3. Señales y Muerte

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SEÑALES Y MUERTE

Damien.

Las paredes de cristal de la sede se abrieron para dejar pasar a Damien, cruzó por el recibidor y susurró un «Buenos días» para Bianca, la secretaria y mano derecha de su padre. Tomó el ascensor en lugar de las escaleras, ese día no había despertado con humor para subir tres pisos caminando hasta la oficina de su padre. Observó el caos matutino de la ciudad, su padre lo había citado esa mañana para ponerlo al tanto en los asuntos financieros de la empresa y su ingreso como socio a la misma e incluso había convocado a una junta para darle a conocer personalmente a sus colaboradores que son quienes hacen posible el desarrollo de los proyectos que se llevan a cabo ahí.

El timbre del ascensor hizo "clic" y las puertas se abrieron, Damien dio un par de pasos mientras pensaba en la inmortalidad el cangrejo, de pronto sintió un cuerpo menudo chocar contra el suyo la otra persona cayó de buces al suelo. Damien echó un ojo y vio a una chica de cabellos anaranjados tendida en el blanquecino piso vestía un pantalón de chándal y una blusa del mismo material color azul celeste y encima llevaba una bata médica con la leyenda "Community Identitty, Stability." Grabada en el pecho junto a un gafé que tenía impreso el nombre Becca y el logotipo de la empresa encima, él le tendió la mano.

- ¿Estás bien?- preguntó Damien. Ella asintió sin abrir la boca y rechazó la mano tendida con cierta gracia y una expresión glaciar en el rostro, luego se dispuso a seguir su camino ahora con más calma y con una ligera cojera repentina, Damien se alzó de hombros y pensó u n momento en lo raras que eran las mujeres algunas veces.

En un instante ya se había olvidado de lo sucedido, atravesó un conjunto de pasillos para llegar a la dirección general (Oficina de Charles.) dos a la izquierda, uno a la derecha y cruzó dos pasillos hacia el frente para luego llegar a la entrada de la oficina de su padre. Charles sonreía al otro lado de la puerta, observando con ojos de anhelo a una omega rubia que desprendía olor a celo.

Entró sin tocar.

- ¡Damien!- le reprendió su padre en voz un poco demasiado alta, sonrió y se acomodó en su asiento.

- Esta es mi amiga Jenna. Saluda, hijo. -Damien asintió observando la mordida color violeta que tenía en el cuello. Y la chica (porque parecía más una chica que una mujer) le sonrió.

- Me tengo que marchar Charlie, loa dejo a solas. -se puso de pie y atravesó la habitación hasta la salida dejando su aroma a celo por donde pasaba. Damien se acercó para después sentarse en las sillas que miraban hacia el escritorio al otro lado de su padre y cruzó los brazos.

- ¿Ella es tu nueva "omega"?- Charles asintió.

- Podrías se su padre o incluso su abuelo, le triplicas la edad. ¿Cómo se te ocurre?

- Se me ocurre por el simple hecho de que quiero y puedo. Y también porque si no muerdo a otra omega voy a morir. -se aclaró la garganta.

- Y no puedo morir sin dejarte al corriente con tus nuevas obligaciones. De todas formas ya estoy viejo hijo. Y de una u otra forma voy a morir.

Damien guardó silencio y observó con cautela a Charles por unos segundos, el cabello canoso abarcaba más terreno que el castaño en su cabeza. La mirada dura que siempre sostenía había sido reemplazada con una vacía y como sin vida desde que la omega salió, no, desde que rompió el lazo con mamá. El intercomunicador sonó y el padre de Damien presionó un botón, la voz de Bianca saltó.

- Jefe, ya es la hora. Los funcionarios como el señor Danton tanto padre como hijo lo están esperando en la sala 8B. -Damien se levantó de la silla y Charles colgó, ambos salieron de ahí hacia la conferencia.

ALPHABET © [I Am We #1]Where stories live. Discover now