―Sí, algo me cayó mal, supongo.

Chloe no era tonta, ella sabía lo que sucedió ―era inútil recalcar, ella estuvo presente en la burla de esos niñatos―, pero prefirió no decir nada. Temió que Emma lo tomara mal.

―Está bien, esperaré en el cuarto.

Chloe no esperó mucho para salir corriendo de la habitación y dirigirse a otro edificio, en la sección de chicos. Estaba exhausta cuando llegó a la habitación 405 del edificio que buscaba.

―Aquí estas―pronunció Chloe recuperando el aire. Se apoyó en el marco de la puerta para mantenerse en pie.

―Hola, bonita―dijo Noah pícaro.

Noah era el mejor amigo de Chloe y también el chico de los sueños de Emma.

Emma no era gorda, pero en ese internado todas las chicas tenían cuerpos perfectos y estilizados, y Emma no contaba con eso.

Noah era de los típicos chicos que buscan la chica con mejor figura y rostro, y con su aspecto, conseguía satisfacer sus deseos.

―Noah, no estoy para bromas. Necesito que me ayudes.

―Claro… ―replicó confundido. Sacó de su nevera una botella de agua y se la lanzó desde lejos a Chloe, asumiendo que la necesitaba.

―Gracias ―susurró atrapando la botella.

―Bien… suéltalo.

―Se trata de Emma.

Noah enarcó una ceja y se recostó en su sillón. Tomó el mando de su videojuego y comenzó a configurar para empezar una partida de FIFA 2009.

―Chloe, Chloe, Chloe… ―exhaló, con la mirada aún fija en el televisor―. Yo te estimo mucho, y no tengo nada en contra de… ―Le regresó a ver―, tu amiga, pero temo decirte que tengo quince años y no quiero hacer el papel de niñero ahora.

―¡Ay, por favor! ―se quejó, tapando el agua que había dejado por la mitad. Se dio cuenta que le sería difícil correr con tanto líquido en el estómago―. Noah, hazlo por mí, ¿sí?

Noah le puso pausa al juego, rotando los ojos a la vez.

―Sabía que cederías ―expresó ella, aplaudiendo infantilmente.

Se quejó con un gruñido.

―Entonces, ¿qué es lo que pasa? ―inquirió él.

―Creo que Emma tiene bulimia.

―¿En serio? ―soltó una risita burlona―. Guau, no creí que ser… como es le afectara tanto. ―Esta vez enarcó ambas cejas y se volvió a recostar en el sillón, pero sin intención de seguir jugando.

―No vine para que le hicieras burla. ¿Me ayudarás o no?

―Bien, bien. ―Alzó ambas manos a la defensiva―. Entonces ¿qué hago?

―Acompáñame.

Jueves 19 de noviembre del 2009, 3h47 p.m.

―Está ahí―susurró Chloe, señalando la puerta del baño de su habitación.

―¿Entro?

Chloe colocó expresión dubitativa.

―Inténtalo. Estaré afuera por si viene alguien. ¡Anímala bien!

Noah se acercó al baño y tocó la puerta. Esperaba que Emma le abriera.

―Emma, abre por favor. Soy Noah.

―¿Noah? ―pronunció con gran ilusión en su tono.

«¿Noah Moon ha venido a verme a mí? ¡Pero qué vergüenza que me encuentre en estas circunstancias!», pensó.

―Sí. Por favor abre.

Emma rápidamente bajó la válvula del retrete y abrió la puerta, aún sentada en el piso. No quería causar lástima pero ella sospechaba que él ya lo sabía.

―Chloe me dijo que te sentías mal y vine a ver como estabas.

«¡Chloe!», chilló su subconsciente con los ojos entrecerrados.

―¿Viniste por mí? ―Ella cada vez se ilusionaba más, pero para Noah era un «acción de bondad».

―Sí, ¿te sientes bien?

―Eso creo.

―Qué bueno, me preocupe. ―La abrazó y frunció la cara sin que Emma lo notara; sentía mal ilusionarla así, pero no ser de eso, Emma podría desmayarse por tanto vomitar.

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¡Hola! Bueno, antes que nada diré gracias y anunciaré que ya hay book trailer de la novela. (: Pueden verla aquí en la multimedia adjunta de Wattpad, o buscarla en YouTube con el nombre de la novela, y al lado "book trailer".

En fin, gracias por todo y espero que vean el book trailer. 

Besos. xx

PD: ¿se pasarían por el Wattpad de mi editorial @EditorialRossetti? 

Una historia de bulimia másDonde viven las historias. Descúbrelo ahora