tras la mascara

recuerdos parte II

  Mi nombre es lo bastante célebre para que yo lo manche con una infracción a mis promesas. 

José De San Martín. 

Hinata se encuentra camino a casa después de haber visitado a su madre, aun inmersa en sus pensamientos de lo que fue su pasado y todas las promesas que le hizo a su madre antes de que esta falleciera.

Una vez en casa Hinata se dispuso a tomar una ducha para relajarse, aprovechando de que nadie se encontraba en casa opto por cenar dentro de su habitación, una vez terminada su cena se recostó en su cama, aun con la nostalgia después de haber visitado a su madre llegaban los recuerdo de aquella infancia de cual no quiere olvidar pero que le atormenta con el paso del tiempo. 

flash back......

Una pequeña pelinegra se encontraba en la habitación de su madre acariciando el abultado vientre de está la cual estaba acostada pues pronto llegaría el termino de su embarazo,  la mujer con mucha ternura acariciaba  la obscura cabellera de su pequeña, la cual le contaba sobre su día y lo que su padre le dijo esa mañana antes de salir.

- Oka-san, sabes otto-san dijo que pronto empezaría a entrenarme, que ya es tiempo de que me ponga a entrenar para poder ser una fuerte líder, te imaginas oka-san voy a ser muy fuerte y voy a proteger a mi hermanito una vez que nazca yo me encargare de que nada malo le pase, voy a entrenar mucho y le enseñare a otto-san lo fuerte que puedo ser. _ todo esto la pequeña lo decía con gran emoción puesto que siempre quiso entrenar junto a su padre, pero su madre no estaba tan convencida de esto ya que no quería exponer a su pequeña a un sufrimiento mayor del que esta destinada a llevar sobre sus hombros.

- Hina-chan, eso es muy bueno tu papá te enseñara mucho, pero recuerda la promesa que me hiciste papá no debe saber que eres fuerte y tampoco debes mostrarle tus ojos, recuerdas nuestra promesa verdad pequeña. _ La pequeña observo a su madre con un pequeño rubor en sus mejillas y una sonrisa nerviosa signo de haber olvidado esa promesa hecha meses atrás. _ - Gomene oka-san lo había olvidado, ahora te prometo que no lo volveré a olvidar. 

En un abrir y cerrar de ojos la familia Hyuga le dio la bienvenida a otro integrante mas,  una pequeña castaña a quien se le dio el nombre de Hanabi, se encontraba en brazos de su madre quien se encontraba observando el entrenamiento de su pequeña Hinata, quien estaba muy feliz por que su madre  y hermana se encontraban presentes.

- Hinata, concéntrate, no te distraigas. 

- Hai, otto-san   

- Hasta aquí le dejamos, tengo una reunión con el hokage, mañana continuaremos, practica mas tus posiciones. _ una vez dicho esto se retiro del dojo, dejando a su esposa e hijas. 

Hyuga Hiashi no era el padre amoroso que muchos niños tenían pero eso no quitaba el hecho de que amaba a su hijas, sobre todo a su pequeña hinata quien desbordaba alegría donde fuera y eso le gustaba pero también le preocupaba ya que ella era quien seria la próxima cabecilla del clan y tanto su bondad como su amabilidad era considerando para los miembros del consejo como un defecto, y eso lo molestaba de sobre manera ya que para él eran virtudes de su hija que ningún otro Hyuga tenia a excepciona de su esposa e hija, pero ya se encargaría de hacérselo saber al consejo y a todo el clan. 

El tiempo pasaba y con ello la vida, la pequeña Hanabi ahora con dos años de edad se encontraba jugando con su hermana mayor la cual acababa de terminar su entrenamiento con su padre, y ahora se estaban en el jardín de su madre.

- Onee-tan, atapame, coe, coe

- Hanabi-chan, no corras te podrás caer, Hanabi-chan alto ahí

- Jajajaja, one-tan me atapo.