Prólogo

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Doce personas se encontraban en la misma habitación, mirándose con ojos desconfiados y acusadores los unos a los otros. Sentimientos de nerviosismo, curiosidad, culpabilidad, miedo, remordimiento y enojo invadían el ambiente.

Entre ellos había un asesino.

¿Quién sería aquel que había matado a Ofiuco, una persona conocida y odiada por cada uno de ellos?

¿Sería Aries? La chica miraba sus manos entrelazadas en su regazo, con sus piernas meciéndose en el sillón reclinable. Su esmalte ya estaba gastado, últimamente no había tenido tiempo de ocuparse de cosas tan insignificantes como el color de sus uñas, o sus estudios. Es decir, había sido acusada de asesinato. Ella odiaba profundamente a ofiuco, y por motivos que ella conocía muy bien, su muerte la beneficiaba demasiado. Pero, ¿Sería capaz de haberla matado?

¿Sería Tauro? El muchacho tenía la vista fija en Géminis, vaya a saber quién en qué pensaba. Cambió por un instante la vista hacia Cancer, y luego miró a Escorpio. Por último, descansó su vista en una maseta que había junto a la ventana. Él era acusado de asesinar a Ofiuco, no culpaba a nadie, es decir, estaba seguro de que la odiaba más que ninguna persona en esa habitación. Pero, ¿Sería suficiente odio como para quitarle la vida, sin preocuparse por las consecuencias?

¿Sería Géminis? El chico mantenía sus ojos cerrados, perdido en sus pensamientos. Estaba realmente nervioso, él había visto un millón de películas y documentales sobre las cosas que les hacían a los prisioneros en prisión, y ahora él se encontraba acusado de asesinar a una chica, una a la que él conocía muy bien, ofiuco. Todavía la detestaba, y no lamentaba su muerte en lo más mínimo. Pero, ¿Sería él capaz de haberla asesinado?

¿Sería Cancer? El chico suspiró. Había sido acusado de matar a su hermanastra, y bueno, motivos no le faltaban. Ella sabía cosas que no debería saber, y era un ser tan repulsivo que él detestaba más que a los limones, cítrico que no le agradaba en lo absoluto. Pero ¿Sería él capaz de matar a Ofiuco?

¿Sería Leo? La chica rodó sus ojos hacia sí misma. Estaba feliz y aliviada de que esa desgraciada estuviera muerta. No más problemas. No más preocupaciones sobre eso que no la dejaba dormir bien en las noches. Ahora sería todo genial, o lo habría sido, pero se encontraba acusada de matarla. ¿Sería ella capaz de haberla matado?

¿Sería Virgo? La chica tenía un libro abierto en sus manos, estaba leyendo, tratando de parecer despreocupada. Cuando leyó una frase, que lejos de agradarle, la dejó pensando. ''Erase una vez un ángel y un demonio que se enamoraron pero su historia no tuvo un final feliz''. Ella se había enamorado de aquella chica a la que ahora habían acusado de matar, pero es verdad que no siempre la amó, y que hay una frese muy cierta ''Hay amores que matan''. Pero, ¿Sería ella capaz de matar a Ofiuco?

¿Sería Libra? La chica rascaba su mano, nerviosa. Se sentía culpable por sentirse aliviada de la muerte de Ofiuco. Es decir, esa chica hacía más bien muerta que viva, y estaba segura que todos en esa habitación pensaban igual. Ofiuco había participado en la vida de cada uno, para bien, y para mal. En ella había hecho cambios de los que estaría eternamente agradecida, pero era cierto que se había cansado de jugar a las mejores amigas. Esa chica sabía demasiado sobre ella, y debía encontrar una manera de callarla. Pero, en realidad, ¿Sería capaz de haberla matado?

¿Sería Escorpio? El muchacho miró a su hermana, Aries. Se veía tan consumida en sus pensamientos... Quizás estaría pensando en qué dirían sus padres cuando se enteraran de todo, o estaría aún enojada con él, o lo creería culpable, o quizás estaría preocupada por cuantos en esa sala la creerían culpable a ella. Aunque todos tenían motivos para querer muerta a aquella muchacha, Escorpio no era la excepción. Ella era su ex-novia. Fue una buena amiga. Pero también fue la peor enemiga que jamás tuvo. La odiaba, y no se arrepentía de alegrarse y disfrutar su muerte. ¿Sería el culpable de la muerte de Ofiuco?

¿Sería Capricornio? La chica se cruzó de piernas y miró hacia el techo. Pensó en todos los motivos por los que la acusaban a ella de matar a Ofiuco. Una sonrisa cínica se formó en su cara, eran muchos, y casi todos muy convincentes. Se sentía aliviada por su muerte. Era mejor así. Esa chica estaba mucho mejor enterrada bajo tierra. La odiaba. Le había hecho tanto daño, le había quitado todo lo que tenía. ¿Sería capaz de matarla, sin embargo?

¿Sería Sagitario? El chico que siempre estaba alegre, hoy no se encontraba así. ¿Por qué le daban tanta importancia a la muerte de un ser tan insignificante como lo era Ofiuco? La detestaba. La odiaba con todo su ser. ¡Gracias a dios estaba muerta! Lo malo, es que ahora él estaba sentado allí, siendo acusado de asesinato. Más allá del odio, de motivos convincentes, y algunas cosas no mencionadas. ¿Sería el capaz de haberla asesinado?

¿Sería Acuario? El chico rió, captando la atención de todos. Pero su sonrisa se borró, y cerró los ojos. Aún podía recordar aquella noche que todo se vino abajo, todo causado por aquella chica. Lo gracioso era que él ahora era acusado de matarla. Estaba seguro de varios allí estaban convencidos de que él era el culpable. Quizás era quien más la odiaba y la quería muerta. ¿Sería él el culpable?

¿Sería Piscis? La muchacha estaba segura de una cosa, no quería ir presa. Y menos por la muerte de Ofiuco. Demonios. ¡La odiaba! Nunca había querido tanto algo como verla muerta. Jamás le había deseado el mal a nadie, siempre había tratado de ser la mejor persona posible. Pero qué pasa cuando a la gente se le agota la paciencia. Lo importante aquí era ¿Sería ella la culpable?

Y para ti... ¿Quién es culpable?

¿Quién mató a Ofiuco?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora