Separo, se calzo, acomodo su camisa y cuando estaba por saltar por su ventana, la mano de Akane, lo detuvo

- ¿A donde te vas? -le pregunto algo histérica, lo que no agrado nada a Mikaela

- Suéltame -le gruño, pero ella no le hizo caso. El rubio giro su rostro, mirándola a los ojos fijamente . Suéltame -le volvió a gruñir mas enojado aun, y cuando un escalofrió le atravesó la columna vertebral, soltó su agarre

Sin decirle nada mas, salto en el aire, desvaneciéndose en el

Akane quedo mirando a la nada

Una fuerte oleada de celos comenzó a recorrer su cuerpo, haciendo que salgan sus colmillos cuando su furia se apoderaba de su ser

No sabia a donde iba ni con quien, pero Mikaela era de ella, así lo habían dispuesto sus familias

No podría escapar de ella, aunque eso quisiera el

°°°°°°°°°°

Cuando regreso a su hogar, nuevamente tuvo que escuchar el sermón de su padre por haber dejado sola a su prometida, pero no le presto atención y se fue a su habitación

Necesitaba descansar, dormirse y no despertar hasta mañana

Su sed de sangre iba en aumento, necesitaba saciarse pero no de cualquiera, ya que había intentado tomando algo de sangre de su madre pero no había funcionado

Sentía un sabor dulce en su paladar y no lograba distinguir de onde lo había probado, pero le recordaba a Yuichiro, con su perfume a rosas 

¿Sería ese el sabor de la sangre de ese azabache?

Su boca comenzó a hacerse agua de solo pensar en clavar sus colmillos en ese blanquecino y delicado cuello, de solo pensar en probar su sangre y escuchar sus leves gemidos al introducirlos en el

Se imaginaba sus manos prendidas en su camisa, su aroma a deseo

Sus jadeos al sentir como su sangre salia de su cuerpo y se introducía en su boca

Su lengua terminando de lamer esos pequeños borbotones y como su paladar terminaba de saborear esa bebida tan exquisita y exótica

Su pecho comenzó a arder y sus colmillos dolían levemente, su sed fue en aumento y sentía como su cuerpo se calentaba de solo pensar en ese niño. En sus sonrisas, en su mirada, en su dulce voz, pero sobre todo en su cuerpo tallado por los mismos ángeles. Su pequeña cintura, sus largas piernas y sus caderas algo anchas, todo en el era perfecto

Comenzó a dar vuelta y vueltas en su cama, sin poder dormir, no lograba conciliar el sueño y menos pensando en ese niño, Se levanto, vistió y como un rayo termino en la ventana de la habitación del azabache, que para su buena suerte estaba abierta, viéndolo dormir

Estaba una camisa blanca larga y ancha para dormir de seda que se apegaba suavemente a sus curvas y estaba tapado con una sabana sobre su vientre

Sus ojos comenzaron a recorrer su cuerpo. Su brazo apoyado en su vientre y el otro flexionado al lado de su cabeza, su pecho subiendo y bajando lentamente debido a su respiración tranquila, sus largas piernas descubiertas pero por sobre todo, unas gotas de transpiración recorrían su cuerpo

Deseaba lamerlas, desde inicio a fin

Saborear su piel y volverse completamente loco

Se acerco a el y con la punta de sus dedos acaricio su brazo, haciendo que el se mueva levemente

Muy mala idea

Con ese movimiento, se subió su camisa, dejando a la vista su ropa interior

Los ojos del rubio no tardaron en posarse en esa prenda, tan inmaculada y tan segura, resguardando ese lugar sagrado que seguramente lo declaraba como virgen

Su sangre comenzó a hervir, y no exactamente por su sed, sino por el deseo. Por ese deseo hacia ese jovencito que le carcomía el alma, que le quemaba las entrañas

Necesitaba hacerlo suyo, pero eso era imposible

No podía...

No debía

Respiro hondo y con la poca cordura que le quedaba se alejo de allí, volviendo a su habitación

Necesitaba enfriar su mente y mantener sus manos lejos de ese niño

._._._._._._._._._._._.

Hola~

Oie, ese Mika 7w7

Se que no soy la única que lo disfruto(?

Khe

Los jamo

Bye~




•Trueblood• [MikaYuu]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora