|One Shots|•Lucaya•

4.All that matters.

Tan seguro como las estrellas en el cielo.

Te necesito para brillar en la luz.

No sólo por el mientras tanto,

por mucho, mucho tiempo.

Mejor créelo.

Llevaban tiempo viéndose a escondidas, cuando nadie podía verlos, ni juzgarlos. Eran esas noches las que para el castaño le resultaban totalmente mágicas a su lado, y aunque habían acordado nada de compromisos, ni sentimientos, el chico no podía negar que la rubia era su perdición y que sin ella no era absolutamente nada. Un simple juego, que nadie imagino que se pudiera salir de control.

La bella rubia se había dicho más de una vez que lo que hacían era peligroso, incluso para ella quien se rehusaba a abrirle las puertas a su corazón. Suficiente había tenido con ver el matrimonio de sus padres acabado cuando apenas tenía 6 años, después de que el señor que puso los espermas, se había marchado, dejándolas solas a ella y a su madre. Ella no quería ser su madre, ella no quería que alguien viniera, le robase el corazón y después la abandonara llevándose consigo una parte de ella. Ella estaba rota y no podría darse el lujo de amar a alguien, eso no era para ella.

Lucas estaba totalmente seguro de sus sentimientos hacia la pequeña rubia, quería protegerla y hacerle ver que no todos la abandonarían. Él no la abandonaría. Pero a pesar de sus intentos -fallidos- la rubia seguía sin querer abrir su corazón a nadie. 
Y el pobre chico no queriendo perder lo poco que tenía de ella, se conformaba con esas noches en las que se encontraban a escondidas de todos. Esas noches que la hacían amarla un poco más. Esas en las que la chica lo dejaba amarla en cuerpo y alma.

Cada vez que no estas en mi presencia

Siento que estoy extrañando mis bendiciones
Así que duermo a través de la luz del día,

permanezco despierto toda la noche.

Hasta que estés de vuelta de nuevo, oh si.

Hoy era una de esas noches. Las favoritas de Lucas. Donde Maya podía descargarse y olvidarse de todos sus problemas. Con cada toque. Con cada caricia que el castaño le proporcionaba. Adoraba el roce de los dedos del chico contra su piel desnuda.
No podía negar que el chico despertaba en ella sensaciones alucinantes, realmente se sentía bien cuando estaba con el, pero si podía negarlo y él no tenía porque saber que ella estaba mintiendo. 

Crees que soy muy parcial

Nunca consigo a otra
Has dado en el clavo.

Sólo he extrañado a mi amante.

Maya se había planteado la idea de no ir esa noche a su encuentro. A pesar de que nadie sabía de ellos, seguían siendo muy buenos amigos a la vista de todos, o al menos eso era lo que le gustaba pensar a la chica. Lo había estado tratando de localizar,  mediante mensajes y llamadas y él no se dignaba a contestar ni uno ni otro, lo cual irritaba de sobre manera a la chica, pues ella no era de rogar, pero de verdad que necesitaba hablar con él. Ahora estaba un poco molesta porque a pesar de que él no le contestó ni le marco de vuelta, sabía que su encuentro esa noche seguía en pie y tenía la ligera sospecha de que Lucas haría como si nada hubiera pasado.

Si no fuera porque de verdad necesitaba estar con él y desahogarse un poco, hubiera cumplido con la idea que se le había ocurrido al principio. Pero lo necesitaba, necesitaba verlo, necesitaba que le dijera que todo estaría bien, necesitaba sus caricias... Lo necesitaba a él y eso no le gustaba para nada.