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El día de una mudanza esperada con impaciencia había llegado por una razón. Tiempo atrás mi papá, Bruce, se había casado con una mujer de agradable apariencia llamada Angelique. Cuando ella comenzó a salir con mi padre, yo no podía aceptarlo por aquella presencia ausente de mi madre, que había partido de nuestro mundo cuando yo tenía 9 años, en una clase de accidente, lo que se convirtió en el suceso más traumático de mi vida, pero ya han pasado 7 años desde eso. Con el tiempo logré comprender de que la felicidad de mi papá era importante y finalmente logré aceptar su relación con Angelique, ya que al igual que mi padre, yo anhelaba un estilo de vida distinto.

También nos ibamos a mudar, porque mi papá había conseguido una muy buena oferta en su trabajo, con el doble de pago que el que ya recibía, entonces sería más beneficioso para todos.

Los recuerdos de mi hogar anterior causarían nostalgia con mucha longitud, pero el nueva hogar sería mucho mejor. Además, en mi mente quedarían buenos recuerdos sucedidos en mi viejo hogar.
La nueva residencia se encontraba en una ciudad distinta, pero en cuanto a caras conocidas, solo extrañaría a mi mejor amiga, Cerise.
Yo no era muy popular, ya que soy un poco "diferente" a la percepción de los demás.
Por esto también cambiaría de instituto. No estaba molesta por eso y no me importaba en realidad, porque al que asistía no me gustaba para nada, en especial por el tipo de personas que estudiaban en este mismo.

.....

Ya quedaba una hora para irnos, terminé de empacar mis cosas y esperé a los demás para salir.

Llegamos al aeropuerto, que no era muy grande a comparación de otros los cuales en su interior tenían grandes puertas y extensas paredes.
Mi papá, Angelique y yo terminamos de hacer todo el papeleo, abordamos el avión y supe que me esperaban cinco horas de vuelo. Mi papá se fue en un asiento que estaba junto a Angelique y bueno, yo estaba sola en un asiento en la parte trasera, por suerte, completamente aislada.

Diez minutos después, estaban abordando en el avión las últimas personas, y yo solo me encontraba con audífonos puestos escuchando música, lo cual era como un descanso para mi mente.

Por suerte, a nadie se le asignó sentarse al lado mió y así que yo tendría más espacio y comodidad.

El avión despegó y minutos después me quedé dormida.
Cuando desperté solo faltaban unos minutos para llegar a nuestro destino.

Cuando al fin llegamos, bajamos del avión e hicimos de nuevo papeleo para salir, pero por suerte no tomó demasiado tiempo. Salimos del aeropuerto y nos dirigimos al lugar donde se encontraba nuestra nueva casa.

Veinte minutos después llegamos y noté que ya no había presencia de la ciudad, me refiero a que todo era naturaleza. Era un lugar demasiado tranquilo y parecía que en ese lugar todo sería siempre pacífico con una alta seguridad.

Bajamos del auto y enfrente mío estaba una casa lujosa y bastante grande. Entramos y tenía un estilo antiguo. La casa era bastante grande, casi como una mansión.

Todos sus muebles estaban cubiertos con mantas blancas extensas para protegerlos del polvo. Ya al quitarlas de estos, se podían observar unos muebles antiguos pero aún así, con un aspecto muy costoso y refinado.
Las paredes tenían un estampado rojo terciopelo, lo cual hacía a la casa tener un aspecto mas elegante. Después pasamos por la cocina, sus paredes eran color blanco, esa era la parte de la casa que sí tenía un estilo más moderno, pero aún así, el lugar transmitía tranquilidad, quizá por los colores tan claros.

Ya cuando terminamos de ver la casa, mi papá me sugirió ver la que sería mi habitación. Abrí la puerta de esta misma y no lo podía creer, era sorprendente el estilo, y era cuatro veces más grande que mi habitación de la otra casa. Tenía un mueble, una cama, un escritorio con silla y un sofá que eran color negro. Junto al sofá, se encontraba una gran puerta de vidrio, que al salir de esta, se encontraba un balcón con una pequeña mesa blanca de metal y dos sillas que hacían conjunto con la mesa.

Después de observar todo, empecé a colocar todas mis cosas. Hubo un momento en el cual no se porque, pero sentí que algo me estaba observando, pero no le tomé importancia y me convencí a mi misma de que solo era mi imaginación.
En cuanto terminé de colocar todas las cosas, Angelique me llamó para salir a cenar.

En la casa incluso me perdí, ya que era bastante grande, pero al final logré encontrar a mi papá.
El estaba esperando a Angelique, ya que ella se estaba terminando de maquillar.

-Y bien Alaska, ¿te gusta la nueva casa? - Dijo Bruce con una expresión de felicidad.

-Si, me encanta tiene mucho espacio y mi cuarto está maravilloso.

-Me alegra escuchar eso. Ya que sabes que es una casa que tiene ya aproximadamente 40 años y varias personas han vivido aquí, y si es muy grande, pero por suerte el precio no era tanto, me pregunto porque no fué tan costosa, y si, es bastante lujosa.

-Si, yo también me pregunto eso...

Después llegó Angelique, que llevaba puesto un vestido rojo, zapatos y labial del mismo color y su cabello rubio en una trenza que caía por su hombro.
Mi papá andaba ropa muy formal y yo llevaba puesto un vestido azul oscuro, zapatos color negro y mi cabello suelto. Yo no solía vestir así, pero mi papá había dicho que el lugar al que ibamos a ir a cenar era bastante lujoso y aparte de eso, también iba a llegar alguien importante que le iba a hablar sobre su nuevo trabajo.

Salimos de la casa, subí al auto y miré a las ventanas de la casa. En una de ellas, pude ver una figura, no estoy segura de lo que era, pero parecía una sombra de una persona. Aparté la mirada de eso por un momento, voltee mi mirada y ya no había nada. Estaba totalmente confundida. Seguramente era el cansancio del viaje.


Ya en el lugar, llegó el invitado y mi papá se dedicó a hablar con el mientras Angelique y yo estabamos sin decir una palabra.

Después de comer, seguíamos en la mesa. Hubo algo que me inquietó... el invitado le preguntó a mi papá que donde vivía, mi papá le dió la dirección, pero el invitado solo permanecía en silencio... bajó su cabeza y dijo "Ah si, la casa 323..." .
Después de eso, el dijo que todo había quedado pagó y se fué. Todos nos quedamos intrigados, ¿A que se refería diciendo "ah si, la casa"?

A decir verdad, yo también sospeché un poco, por lo que había pasado cuando llegué, pero en ese momento no le presté atención, pero ahora sí le había tomado importancia.

Después de toda esa escena, fuimos a la casa y todo estaba normal. Varios minutos después me fuí a dormir.

...

Me desperté de un salto, eran las 3:00am, el ambiente se sentía pesado, y había mucho silencio, pero era una especie de silencio inquietante, hacía sentir como si algo fuera a ocurrir.
Traté de volver a dormir, pero se sentía el extraño y pesado silencio...

Me levanté de la cama y algo me estaba controlando, no me podía mover por mi misma, estaba completamente sin control, y por alguna razón no podía hablar, pero yo quería gritar, sentía como si me estuviera ahogando, ¿Qué estaba pasándome?

En el profundo silencio, solo me dirigí a una puerta que estaba creo yo, dentro del sótano, estaba sellada, y se escuchaba como si al otro lado algo estuviera rasguñando y gritando de dolor.

De repente, pude volver a tomar el control de mi cuerpo, justo en el momento que traté de abrir la puerta. Caminé hacia mi cuarto sigilosamente, y la puerta estaba cerrada y yo recordaba muy bien que había quedado abierta. Pensé que podría haber sido mi papá o Angelique, pero ellos estaban completamente dormidos. Con cautela, traté de abrir la puerta, pero mientras lo hacía, se apagó la única luz que había encendida.

Ya no soportaba más, y lo peor era saber que no podía pedir ayuda porque aún no lograba hablar.

Al frente de la puerta bloqueada, completamente en oscuridad, ¿Que quiere la vida de mi?

Segundos después que se apagó la luz, algo me rasguñó en mi espalda y caí al piso, al mismo tiempo sentí un dolor que parecía interminable y mortal.

La luz se encendió y justo en el momento que iba a levantarme, mi visión se puso borrosa y caí de nuevo...

La Casa 323 Donde viven las historias. Descúbrelo ahora