Epílogo

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Después de dejar a Nagisa de nuevo, Guren se dirigió a las instalaciones del Ejercito Imperial Japonés. Tenía muy claro que Nagisa ya no confiaría más en él, y eso por dentro le causa algo de dolor, incluso Shinya lo dijo: "Si haces esto, ella jamás volverá a confiar en ti". Pero tenía que hacerlo, era la única forma de infiltrarse a esas instalaciones.

Al momento de llegar, revisaron si llevaba algo peligroso, obvio, llevaba su arma. Para entender que no haría daño, la coloco en el suelo lentamente, he hizo llamar al comandante Kureto.

Guren aún se sentía mal, quería volver con Nagisa y sus amigos, pero sabia que no podía, tendría que hacer esto ahora o nunca, es la única manera para que puedan dejar a Nagisa tranquila, de una vez por todas.

Al entrar a las instalaciones, Guren se ubico donde le indicaron, y mientras camina por toda la habitación, culpa a Mahiru por todo lo que esta pasando, si ella no tuviera poder sobre él, todo sería diferente. Sabia que debía alejarse de Nagisa, porque en cualquier momento Mahiru hubiera tomado control sobre él, y acabaría con Nagisa.

Después de hacer todos los favores sucios que Kureto le pedía, por fin se gano su confianza. Ahora le contaría sobre su arma, y de su plan de acabar con todos los vampiros, y dominarlos, Guren al escuchar el horrible plan de Kureto, decidió actuar lo más rápido posible, y sin que Mahiru se entrometiera.

Llegado el día, pensó en sus amigos, como hubiera deseado despedirse y explicar el mal entendido, pero tenía que hacerlo, porque, conociendo a Nagisa, no lo hubiera dejado ir.

Primero, entro en los laboratorios de las instalaciones, invocando a Mahiru, destruyó cámaras y maquinas, para ganar un poco más de tiempo hasta llegar al arma mortal.

Logró entrar después de matar a tantos guardias, contemplo el arma, a una pequeña niña. Sabia muy bien que era la hermana de Kimizuki, y que esta, desesperadamente, llamaba a su hermano para que viniera a rescatarla. Por la situación, sabia que Kimizuki no tenía idea de que su hermana estaba siendo un conejillo de indias, lo que hizo entristecer más a Guren, e hizo querer destruir de una vez las instalaciones.

Saco su arma, e invoco a Mahiru, haciendo que esta, apareciera como si fuera una bomba, lo que hizo explotar todo el laboratorio, y las instalaciones.

De tanta agonía, y de dolor, Guren alcanzó a decir algunas palabras, mirando el cielo resplandeciente: "Nagisa...Shinya... Lo siento..."

Owari no Seraph: Un nuevo comienzo (FanFic)Where stories live. Discover now