VI

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Neve estaba de pie con una cámara colgando de su diminuto y casi inexistente pecho. Daba ordenes de una manera en la que lo haría un ratón a un gato.

-¡Blake! -suspiro la chica con alivio -. Por un momento no supe si vendrias o no.

-Bueno, ya estoy aquí -sonrió de mala manera.

-Mira, ellos son Sam -señalo a un chico gordo de piel morena oscura y a su derecha estaban un par de gemelas con los ojos enormes y piel oliva -Ellas son Dany y Mandy.

-¿Que es lo que tenían pensado? - soltó como si no le interesara quien era quien.

Realmente no le interesaba.

-Pensaba en ponerlos bajo el árbol riéndose de un vídeo gracioso de internet.

Banal, pensó.

-Tengo una idea -tomo a los chicos y los acomodo de una manera en la que parecía que las gemelas estaban jugando a las escondidas detrás de los troncos y el chico riéndose de la escena.

-¡Eres realmente bueno en esto!

-Lo se -dijo sin modestia -. Ponte aquí.

La sentó en el suelo, alejada de ellos, le dio un libro que abrió en una pagina al azar, su cara de intriga le dio un toque espectacular a la fotografía.

La sentó en el suelo, alejada de ellos, le dio un libro que abrió en una pagina al azar, su cara de intriga le dio un toque espectacular a la fotografía

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Por un momento, Blake creyó verla a ella detrás del lente, comenzó a ver ciertas semejanzas en aquella chica que antes no pudo notar.

Quería ver más de Halley, aun en el rostro de Neve

El artista que no tenía una musaDär berättelser lever. Upptäck nu