- Douglas McFallen es el mayor enemigo de tú padre desde que este se casó con tu madre. Y ya que no logró quedarse con tú madre, ahora quiere desposarse contigo. Por eso, me imagino que tú padre le pidió a Kendrick que se casara contigo. El problema está en que McFallen al enterarse de tú boda a enloquecido, y quiere matar a Kendrick para finalmente ser él tú marido.

Linsey sabía de quien estaba hablando Susan. Hacía diez años, tras la muerte de su madre, el castillo de Inverness había sido atacado por unos guerreros. Una vez los guerreros de su clan lograron vencerlos, su padre le había quitado importancia. Pero unos años después, durante la celebración de su dieciocho cumpleaños, alguien comenzó a gritar el nombre de su padre desde el otro lado de las paredes del castillo, y desde ese momento su padre se había empeñado en mantenerla protegida siempre.

Poco tiempo después escuchó una conversación entre su hermano y su padre. Ellos hablaban de Douglas McFallen.

Al parecer el tal Douglas había sido un pretendiente de la madre de Linsey, pero cuando está aceptó la proposición de matrimonio de Duncan McDonald, Douglas se volvió loco, y juró vengarse de él por arrebatarle el amor de su amada. Durante años había estado tranquilo, sus padre lo habían desposado con la hija de un Laird vecino. Douglas se presentó en el funeral de su amada Marie para llevar a cabo su venganza, pero al llegar allí y ver a aquella muchacha rubia, tan parecida a su amada, decidió que su venganza perfecta sería desposarse con la hija de Douglas y hacer de su vida un infierno.

- Susan, ¿Tú marido y Douglas McFallen son enemigos?

- No-. Dijo Susan soltando un suspiro-. El primer guerrero que llegó, lleva días merodeando los alrededores de Foyers, al principio Ken no le dio importancia, hasta que uno de nuestros guerreros lo reconoció como un guerrero McFallen.

- Pero, ¿Qué quieren? ¿Por qué atacan ahora vuestro hogar?-. Preguntó angustiada Linsey.

- No lo sé, pero seguro que pronto lo descubriremos.

Las dos mujeres se volvieron a asomar a la ventana justo cuando Douglas McFallen entraba en el patio de Foyers seguido por algunos de sus guerreros, mientras los demás esperaban fuera de las paredes del castillo.

- ¡Douglas McFallen! ¿Qué le trae por mis tierras junto a todos sus hombres?-. Gritó Ken desde una distancia prudente.

- Ken McColl-. Replicó McFallen en el mismo tono-. ¡Entregame a Linsey McDonald y todo habrá terminado!

- ¿De que estas hablando?-. Preguntó Ken intentando ganar tiempo hasta que sus soldados llegaran con ayuda.

Era cierto que hasta Eilean Donan había mucho camino y tardarían mas en llegar, pero les había aconsejado que se dividieran, mientras uno iba a Eilean Donan, el otro debía acudir a las aldeas mas cercanas pertenecientes al clan McColl y pedir a los guerreros que protegían aquellas aldeas que acudieran en su ayuda.

- Vamos McColl, no te hagas el desentendido. Se de primera mano que Linsey está aquí, por lo tanto, no pierdas el tiempo intentando mentirme.

- Yo no me hago el desentendido, ni le estoy mintiendo McFallen. Aquí tenemos a Linsey-. Respondió Ken viendo como una sonrisa se formaba en la cara de McFallen-. Pero, es Linsey McGregor no McDonald.

Ken sonrió para si mismo al ver como el rostro de McFallen crisparse, sabía que estaba jugando con fuego, pero McFallen debía saber que no tenía pensado jugar a su juego, y mucho menos entregarle a Linsey.

- ¿¡¿ Entrégamela?!?-. Bramó Douglas McFallen-. Si no atente a las consecuencias.

- McFallen, no puedo entregarte a Laidy McGregor porque no es nada suyo. Solo se la entregaré a su padre o a su esposo.

Desaparecida en las Highlands (COMPLETA)Where stories live. Discover now