Prologo

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12:00 PM

Nadie aún me buscaba, ya iban dos horas después de mi límite fuera de casa.
Si ellos no querían entender por las buenas, no me quedaba de otra que mandarles a poner atención hacia mi persona por las malas.
Seguí mi plan a la perfección, deje mi Cadena favorita sobre mi almohada, mis aretes que había usado la primera noche que descubrí de lo que era capaz dentro de un cofre escondido debajo de una tabla suelta de mi habitación de la cual solo ibas a poder darte cuenta si ponías tu peso sobre ella con firmeza.

La ropa, si, la ropa.
¿Donde la había puesto?
Ah, cierto. Ya debería de estar en camino.

¿Y los zapatos?
Bueno, creo que serían un problema.
Y no pensaría en ellos, ya estaba llegando al tramo donde solía confundirme y si me sumía en aquel dilema de mi plan podría perderme y no quería hacerlo de verdad, aunque técnicamente ya lo estaba dentro de mi cabeza.

"La promenade des pins."

Allí era donde debía de doblar, esa era la entrada que debía de tomar. Tenía el mapa en mi bolsillo, había estudiado aquel tramo y me lo sabía como la palma de mi mano, creo.

Toco mi campanita y tomo el tramo.

EsquizofreniaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora