Consejos del mejor.

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06: Mantén esto en mente: ¡hay más peces en el mar!


Depresión. Esa era la palabra que se le venía a la cabeza a cualquiera que observara por más de dos segundos la cara de Ryû.

—¿Podrías dejar de poner esa expresión? Me estás dando flojera.

—Cállate, Daiki —gruñó.

Ambos amigos habían quedado de salir por la noche —ya que Daiki jamás se levantaría en la mañana— a hacer ejercicios de piernas.

—Al menos dime por qué tienes esa cara.

—¿Desde cuándo tan interesado? —preguntó la otra de manera hostil.

—Sólo quería saber —respondió molesto.

—Lo siento —murmuró Ryû—. Solamente no es mi mejor semana.

Comenzaron con un trote suave, que poco a poco se fue convirtiendo una carrera por parte de ambos, y lo mejor, sin decir ni una palabra. Simplemente se daban unas miradas cómplices mientras corrían, sonreían con altanería y aumentaban automáticamente el ritmo.

Daiki ganó, gracias a que Ryû había elegido rendirse. La castaña se tiró al pasto, con una respiración completamente irregular.

—¿Qué le viste a Kagami? —preguntó de la nada el de piel morena.

—¿Ah? ¿Qué? ¿CÓMO? —Ryû se paró del suelo en cuestión de milisegundos y casi se tira arriba de Daiki.

—Estaba hablando con Satsuki y a ella se le salió de repente, creyó que no le había escuchado, pero no fue así.

—Satsuki... —gruñó Ryû.

—No tiene la culpa, solamente se le salió —dijo, quitándole importancia con una gesticulación de manos—. Pero en serio, ¿qué le ves a ese idiota?

—¡No le digas así! —chilló—. Es sólo que... —se sonrojó como un tomate en menos de un segundo— ¡TAIGA-KUN ES TAN LINDO! —y comenzó a fangirlear.

Daiki la tomó por un hombro y le golpeó las mejillas unas cuantas veces, mientras le pedía que se callara.

—¿Es por eso que estás haciendo el esfuerzo de ser más «femenina» y ahora estás más pegada a Satsuki?

—Algo así —murmuró—. Taiga-kun dijo que le gustaban las chicas así... y a mí... me ve como un chico. Quiero gustarle, en serio.

—Oye... no es como si fuera un experto en estos temas o algo, pero... —Daiki habló un poco incómodo—, ¿no deberías de gustarle por lo que realmente eres? Una amachada, no serás femenina, pero eres una chica que se comporta como chico con orgullo y sin mentiras, ¿verdad?

Ryû lo miró directamente a los ojos.

—Solamente... quiero cambiar un poquito, eso es todo.

—¿Realmente quieres hacerlo? Y aunque lo hagas, algún día te pillará la mentira, maldición Ryûnosuke, tus pedos son más hediondos que los míos, no pensarás que serás una fresita, ¿o sí?

—¡No menciones eso, tonto! —gritó, dándole un golpe en el hombro.

—A lo que quiero llegar es que, hay más chicos que seguramente te querrán por ser cómo eres, y vivirás cómoda, sin inseguridades.

—¿Quién querría a una marimacho? —preguntó, poniéndose triste.

Daiki, en un intento de ser «amigable», le palmeó la cabeza a Ryû, pero lo único que logró fue que la chica se quejara porque casi se la hunde.

—Bruto —le reclamó.

—Ahora entiendo por qué Satsuki no me deja que la toque —suspiró.

—O quizás es porque eres un pervertido y tiene miedo de que le agarres una teta o algo.

Daiki se encogió de hombros mientras asentía, gesto que significaba: «tal vez tengas razón».

—Vamos a casa.

En el camino al tren, siguieron hablando.

—Sabes, Daiki. Creo que mañana me voy a confesar a Taiga-kun.

—¿En serio? —Daiki la miró sorprendido.

—Sí, aunque ya tengo ganas de llorar porque sé que seré rechazada.

—Eres muy optimista.

—Sí.

—Buena suerte, supongo.



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MANUAL: Cómo conquistar a Kagami Taiga. [CANCELADA]حيث تعيش القصص. اكتشف الآن