Cap 4

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«lo lamento, lamento ser tan descuidada con mis sentimientos, soy un desastre. Un desastre de siglos, de los que no tienen solución»

Lo publique y cerré la computadora frustrada, me sentía aliviada, con un peso menos. El simple hecho de haber confundido mis sentimientos era algo que me lamentaba cada día.

Quizás, un bien tipo como Lucas era un regalo para todos, porque no confundí mis sentimiento a base de mentiras, los confundí por el, el y su estupida manía de ser perfecto.

Porque aquello intacto me atraía, me hacia olvidar que yo estaba rota.

Un golpe en la ventana me sobresalto y ver a Josh con una sonrisa me hizo pararme de inmediato, abrí la ventana y lo mire confundida.

—¿Qué haces acá? —pregunté sorprendida, el me estrecho entre sus brazos y se encogió de hombros.

—Vine a saludar —se abrió paso hasta mi cama y se sentó en la orilla, invitándome a sentarme a su lado.

Lo hice lentamente y me quede observándolo hasta que el hablara.

—¿Algo de lo que quieras hablar, mymess?—dijo luego de unos minutos retorcidos.

Reí por mi usuario, no tenia idea de que el era uno de mis seguidores, simplemente me quede callada un momento.

—De la vida, se supone que eres mayor que yo... Eso era lo que solías destacarme, así que dime, ¿por qué duele tanto?

El sonrío de costado y habló—Quizás no tenga demasiada experiencia, pero va a parar, el dolor parara.

Me deje caer sobre mi mano con cansancio, todo esto me estaba sobrepasando.

—¿Cuando?

El se levanto eufórico y eso me asusto.

—Hoy, mañana o quizás en un año. Pero te diré que no parará, la vida. La vida no para por nada ni nadie, y si no eres fuerte te aplasta, en un segundo.

Me pare frente a el y lo acerque de la camisa.

—¿Por qué?, ¿que tengo?...¿por qué los chicos que quiero no gustan de mi?.

El me observo con profundidad y sentí como mis piernas fallaban, sujeto mi cara con sus manos y choco nuestras frentes.

—Admito que simplemente me encantas, pero tienes que vivir esto. Entre a la universidad, y como dije, la vida no para por nadie. Y nosotros tampoco.

Deposito un pequeño beso en mis labios, que duro apenas un segundo pero que prendió mi cara, le sonreí y beso mi frente para irse.

Salió por la ventana, dejando una encantadora sensación.

Que no me dejo por semanas.

By Maya Hart | GMWDonde viven las historias. Descúbrelo ahora