Conquistando a KyungSoo [KaiSoo-ChanSoo]

16- Ya es hora

–– ¿Y dónde se supone que dormiré yo? ––preguntó el mayor.

––En el suelo. Duh. –– me encogí de hombros.

––¡QUE! ––se tocó el pecho dramáticamente.

––No hagas drama, tu suelo es alfombrado.

–– ¡Pero es mi cabaña!

––Somos tus invitados ––Luhan sonrió victorioso y sopló sus uñas.

––En serio se pasan... –– fue hacia su ropero y sacó un colchón inflable. Lo acomodó al costado de la cama principal.

––KyungSoo...

––Ya sé, ya sé ¿Quieren que les diga que decidí, verdad? –– ambos asintieron –– pues que pena, tendrán que esperar ochenta y cuatro años como la anciana de Titanic.

–– ¡Do KyungSoo! –– me resondro el mayor, pero el chino se estaba riendo.

––Me tenías que hacer recordar esa película, ¿Te imaginas que Oh Nalgon nunca la a visto?

–– ¿Oh Nalgon?

––Sehun –– respondí.

–– ¡¿Cómo sabes que es Nalgon?! ¡LES HAS ESTADO VIENDO LAS NALGAS! –– me dejó solo en la cama y fue abrazar al pelinegro ––Ese enano es un pervertido Suhito.

––A todo esto... ¿estás con Sehun?

––Jejeje...

–– ¡No nos contaste! ¡Tenías que ser chino, la traición está en tus venas! –– reclamé.

––Estamos desde ayer –– tomó su corazón y se lanzó a la cama a ver el techo ––yo di el primer paso, pero bueno. Así que...esas nalgas son mías, te vigilo Do KyungSoo ––me hizo un señal como si cortara su cuello.

––Créeme que lo último que quiero son más problemas.

––Cierto... ¿Qué harás, al fin aclaraste algo?

––Nop... ––los dos golpearon sus frentes con sus palmas.

––Es un caso perdido ¿Y si estás con los dos? Ya sabes con uno de día y otro de noch-

––No hables estupideces –– interrumpí.

––Keep calm and love ChanSoo –– comentó Suho con voz demasiada calmada.

–– ¿Eres un intento de Wiz Khalifa o qué?

––Siempre tan amable, Kyunggie.

––Creo que fue mala idea venir a este viaje... - admití.

––Era para que aclararas tus ideas, pero veo que no funciona.

––Creo que te deberías alejar, tener un tiempo para ti solo, ya sabes...

–– ¿Estas diciendo que me desaparezca del mapa? –– le pregunté al chino.

––No eso, si no que te des un tiempo.

Los tres nos miramos entre sí, sin saber que decir. Sabía que ellos dos me tenían pena por la situación en la que estaba. Hablamos un rato más sobre cosas triviales y caímos en el sueño nocturno.

*

Luhan se movía como un gusano por más que lo empujara seguía poniendo su pierna encima de mi cuerpo ¡Todavía me quitaba la colcha! Vi la hora y eran las 2am.

«Mejor voy a tomar agua, no podré dormir si sigo acá» -pensé.