Lluvia

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Llovia dentro de mi cama, me despertaban rayos con ruidos angelicales. No supe emerger de mis lágrimas. Me convertí en Noé, convertí mi cama en una pequeña arca, donde metí una pareja de cada tipo de sueños: de miedo, de amor, sobre el futuro, sobre el pasado... Tuvimos olas con augurios de muerte, pero lo superamos todo con un poco de confianza. Confundimos al enemigo, creimos que las nubes aportaban la tormenta, y no pensamos que ellas soportan el peso de todo este dolor. Tu no aguantaste, te ahogaste antes de la tormenta, pero seguí, ya que los dos sabiamos que no aguantarías toda la vida. Cuando pasó el diluvio, vi ahogados los gritos de tu triste maleta, con la única foto que te llevaste de nuestro amor. ¿Llovió? ¿Llovió mientras huías? ¿Llovió y tus alas mojadas no pudieron seguir volando? Recuerda que siempre tendrás un espacio bajo el paraguas de mi almohada, reservado para tus sonrisas soñadoras. Recuerda que sigo aqui, como un refugio, para que huyas del mundo que amenaza, con sus rugidos, con destruir tu alma. Gracias a toda esta lluvia aprendimos que el mejor maestro son las lecciones que te da la vida. El mar no quitó la dulzor de tus ojos, y tu seguiste, remando sin maleta, hacia una país donde no necesites nada, y eso es lo que quieres, no depender de la lluvia para difuminar tu tristeza.

LibresWhere stories live. Discover now