Final

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A veces para llegar a la felicidad tienes que pasar por momentos difíciles pero que al superarlos te das cuenta que, solo te ayudaron para ser más fuerte...

Camila miraba con adoración a su esposa, la cual estaba en el pasto jugando con su pequeño, entre sus manos tenia un pequeño lobo de juguete, no podía evitar sentir emoción al verlos.

-¿Que hacen las dos personas más importantes de mi vida?-. Dijo Camila llegando a lado de ellos.

-¿Y yo que? También soy tu hija-. Dijo Luna mirando mal a su mamá.

-Lo eres... Pero ya eras mayor y siempre seras mi niña, aunque en estos momentos estas más entretenida con tu esposa que estar con tu madre que tanto te ama-. Dijo Camila haciendo reír a su hija.

Los demás habían salido atraer cosas que necesitaban, pues tanto los licántropos y lobos comían todo lo que encontraban, no podían evitarlo.

Y en la gran casa solo se encontraban Camila y sus hijos junto a su esposa, no querían ir con los demás porque estarían gritando y molestando como era habitual todos los días.

-¿Tengo que bañarlo?-. Preguntó Luna que sostenía a su hermano todo encueradito.

-Si... Hay que tener practica para cuando tu y Keana tengan uno-. Dijo Lauren mientras recargaba su cabeza en el hombro de su esposa.

-¿Y si no quiero? Vamos no creo que eso sea necesario... Es su hijo-. Dijo mirando a ambas mientras hacia una mueca.

-Pero es tu hermano... Anda, que no saldrás de aquí hasta que lo bañes-. Dijo Camila mientras veía como su hija murmuraba algo.

-¿Que se supone que haga primero?-. Pregunto Luna mientras ponía a su hermano en la tina con agua tibia.

-No se... Derrepente se me olvido-. Dijo Lauren mientras trataba de no reír.

-Si claro-. Dijo Luna mientras sacaba con una mano su celular par buscar "¿Como bañar a un bebé?".

Un amor imposible se puede volver en un amor posible. No importa las situaciones que pasen, porque si son capaces de afrontar juntos cada uno de los obstáculos, lograran lo que tanto desean...

Camila y Lauren no paraban de reír al ver a su hija mayor viendo un tutorial para bañar a su hermano, Camila tenia una de sus manos rodeando la cintura de su esposa.

Lauren no dejaba de pensar en como había llegado ahí, a este punto donde era completamente feliz, había sufrido pero todo había validado la pena.

En un momento Camila y Lauren se voltearon a ver perdiéndose en los ojos de cada una, ambas enamoradas y felices, Camila acarició el rostro de Lauren la cual cerro los ojos al sentir las caricias de su esposa.

-¿Sigues pensando que no te merezco?-. Pregunto Camila dándole un pequeño beso en la mejilla a Lauren.

-No... Ahora pienso que soy demasiado buena para ti... Deberías darme el divorcio-. Dijo mientras golpeaba ligeramente con su dedo la nariz de Camila.

-¿Divorcio? No cariño... Tu estas atascada conmigo para toda la vida-. Dijo sonriente.

-¿Que puedo hacer?-. Dijo Lauren mientras miraba a su hija que tallaba con cuidado el cuerpo de su hermano.

Al otro lado de la ciudad Marie y la demás familia compraban comida en el supermercado, hace unas horas que Dinah se había acabado el paquete de galletas que sobraba.

-Todos en esta familia comen demasiado-. Murmuro mientras miraba los estantes buscando sus galletas.

-¿Buscas esto?-. Dijo una voz detrás de ella.

Marie abrió mucho los ojos, podía reconocer esa voz en cualquier lugar, inmediatamente sus ojos se llenaron de lágrimas, no podía creer lo que estaba pasando.

-¿No me dirás que me has extrañado? Porque yo si... Mucho-. Dijo Ricky mientras sonreía.

Marie no soporto mas y se arrojo hacia su amado mientras lágrimas caían de los rostros de ambos, estaban tan felices de volverse a ver, de poder tocarse de nuevo.

¿Que esperas para ser feliz?... Esta vida no es un cuento de hadas, si no sales y luchas por tu cuenta, nunca lograras ser feliz. Tendrás batallas duras, donde dirás "Ya basta" "Ya no puedo"... Pero no te rindas, sigue adelante... Lucha... Lucha con todas tus fuerzas.

Marie no era la única que había vuelto a ver a su único amor, Kellan estaba viendo a su esposa, ahora todos podían ser felices.

Dinah y Vero seguían pelando por quien manejaba aquel carrito de supermercado mientras los demás se burlaban de ellas.

Keana y Lucy estaban viendo una revista, ambas querían comprarse esa ropa que la modelo tenía pero después dijeron que no era para tanto.

De regreso en la casa Lauren y Camila estaban completamente mojadas, pues a Luna se le había ocurrido mojar a sus madres cuando ambas se veían como cachorritos.

-¡No!¡Basta!-. Grito Luna mientras corría con su hermano en brazos, el pequeño no dejaba de reír.

-¡Venganza!-. Grito Lauren mientras corría para atrapar a sus dos hijos.

-¡Traición!-. Grito Camila cuando Lauren le había arrojada la cubeta con agua.

En aquella casa solo se podían oír los gritos de felicidad de esa peculiar familia, Luna corría de un lado a otro tratando de que no la alcanzaran.

Camila había atrapado el tobillo de Lauren haciendo que cayera, ambas tiradas en el piso reían, felices. Luna corrió y subió encima de ellas con su hermanito que estaba envuelto en una cobija.

Cuando los demás llegaron se rieron al ver a los cuatro en ese estado, mojadas y riendo como niñas pequeñas y sin preocupación alguna.

-¡Yo también quiero jugar!-. Grito Dinah agarrando el florero que había en una mesita, después arrojo el agua a la pequeña Ally.

-¡Te voy a matar!-. Grito Ally correteando a Dinah.

Todos dejaron las bolsas en el suelo mientras jugaban, incluidos Megan y Ian que se comportaban como niños en esos momentos.

¿Pero a quien le importa? Hay que disfrutar cualquier momento de felicidad ya que nada se repetirá.

-Te amo mi lobo solitario-. Dijo Camila besando la frente de Lauren.

-Como yo te amo... Solo que ya no soy un lobo solitario, nunca lo fui-. Dijo Lauren mirando a su familia riendo y siendo felices como debió ser siempre.

Eclipse (Camren Gip) Where stories live. Discover now