Una enfermedad tan incontrolable como patológica puede acabar con la tranquilidad de Holmes Chapel. Pero recuerda, Dios dispone la carne y el diablo al cocinero.
Windigo
Una enfermedad tan incontrolable como patológica puede acabar con la tranquilidad de Holmes Chapel. Pero recuerda, Dios dispone la carne y el diablo al cocinero.