Nuestro Destino. [TERMINADA]

No soy un peligro.

Sentí como algo se rompía en mi interior, pero no tengo derecho a nada, yo lo rechace y el consiguió consuelo en los brazos de ella. Saqué fuerzas no sé de donde y esboce mi más hermosa sonrisa cuando termine de saludar a todos y me acerque a él.

-Hola Maytecita. -se levantó y me abrazó.

Aquí vamos de nuevo Mayte...

Cerré mis ojos y aspire su aroma, Dios mío, sentí todo mi cuerpo temblar cuando rodeó mi cintura con sus brazos y por poco caigo nuevamente en ese abismo llamado Manuel Mijares.

-Hola gordo. -palmee su espalda y me aleje.

Su acompañante me miraba con recelo, pero ¿que tan peligrosa puedo ser? Soy todo lo contrario a ella.

Mido 1.50 mtrs, ella más o menos 1.70 mtrs.

Mi piel es toda blanca y pálida, la de ella está perfectamente bronceada.

Yo estoy algo rellenita, ella está completamente flaca y llena de curvas.

Se le nota a leguas que está toda operada... ¿Y eso qué? ¡Está mucho mejor que yo!

-Veo que estas muy bien. -le guiñé el ojo y él hizo una mueca. -¿No me piensas presentar a tu amiga?

-Novia. -corrigió ella abrazándolo y mirándome fijamente, sonreí hipócrita.

-Claro, mi amor ella es Mayte. May, ella es Vanessa, mi novia. -vi como "mi querida amiga" Vanessa sonrió victoriosa y carcajee para mis adentros.

Estúpida, ya me cayó mal.

-Un gusto Vane, que bonito ver al gordito con una mujer tan.. Tan bonita. -y tan hueca, no me hizo falta establecer una conversación con ella para darme cuenta de eso.

Manuel se movió incómodo.

-Bueno, los dejo para que sigan en lo que estaban. Con permiso. -reí y me di la vuelta.

Camine lo más rápido que pude y me bebí de un sólo trago la copa que me ofrecieron. Sentía una especie de adrenalina recorrer mi cuerpo, ¡Maldita sea Manuel y su noviecita!

Estoy celosa, sí, me estoy muriendo de celos.

-Hermana, ¿te sientes bien?

-¿Por que lo preguntas Isabel?

-¡Mira como me respondes! ¿Pasó algo con Manuel? -me miraba fijamente esperando mi respuesta.

-No, ¿que pudo haber pasado? Nada, absolutamente nada Isabel.

-¿Estas celosa de que este con ella? -levanté mi mirada y la fulmine.

Ella siempre dando en el clavo, respire profundo.

-Vamos May, responde la pregunta que te hizo Isa. -escuche la voz de Manuel y quise matar a mi imprudente hermana.

-¿Celosa yo? -solté una carcajada irónica.

-Yo los dejo solos. -dijo y se fue dejándome con todo el problema.

¡Isabel Lascurain, te voy a matar!

-Ahora que estamos solos, ¿lo vas a seguir negando? -me miraba fijamente, sentí mis mejillas calientes.

-No tengo porque estar celosa Manuel. Tu y yo sólo somos amigos, ¿no te queda claro todavía? Que tu me ames no significa que... -los labios de Manuel se posaron sobre los míos, hace tantísimo que soñaba con esto y hoy por fin se hacía realidad.

Lleve mis manos hasta su cuello y lo apreté contra mi. Sus manos acariciaban cada rincón de mi espalda, esto no esta bien ¡alguien nos puede ver! ¡Su novia está allá afuera! Abrí mi boca un poco más para profundizar el beso y él se separó.

-Si esto no es amor, ¿entonces que es, Mayte? -dijo mirándome fijamente, nuestras respiraciones estaban completamente agitadas, mis manos temblaban.

Y justo cuando le iba a responder...

-¿Que está pasando aquí?