las maletas y yo, subimos al auto con destino al aeropuerto. Mi Padre iba manejando mientras mi Madre iba de copiloto.

Había cargado mi celular toda la noche para tener batería durante todo el día, cosa que no muchas veces me resultaba, y enchufé mis audífonos a éste. Si había algo que me encantaba era escuchar música, me llevaba a otra realidad, una mucho mejor que esta.

Luego de aproximadamente 30 minutos llegamos al aeropuerto, quedaba bastante cerca de mi vecindario y no había mucha combustión vehicular.

Aparcamos el auto y bajamos las maletas y todas nuestras cosas. Camino a la entrada del aeropuerto vi a Mackenzie llegando junto a su madre. Corrí en su dirección y me tiré sobre ella, lo sé, nos vimos hace dos días atrás. Estábamos en el suelo riendo mientras todos nos veían raro.

La ayudé a levantarse pero tiró de mi mano y caí al piso de golpe. Nuestros padres ya habían entrado diciendo que confirmarían mi pasaje, el asiento y entregarían las maletas. Estaba libre de insultar a Mack, jiji.

—¡Puta!— grité.

—Aprendí de ti, maestra.— me dijo haciéndome burla mientras se levantaba del piso pero tiré de una de sus piernas y cayó de golpe al piso. Comencé a reír recordando su caída mientras ella se sobaba el trasero.

— La alumna supera a la maestra.— le guiñé el ojo y entré corriendo antes de que me alcanzara y volviéramos a hacer el ridículo. Divisé a mis padres junto a la madre de Mackenzie y me senté en uno de los sillones de adentro. Mack entró bufando y se sentó a mi lado. Empezó a darme golpecitos como si quisiera decirme algo, la miré.

— Chico guapo detrás tuyo, mira disimuladamente.— me susurró.

Asentí y con el reflejo de mi celular observé a un chico alto, delgado, de buena contextura a unos asientos atrás.

— Pasajeros del vuelo 1473 por favor abordar el avión. — dijo una voz a través de los parlantes. Busqué la mirada de mi madre y me hizo un gesto de que había llegado la hora de irme. Mack y yo tomamos nuestras cosas y nos acercamos a nuestros padres.

— Mira.— Mackenzie me susurró mirando hacía atrás.— El chico guapo también va en tu vuelo, asegúrate de conseguir su número.— me guiñó el ojo y le pegué en su hombro.

— No seas boba, seguro ya tiene novia.— dije. Mack rodó los ojos.

— Bien hija, hasta aquí llegamos, ahora sigues tú.— dijo mi Padre. Iba a estar afuera por dos meses y a mi padre le dolía. Me despedí de mi familia y de la madre de Mack. Cuando iba a despedirme de ella, no evité soltar una lágrima y ella también.

Pensarán que somos muy exageradas, pero no, realmente me dolía dejarla, aunque hablaríamos por celular y haríamos llamada junto con Chloe. Terminé de despedirme y arreglarme para pasar por las bandas de seguridad y llegar al avión. Mi asiento quedaba en la fila diecisiete junto a la ventana de la izquierda.

Saqué mi celular, el cual había guardado antes de bajarme del auto y escribí por WhatsApp a Chloe que ya iba a despegar el avión.

Para: Kbrona-Chloe.

Vuelo despega en cinco minutos... ¡Falta poco!

Seguí ojeando conversaciones y me llegó un mensaje de Mack.

De: Perra Mayor.

Número del chico guapo ;)

Sonreí y apagué el celular. Afortunadamente nadie se había sentado junto a mí, pero sí junto al pasillo. Era una mujer de unos veinte años aproximadamente. No me haría problema.

Me levanté un poco de mi asiento e intenté de buscar al chico. Recordaba su cabellera negra casi castaña pero no lograba localizarlo. Miré hacía atrás y estaba a unos siete asientos detrás de mí.

Ahora el problema era saber como preguntarle por su número, rayos.

Tomé asiento y abroché el cinturón, las azafatas pasaron explicando todo el procedimiento y precauciones que hay que tomar, cosas que no tomé en cuenta.

Finalmente el avión despegó y nos encontrábamos en el aire, a seis horas de llegar a Hawaii...

[n/a: Mackenzie en Multimedia]

Desastre AereoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora