Para la Rubia que me olvido #2

Treinta y dos

Una semana.

Siete días.

Todo ese tiempo ha pasado desde ese beso con Travis, desde que me di cuenta de que de verdad lo quiero, que lo sigo amando, que sin importar lo que pase mi corazón sigue siendo suyo.

—¡Rubí!—Me paralice al escuchar esa voz—¡Se que estas allí, joder! ¡Sal de una vez!

No paso ni un minuto para que él entrara al apartamento como un animal salvaje.

—Vete—Mi voz estaba vulnerable, yo estaba vulnerable.

—Escúchame bien—Tomo mi brazo derecho con una de sus manos—: Te vas a casar conmigo te gusto o no.

—Tú...—Me zafe de su agarre con una fuerza inaudita—Escúchame tú. No voy a casarme contigo ni muerta, eres un animal y entiende que no te amo. Y si no te vas llamare a la...

—¿La policía?—Arqueo una ceja—Cariño pensé que eras más inteligente. ¿Quien te va a creer? Soy un oficial con alto rango, soy uno de los mejores del estado... Y tú, solo eres una psicóloga muerta de hambre.

—Si soy una psicóloga muerta de hambre ¿Porque quieres casarte conmigo?

—¡Porque te amo!

—Eso no es amor—Contra-ataque— Es una obsesión, Logan. No voy a casarme contigo.

—¿Así?—Se acerco más a mi,  su mano se dirigió a un costado de mi cara, empujo su boca contra la mía y me trato de besar, al no corresponderle mordió mi labio inferior con tanta fuerza que pude saborear el liquido rojo—Te vas a casar conmigo, cariño. Te guste o no.