~Capítulo 11~ donde hay tres hay cuatro

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-Maldita princesa de oro.-

-Te dije, tenía buen material para exponer.-

-¿Cómo mierda consiguió esas fotos?-

-Su cliente es más inteligente que el tuyo.-

-¿Quién carajos es su contacto?-

-Tiene que ser más que uno.-

-Necesito conseguirlo, voy a quitarle todos los recursos. Quiero tenerla atada de pies y manos, sobre la alfombra de mi maldita sala.- soltó furioso, ella no podía hacerlo ver así de pequeño frente a todo el juzgado.

-Yo también la quiero así en mi sala.- rió su amigo con picardía y eso no hizo más que aumentar su molestia.

-¿Ahora queres follarte a mi competencia? Gran amigo.-

-Oh vamos, esa mujer puede ser tu pesadilla pero estoy seguro que sabe jugar bien lindo a los sueños.-

-Tu puta boca. Cerrada.- continuó maldiciendo mientras ambos subían a su moderno auto -Más te vale llevarme a un buen bar.- insistió, cediéndole el lugar de conductor

-¿Creí que ibas a continuar trabajando en esto?-

-A la mierda. Necesito algo más fuerte que lo que hay en mi casa.-

-Amigo, son las cuatro de la tarde.-

-¿Desde cuándo nos importa la hora?-

El castaño se encogió de hombros y le dio la razón con una sonrisita. No podía discutirle en esa ocasión.

-Hoy fue a verme Melanie.- comentó después de comenzar su segundo vaso. Queriendo distenderse con quien consideraba su mejor amigo.

-¿Apareció en el departamento?-

-Sí. Quería sus cosas.-

-¿Las que quemaste?-

-Sí.- rió levemente y con otro trago, recordando la expresión se aquella mujer al entrarse de lo que había hecho. -Demasiado patética. No vale la pena.-

-¿Eso es resentimiento?-

-Disgusto.- negó -Me da asco. Ella, sus suplicas.-

-Y supongo que también el hecho de que se haya acostado con tu primo.-

-Eso ya es problema de ese idiota. Me hizo un favor.-

-Antes no pensabas igual.- susurró, recordando el notable cambio en la actitud de su amigo.

-Antes era débil.- respondió el moreno acabando con el vaso -Y un buen abogado no puede serlo.-


-Hola Katie.- saludó al teléfono, cerrando la puerta del apartamento tras ella. -¿Cómo está todo por ahí? ¿Ya hablaste con Nick?-

La respuesta del otro lado de la línea le resultó satisfactoria. Le alegraba saber que su amiga estaba bien y feliz con su embarazo, que lo había logrado compartir con su marido y que ahora estaban invitándola a su pequeña cena de celebración.

-De acuerdo. Nos vemos. Te quiero.-

Tiró a un lado su celular y se dejó recostar en el sillón y encender la televisión. Casi no hacía uso de ese artefacto en su tiempo libre; si no estaba trabajando, estaba comiendo algo a las apuradas y en el mejor de los casos estaba durmiendo. De vez en cuando lograba estar lo suficientemente despejada como para disfrutar propiamente de un filme. Y ahora ciertamente estaba dedicando aquel sagrado tiempo a permitirle a la competencia follarla.

¿Qué diablos estaba haciendo?

Por unos minutos le resultó frustrante tomar cuenta de que no sólo había fallado a su ética y a su moral, si no que se había fallado a sí misma al dormir con aquel hombre, numerosas veces. Estaba jugando con fuego, probablemente él estuviera intentando jugar alguna clase de juego idiota y manipulador con el afán de vencerla en el juicio.

Pero eso a su cuerpo no le importaba en absoluto. Maldita fuera su piel tan tentada a lamer veneno.


Sí. Ver a Melanie esa mañana había sido una mierda. No quería volver a encontrar su rostro o rastro alguno suyo. Recordar la forma en que había pisoteado su hombría le molestaba de sobremanera y le hacía replantearse por qué no se había dado cuenta antes que todas las mujeres eran en verdad manipuladoras. Y él se sentía demasiados hombre como para poder permitir eso, el machismo le brotaba por cada poro del cuerpo. Eso lo había vuelto peor que nunca.

Una mujer engañando a un hombre.. Ja y eso que siempre se cree que es al revés. La gente a veces es tan estúpida e ingenua..

<<Ellas pueden ser tan perras como nosotros zorros.>>

Entonces la idea le iluminó la mente. Quizá esa fuera la respuesta para cómo responder a la exhibición inconveniente del amorío de su cliente en la sesión del día.

Linda Larsson también tenía que ser una pecadora.
Donde hay tres hay cuatro, y él se lo demostraría al juzgado.

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Sé que la forma en que se expresa Zayn y sus amigos y los pensamientos que saltan cuando narro desde la parte de él, son bastante machistas y desagradables; pero es parte de lo que son esos personajes y lo que representan. A lo largo de la historia, va a haber un cambio.

Pero era aclarar que por supuesto, lo que mis personajes dicen o piensan es propio de ellos y sus personalidades criticables; y no lo que yo realmente siento al observar la realidad.

Espero que eso se sepa entender, así como mi demora constante para actualizar la fic.

Si alguien aún lee esto y quiere que siga intentando continuar, agradecería algún comentario.

Muchas gracias por todo.

The devil in your eyes  *Zerrie* |CANCELADA|Όπου ζουν οι ιστορίες. Ανακάλυψε τώρα