Hipoteca

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Compré el resto de tus días de vida, los puse a mi nombre. Hipotequé mi ilusón, y la puse a nombre del banco del olvido al ver que no podía pagar mil besos al día solo para mantener mi nombre en tu corazón. Arriegué mi vida por ti, y te fuiste al ver la primera señal de numeros rojos en la cuenta de nuestra relación. Tu solo respondiste con engaños como moneda de cambio a tantos latidos de mi corazón al lado de tus sueños durante demasiadas noches. Me importaron mil veces mas tus manos que las mias, y deje que las mias se convirtieran en tu pasado, que injusto fuí conmigo. Yo que era el fuerte, y tu la que tenia que ser para siempre. Que vida mas ironica, ahora soy fragil y tu eres mi pasado.

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