1

782 84 2
                                    

Esperaba en mi camerino a que todo el equipo de producción estuviera listo para comenzar, hojeaba con ligera molestia las páginas de mi última sesión de fotos. De una cosa estaba seguro, no volvería a posar para esa revista. El concepto había sido patético y por si fuera poco se habían encargado de publicar mis peores ángulos. Lo cierto era que en mi no tan corta y exitosa carrera como modelo, pocos fotógrafos me complacían aunque eso no significaba que no terminara liándome con más de uno. Era imposible que alguno no terminara cayendo ante mi, diciendo lo mucho que me amaba, que era lo mejor que había fotografiado en su vida y por supuesto me encantaba recibir ese tipo de halagos.

Tiré con hastío la revista. Después de la sesión de fotos, el fotógrafo de aquella editorial se había colado en mi camerino con la intención de llevarme al hotel más próximo. Anteriormente había aceptado, pero él era alguien con quien pasar el rato sólo una vez bastaba. Algo que por supuesto ese fotógrafo idiota no comprendía y en venganza se había encargado de publicar las peores tomas.

-Sungjong, todo esta listo en diez minutos comenzamos! - me anunció mi asistente y mejor amigo asomando su cabeza por la puerta.

-Espero que no sea otro imbécil como el último, Sungyeol - le respondí mientras evaluaba mi aspecto en el espejo - bastantes dolores de cabeza me ha causado la publicación de esa estúpida revista - le dije molesto pisando la que había tirado al suelo.

-Eso te pasa por meterte con los fotógrafos.

-Yo no tengo la culpa de ser tan deseable para ellos - me acomodé el flequillo y me puse mis gafas de sol mientras Sungyeol rodaba los ojos - vámonos.

Salí por la puerta de mi camerino tal cual estrella de rock, los pantalones ajustados y la chamarra de cuero hacían juego con mi cabello. Lucía fantastico, estaba de más decirlo.

Esperaba que el fotógrafo de la revista Claire, una de las revistas coreanas más importantes en el mundo de la moda y que en esta ocasión me pondría en su portada como modelo principal con motivo de su aniversario, supiera apreciar mi belleza y tuviera el talento para plasmarlo en una hermosa portada digna de olvidar el desastre de la anterior.

Llegamos al foro donde el equipo y el staff estaba listo para comenzar con la sesión. Esta vez la directora de la editorial, Lyn, una señora de mediana edad y aspecto elegante corrió hacia mi como si no me hubiera visto en años.

-Oh pero si es el pequeño Jongie!!! - pfff como odiaba que me llamaran así.

-¡Lyn! - le dediqué mi mejor sonrisa.

-Quiero decirte lo feliz que me hace que hayas aceptado ser nuestro modelo en nuestra portada del próximo mes, nadie mejor que tu para embellecer la imagen de Claire, esperamos contar contigo en nuestra fiesta de aniversario.

-Oh siempre es un honor para mi posar para tu revista y por supuesto cuenta conmigo ese día.

-¡Pefecto! Quisiera presentarte a nuestro nuevo fotógrafo que se encargará de nuestras próximas ediciones... Myungsoo ¿podrías venir un momento por favor? - alzó la voz Lyn haciendo un gesto al mencionado con su huesuda mano.

Si me hubieran preguntado, jamás en mi vida hubiera pensado que el tal Myungsoo fuera un fotógrafo. Vestido con ropa negra, bermudas, gorra, pero tan sexy como un actor de Hollywood. Su cabello negro contrastaba con el color de sus ojos y su sonrisa de perfectos dientes blancos mostraban unos peculiares hoyuelos. No pude evitar recorrerlo de pies a cabeza con la mirada detrás de mis gafas oscuras.

-¿Jong... Jongie? - Sungyeol me dió un codazo.

-Ah si... perdón ¿que?

-Te presento a Kim Myungsoo, él será el encargado de tu sesión de fotos.

-Mucho gusto Sungjong, espero que nos llevemos bien - me dijo tendiéndome la mano con aquella sonrisa que bien podría valer millones de wons.

-Eeeeh si... un gusto - respondí al tiempo que Sungyeol me daba otro codazo mirando a este con exasperación. Estreché su mano tibia y suave con una sonrisa lasciva. Ok la experiencia con mi último fotógrafo me decía que debería dejar de tener aventuras de una noche con ellos y cumplir con mi trabajo de la manera más profesional posible pero... ese hombre era la tentación misma y yo nunca me quedaba con las ganas de tener a alguien... o en este caso de tenerlo a él.

Después de recibir más halagos de parte de Lyn y algunas indicaciones de Myungsoo de las cuales sólo recordé la mitad, nos dispusimos a comenzar con nuestro trabajo.

Me tomó un poco concentrarme en ello debido al guapísimo fotógrafo que se enfocaba en mi, ninguno de mis anteriores deslices se comparaban a él y por supuesto ninguno me había puesto tan nervioso. Le dediqué mis mejores poses, las más sensuales y provocativas que habían hecho caer a más de uno en mi cama. Pero en Myungsoo parecía no tener efecto ni siquiera se inmutaba o al menos eso parecía aparentar.

-Ya tienes próxima víctima ¿eh? - comentó Sungyeol con sorna mientras me retocaban el maquillaje.

-Oh cállate!

Por supuesto mi molesto asistente me conocía lo suficiente  y desaprobaba mis acciones pero daba igual. Me mortificaba la actitud desinteresada de Myungsoo que me trataba igual que a un miembro más del staff y que a diferencia de anteriores fotógrafos no me decía lo bonito o sexy que me veía mientras me fotografiaba, sólo me dirigía la palabra para darme indicaciones y eso era algo a lo que definitivamente no estaba acostumbrado.

Después de una larga jornada entre cambios de ropa, luces y flashes, terminé tumbado en el cómodo sofá de mi camerino, agotado. No podía negarlo, Myungsoo era todo un profesional. Tenía que admitir que anticipaba sus fotos.

Una mano tocó mi puerta y me levanté rápidamente con el corazón en un puño. A pesar de mi orgullo herido le había dicho a Sungyeol que le pasara una nota a Myungsoo donde le pedía que fuera a mi camerino. Su actitud conmigo sólo había incrementado mi interés, podría resistirse todo lo que quería pero sabía que al final cedería, todos lo hacían.

Rápidamente me acomodé mi ropa y arreglé mi cabello.

-Pasa - indiqué sentándome nuevamente en mi sofá tomando la revista que había tirado al suelo aquella mañana.

-Me dijo tu asistente que querías hablar conmigo - dijo Myungsoo entrando a la habitación mirándome con el ceño fruncido.

-Si... quería saber personalmente si la sesión de fotos salió bien.

-Por supuesto, si gustas puedo enviarte las fotos a tu correo para que les des un vistazo - ¡bingo! me levanté del sofá acercándome más a él lo suficiente para percibir el aroma de su colonia.

-No, que te parece si nos vemos en mi departamento o en el tuyo... - le dije acercándome aún más a sus labios pasando mis manos por su pecho -podemos tomar algo y...

-¿Estás invitándome a una cita? - preguntó mirándome a los ojos, su aliento a menta golpeando mi cara.

¿Acaso este chico era lento? Le sonreí coquetamente con la clara intención de besarlo.

-Lo siento... - dijo apartándose antes de que yo pudiera hacer algo más - ... no me interesan los niños berrinchudos  - me susurró al oído.

Mi cara se tornó de un rojo tomate mientras él sonreía divertido, cortando mis intenciones.

-Fue un placer Lee Sungjong - y acto seguido abrió la puerta abandonando mi camerino.

Tardé un segundo en recobrarme de la impresión, este fotógrafo de quinta no sólo me había ofendido sino que acababa de rechazarme...a mi!

Abrí la puerta y con toda la fuerza de mis pulmones le exclamé:

-IMBÉCIL!!! - sacándole la lengua en cuanto volteó para después cerrar de un portazo.

Kim Myungsoo... definitivamente ese fotógrafo se arrepentiría de haberme rechazado.

MAGAZINE (MyungJong)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora