Capítulo 02

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Notas del autor: El segundo capítulo, que por lo menos compone 3 o 4 capítulos anteriores.

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Era temprano en la mañana, mire la hora y me di cuenta que eran las 6:35 de la mañana. Me levanté de mi cama y fui al baño a cambiarme de ropa. Suspiré cansado, pensando que cualquier chico de mi edad ni loco se levantaría a esta hora un día sábado, pero como soy yo; es otro cuento.

Me puse a ordenar sin meter ruido en la casa todos dormían y yo no.

Como desearía ser una persona normal, con una familia normal.
Después de terminar más o menos a las 8:30 me senté en el sillón a desayunar mientras los demás aún dormían. Mi padre tendría libre este día para estar aquí, así que no tendría problema de estar con ella, me puse un pantalón azul y una polera amarilla holgada, también amarre mí pelo en una coleta alta.

Sonreí al verme hoy tendría tiempo de jugar.

Ya cómo las 10 de la mañana mí madrastra y mí padre se levantaron, ya a esa hora mi hermanastro también lo estaba. Ella me pidió comprar unas cuantas cosas para el almuerzo así que fuí feliz de saber que tendría que salir de esa casa. Salí con el dinero tranquilamente de la casa, pero cuando llegaba a la esquina del pasaje del cual vivíamos, me di cuenta de una camión grande con muebles, me escondí un poco y miré en dirección a la casa de esa esquina.

Un chico de cabello rojo, hablaba animadamente con una mujer mayor muy parecida a él, mientras llevaban cajas hacia el interior de la casa, seguro van a vivir en esta casa.

No les tome mucha importancia y seguí mi camino hacia el almacén, la verdulería y carnicería.

Todo pesaba mucho pero no importó mucho, y seguí caminado de vuelta a casa. — Un gatito — miré al felino frente a mi y decidí jugar un momento, así empeze a imaginarme un mundo donde yo estaba feliz luchando contra seres malvado y teniendo amigos, incluí a Sugino y los demás conmigo en mi mundo dónde no existía mí madrastra ni mí padre solo mis amigos y yo.

Pero esa fantasía tendría que acabar ahora.

Cuando menos me lo espere ya estaba en la esquina del Pasaje cerca de los nuevos vecinos, pase al lado de él chico de cabello rojo, pero venía tanto en mis pensamientos que no me di cuenta que me miraba mientras yo hablaba solo e imaginaba mi mundo perfecto, para cuando estaba cerca de mi casa, mi cara debió cambiar demasiado, él me miró extrañado, pero como soy bueno actuando o eso quiero creer, le sonreí y pase rápido a su lado.

La tarde paso tranquila, y el terminar de mis libros me anuncio la hora de dormir.

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Suspire mientras miraba por el ventanal, esperaba que mí madrastra se fuera lo más pronto posible de la casa para saltar y gritar su partida, pero se demoraba mucho tenía muchas cosas que hacer cuando se fuera,  a pesar de tener el tiempo libre no lo hacía. Supongo que es la desesperación de que se vaya luego.

Me levante con cara de no querer hacer nada y me dirigí a la cocina para empezar a secar la loza.

—Bueno, estas adelantando trabajo— dijo ella de manera seria observando me.

Asentí ante lo dicho, "solo quiero que te largues luego de la casa" Pensé. —Así tengo mas tiempo para estudiar, además tengo que leer el libro que nos han pedido para este mes.

—Espero te tengas la mejor nota, lo único que tienes que hacer es estudiar.

—Si, no se preocupe — "claro como usted lo único que hace es cocinar tres veces al día y yo tengo que hacer todo lo demás, no tienes de que preocuparte" dije en mi mente de la forma más cínica posible.

En Solo Una Vida (Editando)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora