Capitulo 5

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Al día siguiente me desperté con una gran resaca, sin acordarme de mucho de lo sucedido la noche anterior. Antes de levantarme bostecé unas 3 veces, y tuve que animarme a ponerme en pie. Me dirigí a la cocina bostezando de nuevo, vi que aún tenía puesto el vestido, las medias... agh, que incómodo. Miré mi móvil y tenía unos 3 mensajes nuevos, todos de Nathan. ''Qué extraño'', murmuré para mi misma, después los leí y me quedé petrificada.


''Laura, es urgente y totalmente en serio. Javier ha desaparecido.''

''No responde a mis llamadas ni a mis mensajes.''

''Vena mi piso y hablamos mejor, tenemos que encontrarle.''



Tal cuál. Así, de repente, me despierto y me dicen que el chico que me gusta, porque no puedo llamarle mi pareja, ha desaparecido. Genial,me cambié de ropa rápidamente, muy nerviosa, y sin pensarlo salí de mi piso solamente con mi móvil y mi diario, esta vez no podía faltar, y me dirigí hacia el piso del chico.

Llegué en menos de 5 minutos, toqué en su puerta y él la abrió rápidamente.


-Dios, Laura, de verdad no entiendo lo que está pasando.


Dijo una vez ya dentro, sentados en el sofá. Intenté calmarle, le dije que seguramente se habría olvidado el móvil en algún sitio o algo así, pero negó, diciendo que quizás la noche anterior había ido a algún otro sitio en vez de a su piso. Una opción bastante probable,ya que iba totalmente bebido. Suspiré intentando pensar que todo iba bien, aunque no era así.

Estuvimos buscándole por todos sitios, preguntamos a algunas personas de la fiesta y todas decían que no le habían visto.


-Debemos ir a buscarle más a fondo.



Dije aún más preocupada que antes, pero el negó diciendo que era muy raro todo esto, que esta ciudad era muy grande y sería muy difícil encontrarle. Al final decidimos parar la búsqueda durante un día, y ya, si no aparecía... Ya veríamos que hacer.


Ese día estuve solo con Nathan, en su piso, intentando averiguar que había sucedido. Me dijo que Javier solía quedarse en casa y no permanecía mucho tiempo fuera de casa, eso me hizo preocuparme aún más. Le insistí en volver a buscarle y, tras un rato de súplicas salimos y recorrimos toda la ciudad. Cuando estaba más cansada y apunto de rendirme llegamos al lugar del día anterior, donde había estado Nathan escribiendo en su diario, después de que Javier y yo nos besaramos. Y, allí estaba, con una chica muy atractiva. Y... la estaba abrazando, acariciando su espalda baja, entonces se separó y pude ver cómo la besaba. En ese momento me derrumbé. Sé que él y yo no éramos pareja pero, había jugado conmigo de una forma muy descarada... Sin pensar, solamente me di la vuelta y comencé a caminar, con algunas lágrimas cayendo por mis mejillas.


Nathan, sin poder creerlo también, fue conmigo.

-Laura...

-¡Déjame en paz!


Chillé dolida, y corrí hacia mi piso. Me preocupé mucho por un tío que al final solo estaba tratándome como un juguete.


-Nathan-


A la vera del caminoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora