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Era nuestro tercer aniversario, la boda se acercaba y nada era como antes, todo era para bien y lo mejor era eso.

Lauren conocía a mis padres y yo a los suyos. Nuestra relación fue publica desde que comenzó. No volvió a romper mi corazón. Sus insultos nunca volvieron, sus golpes tampoco. De su boca sólo salían palabras amorosas y de sus manos caricias.

Amaba a mi nueva Lauren desde el primer momento.

Y me alegraba de que todo había ocurrido así.

"Camz, amor " Lauren ronroneo en mi oído.

"¿Sí?"

Ella comenzó a acariciar mi brazo y dibujo figuras extrañas durante un tiempo largo.

"Hace dos meses me di cuenta de algo. "

Sentí su corazón latir con ferocidad porque yo estaba recostada sobre su pecho.

"¿Sí...?"

"Debes descubrirlo tú misma. Te daré una pista, debajo de la cama. " Me dijo.

Me levanté de la cama y miré debajo, habían tres cajas. Estaba segura de ellas no estaban antes ahí, tomé las tres y las abrí.

Mis ojos se llenaron de lágrimas y después ellas comenzaron a salir, la sonrisa en mis labios era ancha y mis manos temblaban.

Sentí los brazos de Lauren alrededor de mí.

"Hace dos meses me di cuenta de que quiero formar una familia contigo porque es contigo con quien quiero pasar el resto de mi vida y—"

La besé, en medio de mis lágrimas y mi cuerpo tembloroso, sólo la besé sonriendo.

"Tienes la sonrisa más hermosa que he besado. " Dijo.

"Ahórrate el parloteo, ¿Sí?" Dije yo. "Acepto. "

"Deja vu. "

Y ahí, en la intimidad de nuestra habitación, volvimos a caer en brazos de la otra amándonos como la primera vez.

Y volví a acceder porque estaba locamente enamorada de Lauren Jauregui. 

Acceder ➳ camrenDonde viven las historias. Descúbrelo ahora