- Es hora de que descubras el mundo, pequeño Jisoo – le dio palmadas en el hombro y Jisoo rodó los ojos.

Siguieron mirando entre murmullos nerviosos, golpes en el brazo del otro y miradas a los alrededores cuando una voz de adulto les gritó desde el mostrador "¡EH, USTEDES! ¿QUÉ ESTÁN HACIENDO AHÍ? ¡ESTÁN ROBANDO!", poniéndose de pie con rapidez y caminando furioso hacia ellos. Jisoo botó las cajas en sus manos y se agarró del brazo de Jeonghan.

- Estamos muertos, Dios mío, le va a decir a mis papás, voy a morir, me van a matar Jeonghan estoy tan muerto – comenzó a hablar Jisoo sin tomar aire ni hacer pausas. Jeonghan le dio golpes en el hombro.

- ¡Jisoo tranquilo! – lo regañó haciendo que se quedara callado. Tragaron saliva cuando el hombre se paró frente a ellos.

- QUÉ ESTÁN HACIENDO AQUÍ – dijo furioso frente a ellos tomándolos a ambos del brazo. Jeonghan soltó la caja que tenía y negó con la cabeza.

- No estamos robando, lo juro – habló rápido, sintiendo que si no arreglaba eso Jisoo se moriría de pánico. El hombre miró los productos en el suelo y los miró de vuelta con una ceja levantada.

Finalmente, con la vergüenza de su vida, tuvo que explicarle al hombre (y a su esposa que se acercó a ver qué pasaba) que no estaban robando, que querían comprar condones y no tenían ni idea de cuáles necesitaban. Tuvo que explicarle que era para ellos dos, luego tuvo que explicar que literalmente era para ellos dos y no para cada uno con una mujer y cuando ya no podía tener más vergüenza y no podía haber sudado más la mujer procedió a ayudarlo a elegir, riendo ante "lo rápidos que son los jovencitos de hoy en día" y ofreciéndole otros productos que le servirían. Terminaron saliendo con condones, lubricante, crema para la irritación y las caras rojas de vergüenza. Ambos prometieron nunca más volver a comprar a esa farmacia.

Les tomó días tocar el tema otra vez, pues cada vez que se acordaban recordaban el momento de pánico en la farmacia y suspiraban agotados mentalmente. Los productos comprados quedaron en custodia de Jeonghan, pues Jisoo de solo verlos se sentía enfermo. No fue hasta una tarde en casa de Jisoo, solos otra vez, en que olvidaron toda la vergüenza entre besos tímidos, los cuales lentamente se transformaron en señal viva del amor que sentían por el otro. Cada vez que se besaban sus corazones latían igual que la primera vez y sus cuerpos enloquecían de la misma forma. Estaban enamorados. Estaban locamente enamorados y ya no podían contenerse más.

Se encontraron una vez más sobre la cama de Jisoo, este sentado sobre el regazo de Jeonghan quien acariciaba su espalda debajo de su camisa, los sonidos de éxtasis se escapaban entre suspiros pues eran débiles y no lograban mantener las fuerzas para fingir ser adultos experimentados. Eran jóvenes, estaban enamorados y estaban desesperados.

- Vamos a... - susurró Jisoo escondiendo su rostro caliente en el espacio entre el hombro y el cuello de Jeonghan. Este sintió cosquillas - ¿Vamos a hacerlo ahora? – dijo en un hilo de voz.

- Si quieres – respondió Jeonghan sintiendo sus pies cosquillear al sentir el aliento tibio en su cuello – S-solo si quieres.

Jisoo negó con la cabeza – No lo sé.

Se quedaron en silencio largo rato en la misma posición, respiraciones aun agitadas; Jeonghan no dejó de deslizar la yema de sus dedos por la espalda tibia del menor en ningún momento, causándole escalofríos de vez en cuando y algunos jadeos nerviosos. Se miraron al fin a los ojos con el mismo fuego ardiente de su primera vez, sintiendo que una vez más no necesitaban palabras para expresar aquello que estaban sintiendo.

Se desvistieron de a poco, tomándose su tiempo, los padres de Jisoo aún no llegarían así que tenían tiempo de sobra. Admiraron el cuerpo desnudo del otro, sintiendo el ritmo de sus corazones bombeando con fuerza. Tragaron saliva entre besos y caricias y roces y solo se separaron cuando Jeonghan se levantó para tomar las cosas de su mochila. Al volver Jisoo se había girado, recostado boca abajo abrazando una almohada, temblando.

Quizás es hora de olvidar [JiHanCheol]Where stories live. Discover now