7 (parte 1)

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"Esto no puede estar pasando" Fue lo único que pensé mientras miraba a mi esposo. Se había dejado crecer la barba y su cabello castaño claro estaba todo despeinado, al parecer recién se había despertado y no tenía la mínima intención de disimularlo. Sus repetidos bostezos me irritaban tanto como él lo hacía en ese momento. Miré las botellas que se encontraban esparcidas prácticamente por todo el living y contuve mis ganas de arrojarlas a todas contra una pared. Tenía tanta ira acumulada porque yo lo único que pedía era un poco de atención de su parte con respecto a nuestra hija y él, en cambio, exigía su tenencia...

—Mi abogada no me permite decir mucho y tampoco quiero hablar contigo

Sus ojos verdes se encontraron con los míos como tantas veces pero ahora en lugar de expresarme tranquilidad o amor no me expresaban nada más que desprecio.

—Solo vine a decirte que Bianca y yo nos vamos a Atlanta unas semanas porque tengo que grabar escenas de mi película

—Eso es exactamente por lo que pido la tenencia—Sacó un cigarro de su bolsillo y lo extendió hacia mí como señalándome—Nunca estás con ella, te la pasas trabajando y alejándola de mi

Reí sarcásticamente y le saqué el cigarro de su mano arrojándolo con todas mis fuerzas hacia el otro extremo de la habitación. Su departamento era hermoso pero, al igual que él, olía a humo y estaba completamente desordenado.

—¡Comencé a trabajar hace 1 mes idiota! —Me mordí el labio tan fuerte que sentí como el suave olor a sangre se apoderaba de mi boca. Despreciaba al hombre en que se había convertido Chris porque últimamente no hacía más que sacar lo peor de mí.

—¿De verdad crees que te van a dar la tenencia? ¿De verdad eres tan imbécil como para pensarlo? —Sonreí y recordé lo que me había dicho mí abogado horas antes— Hace más de un mes que no ves a Bianca por elección propia por supuesto. Eres un alcohólico, tu casa es un desastre al igual que tu vida y por el aspecto que tiene esto parece que cientos de prostitutas vienen a tu casa cada día.

Sabía que lo último no era cierto pero necesitaba decirle algo que lo hiciera enojar tanto como a mí me había hecho enojar el saber que exigía la tenencia de nuestra pequeña.

—¡No es verdad! —Su grito resonó en toda la habitación— ¿Y qué hay de ti? ¿Sigues acostándote con todos tus compañeros de trabajo?

Me acerqué tanto a él que su aliento chocaba con mi rostro y el mío hacía lo mismo con el suyo. Lo miré y recordé los buenos momentos que habíamos pasado juntos. No era una mala persona pero sus actitudes del último tiempo me habían llevado a despreciarlo.

—Puedes decir lo que quieras sobre mí, no me importa. Pero con respecto a nuestra hija tienes que tomar una decisión, si pides la tenencia y la conservo yo no la vas a ver nunca más en tu vida—Acaricié su mejilla de manera superficial y me alejé rápidamente de él— Tienes que elegir, te recuperas y la vuelves a ver luego de este tiempo convirtiéndote en el mejor padre del mundo o sigues peleando por su tenencia y no la ves nunca más.

No dijo nada, simplemente se limitó a mirarme como si fuera su peor enemigo. Aunque en ese momento lo era

—En realidad—Continué— sí puedes seguir viéndola luego de perder la tenencia, pero créeme que va a ser ella la que te va a rechazar por ser el peor padre. Ya no es una bebé, lo sabrías si la vieras seguido.

Abrí la puerta principal y me detuve allí, de espaldas a él.

—Voy a usar todas esas palabras que dijiste en tu contra—Lo escuché decir pero no me di vuelta para mirar su expresión.

—Eres inteligente Chris, yo se que vas a elegir la mejor opción de las que te di

Salí de su departamento rápidamente y caminé hacia donde había estacionado mi auto. Ya había anochecido y maldecí por eso. Era una de esas noches frescas en las que solamente se puede hacer una cosa sin morir congelada: dormir. Pero era el cumpleaños de Laura y había reservado un bar donde festejaríamos, y no podía decirle que no a quien siempre me dice que sí a todo. La verdad era que tenía miles de cosas en la cabeza y no podía dejar de pensar en mi divorcio ni en el viaje a Atlanta que íbamos a hacer en unos días con el cast de la película; necesitaba una distracción e iba a tomar el cumpleaños de mi mejor amiga para divertirme y distraerme. Realmente necesitaba una buena distracción, más que nada luego de la dura conversación que había tenido con Chris.

Inesperado -JoshiferDonde viven las historias. Descúbrelo ahora