~Capítulo 5~ la guerra comenzaba

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Observó el vaso casi vacío y luego corrió la mirada hacia el reloj. Acción que venía repitiendo desde hacía media hora, sin entender por qué.
Diría que tenía la mente en blanco, pero sabía que no era así. En su mente solo tenía una cosa, más bien, una persona.

Perrie Edwards.

La odiaba. Y si no la odiaba, estaba a punto de hacerlo. Pero no podía negar lo malditamente bien que se había sentido follarla. El problema era que se la había follado para demostrar que con él no podía jugar y ahora él tenía ganas de más.
Sus gemidos, el sonido tenue que energía de su garganta cada vez que él golpeaba su interior, el compás acelerado que llevaba su respiración a medida que incrementaba su excitación cada vez más próxima al orgasmo. La sensación de tocar su suave cuerpo, el sabor de sus labios, lo húmeda que era, lo bien que se ajustaba a su virilidad. En especial, cómo se había corrido.. Demasiado como para ser una follada rápida, era casi incoherente.

Su celular sonó, sacándolo de la ensoñación donde mezclaba molestos recuerdos con nuevas fantasías.

-Qué pasa?-

-Hoy tenes la primer sesión, preparado?-

-Cuándo no estoy preparado?- rodó los ojos si bien sabía que su amigo no podía verlo.

-Enfrentarse a la princesita de oro puede necesitar cierta meditación previa..- medio se burló al otro lado del teléfono y Zayn gruñó.

-No seas idiota.-

• • •

-Va a perforarte las pelotas con esos taco aguja que usa.-

-No van a parar? Ni que fuera la puta diosa.- masculló, mirando a sus amigos que reían.

Estaban fuera del tribunal esperando que llegara el cliente de Zayn y luego adentrarse para la primera sesión. Pero estaban demasiado pesados jodiendo con la figura de su oponente y no era nada cómodo considerando el maldito sueño que había tenido en sus tres horas de descanso.

-Malik.-

-Larsson.- asintió tras tirar al piso su cigarrillo y pisarlo. -Listo para esto?-

-Por supuesto.- egocéntrico como él, los hombres parecían almas gemelas.

-Bien, entonces entremos.-

Ambos caminaron dentro del tribunal y pudieron ocupar su lugar, así como ya lo hacían Perrie y su clienta. Miradas cruzadas y pura oposición, enojo y demasiada tensión.

Se pusieron de pie en cuanto el juez entró y dio inicio a la primera sesión.

-Es muy importante que tengan en claro que están dispuestos a pasar por todos este proceso. Los divorcios llevan tiempo y no son algo fácil, así que quiero que piensen si en verdad quieren continuar con esto. Una vez que comienza, no hay vuelta atrás.- advirtió -Sra.Larsson?-

-Sí, su señoría.- confirmó de lo más segura y fría, maldiciendo el ser llamada con el apellido de aquel hombre.

-Sr.Larsson?-

-Sí, su señoría.- asintió.

-De acuerdo. De ser así, se da inicio a la primera sesión por el divorcio de los señores Linda y Mark Larsson.- el mazo golpeó y se hizo sonar en toda la sala.

La guerra comenzaba.

• • •

-Nos vemos el jueves.- citó Zayn a su cliente, mientras todos ya salían de la habitación. La primera sesión de las tantas que le seguirían, había terminado.

Mark Larsson asintió y salió del lugar, dejando a Zayn libre para mirar a la rubia que había rugido durante la última hora.

Su problema era querer que ella volviera a rugir su nombre.

Volvió a recordar su sueño. Aquel donde ella se escurría en su oficina y poniéndose de rodillas entre sus piernas, se encargaba con su boquita roja de aumentar su erección y hacerlo descargarse contra su húmeda lengua. Tan malditamente satisfactorio como las ganas que tenía de golpearse al despertar y ver sus pantalones. Se sentía como un pre-adolescente, teniendo sueños mojados que lo hacían tener que lavar su ropa todas las mañanas.
Pero ya no tenía trece años, no dormía más tiempo que el que pasaba trabajando y no tenía tiempo ni ganas como para dedicarle sus pocas horas de sueño a una mujer que aborrecía y quería destruir; haber tenido que poner a lavar sus calzoncillos manchados había sido de lo más humillante y golpeado en su hombría. A qué hombre de treinta años le pasaba eso?

No pudo evitar seguirla con la mirada mientras ella caminaba fuera del lugar. Y él hizo lo mismo que ella, tomó su maletín y salió de ahí, viendo cómo ella se perdía en el baño.

Era tarde así que no quedaba casi nadie, la gente solía querer escapar rápido para ir a su casa con su familia y seres queridos. Pero él no tenía a nadie esperándolo en su apartamento más que una cara botella de whisky; sus amigos habían quedado con sus novias o familias así que no saldrían y él tras recordar aquel sueño no pudo evitar sentir sus pantalones comenzar a tirar. No pensaba volver a usar su mano, no cuando cualquier chica desearía hacerse cargo de él y su calentura, así que estaba decidido con lo que estaba a punto de hacer.

Antes de pensar una vez más y quizá arrepentirse, caminó tranquilamente por el pasillo y abrió la puerta del baño de mujeres. La rubia se retocaba el labial, sin percatarse que quien había entrado no era una de sus pares.

Pero sintió el par de ojos persistentes ardiendo fijos sobre ella, y lo miró, sorprendiéndose de que estuviera ahí.

Lo observó ponerle la traba a la puerta y lo miró con una ceja alzada.

Zayn se acercó y ella se fijó en sus pantalones, no podía disimular su erección, creciente. Los labios rojos se curvaron en una sonrisa.

-Qué, te ponen los baños?- rió, si bien él tenía el rostro serio y los ojos oscurecidos.

La repuesta del hombre fue simple.

Una de sus manos se posó en el borde de sus pantalones y desprendió el botón, bajando el cierre.

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Hey... creo que todos necesitamos algo que nos levante el ánimo, en especial una personita a la que quiero muchísimo, así que estuve pensando que quizá pueda subirles dos caps hoy.

El segundo depende de ustedes 😊

Espero que les haya gustado y me dejen sus comentarios que me encantan. Muchas gracias por todo.

See ya soon

~Foreveryoung:)

The devil in your eyes  *Zerrie* |CANCELADA|Where stories live. Discover now