© 《Acostúmbrate It ©

1O2

Una vez más vuelvo a pensar en todo, la verdad resulta imposible no hacerlo.
-¡Hailey!- grita Camila entrando a la habitación.
-Estoy fuera- respondo en el mismo tono.
La veo acercarse bajo su vestido amarillo largo, me sonríe mientras avanza y yo nado hasta el borde de la piscina.
-Acaban de llegar las fotos- me dice emocionada abriendo su Mac.
Salgo de la piscina y me envuelvo en una toalla para acercarme a observar.
Las fotos de la sesión que hicimos hace algunos días en este lugar.
-Ambar dice que aún no están editadas pero quieren que elijas tu favorita para la portada.
Nos sentamos a mirarlas una por una.
-Esa- digo cuando en cuanto veo una.

-A mi me gusta más esta de aquí- murmura buscando entre tantas.
Mientras busca voy a por dos botellas de agua dentro de la habitación.
-¿Ya?- bromeó volviendo.
Ella asiente señalando la pantalla.

-Enviale las dos y que ellos decidan- opino.
-Perfecto- murmura Camila dejando su refresco en la mesa para reenviar las fotos.
-¿Ya sabes cuando nos vamos-
Niego, aún sin respuestas.
-Estaré en mi habitación- dice con un guiño que me hace sonreír.
Camina de regreso a la habitación para poder salir.
-¡Tu teléfono!- grita cuando entra pero sigue caminando.
Ruedo los ojos, molesta de tener que ir a responder, aún que... debe de ser Robert que le a dado la etapa de hermano sobreprotector.
Camino rápido para llegar antes de que cuelgen y el ver la foto que aparece en la pantalla me frena por completo.
Es Justin.
El corazón se me acelera, como la primera vez que besé sus labios.
¿Qué diablos hago?
-No va a volver a llamarte- me aconseja mi subconsciente.
Es cierto.
Levanto el teléfono y deslizo la pantalla para responder.
-¿Hola?- susurro.
Dos segundos de silencio.
-H-hola- balbucea- ¿Cómo estas?
¿Por qué adoro tanto su voz?
-Bien- murmuro- ¿y tu?
-Estoy bien. Pensé que no ibas a responder- agrega.
-¿Y aún así llamaste?
-Debía de intentarlo.
Perfecto, como siempre.
-Pues aquí estoy- respondo nerviosa.
-Así veo...
Ok, que incómodo.
-¿Dónde estas?- pregunto.
-En algún lugar del mundo donde Rory me a traído- dice y lo escucho libre.
-Debe de ser hermoso.
-No tienes ni idea, los atardeceres son de ensueño.
Lo decía por ti...
-Sería increíble que estuvieras aquí...
El corazón se me detiene.
-Lo mismo digo- admito desprendiendome de las raíces que han echado mis pies y regreso a la piscina, donde tengo una vista magnífica.
-¿Las Maldivias, no?
-Ajam...
¿Ha estado investigando sobre mi paradero?
-¿Por qué nunca me dijiste que te habían llamado para esa revista?- reclama.
-No tenía pensando aceptar- confieso algo incómoda.
-¿Por qué?
-Por ti- lanzo teniendo como respuesta silencio- quería pasar tiempo contigo antes de que te fueras...
-Deberías de saber que yo entiendo tu trabajo.
-Y lo se...
-¡Justin!- la voz de una mujer se escucha a lo lejos.
Mi corazón se descompone.
-Es la mamá de Rory- me informa.
Que idiota soy.
-Entonces deberías ir- susurro.
-Supongo- su voz está apagada.
-Podríamos vernos cuando volvamos a la ciudad, y ya sabes... hablar.
No fue tan difícil.
-Yo regreso mañana, te estaré esperando...
-Adiós...
-Adiós, bebé.
Escucho el pitido de que la llamada a finalizado por más de un minuto, mientras mi cabeza reproduce su "bebé" una y otra vez.
Se que lo a echo a propósito, pero a conseguido lo que quería.
Lanzo el teléfono a la tumbona y me lanzo a la piscina, feliz y pensativa por la llamada, al menos ya está asegurada nuestra salida para "hablar".