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Su mirada no se alejaba de la puerta de entrada, le dio otro pequeño trago a su bebida y esperó. Bob sabía que Mikey no tardaría en entrar por esa puerta, la música era algo alta y se preguntó por qué habían decidido hacer la reunión ahí. Ray le había dicho que Gerard vería a unos clientes en ese pequeño club y que Mikey y el pequeño Frank lo acompañarian, Bob le había agradecido y se había arreglado un poco, hasta se había puesto algo de colonia para poder encontrarse de nuevo con ese rubio que le atraía tanto. No dejaba de arrepentirse de la forma en que la habia cagado pero decidió dejar de pensar en eso, al fin y al cabo las cosas ya habían sucedido y no podía cambiar el pasado, lo que si podía era decidir sobre su futuro así que esta vez estaba decidido a hacer las cosas bien, tan perdido estaba en sus pensamientos que cuando volvió su vista de nuevo a la puerta se quedó sin aliento. Ahí estaba él, Mikey Way, acompañado de su hermano y su cuñado. Los ojos de Bob se abrieron de la sorpresa, ¿como es que había cambiado tanto en tan poco teimpo? Mikey ya no era el chico escuálido, torpe, y tímido que recordaba. Ya no llevaba esos feos anteojos que lo hacían lucir tierno ni el pelo peinado hacia el frente, ahora traía puestos unos lentes de sol y su cabello algo largo y peinado hacia atrás con las puntas teñidas de un rubio más claro que el de su color natural, ya no tenía la vista permanentemente agachado ni caminaba con paso inseguro, ahora su miraba estaba alzada hacia el frente y su paso era desafiante, firme y lo primero en lo que pensó Bob es que lucía más apuesto que nunca...

Cuando entraron por la puerta Frank se había sentido algo extraño, Gerard inmediatamente se había disculpado diciendo que tenía que ir a ver a sus clientes de inmediato puesto que habían llegado algo atrasados porque Mikey tardó demasiado en arreglarse, su cuñado le había caído bien al instante, no era muy hablador y casi nada (de echo nada) lo hacía reír pero sé había portado amablemente con él y había notado que se llevaba de maravilla con Gerard.

-Pero miren quien está aquí, el pequeño duendecillo de jardín- sé escuchó la voz de Bob Bryar.

Frank volteó a ver a ese gran rubio y sonrió.

-Hola Bob ¿que haces aqui?

-Creo que más bien debería preguntar ¿que hacer tu aquí infringiendo la ley jovencito?- la voz de Bob sonaba algo extraña.

-Acompañamos a Gerard a una cita de negocios, el es mi cuñado Mikey el hermano de Gerard- Frank presentó a su cuñado.

-Ya nos conocíamos- respondió Bob clavando su mirada en Mikey.

Frank no pudo pasar por alto lo que estaba pasando, primero Bob y Gerard ya se conocían y ahora resultaba que también conocía a Mikey, Bob y su cuñado se miraban con intensidad pero ninguno se decía nada sólo respondían a la mirada del otro, Bob fue el que rompió el contacto.

-¿Por qué no los invito a tomar unos tragos?- se ofreció.

-¡Nos encantaría!- respondió Frank, un trago era justo lo que necesitaba pues aún no se olvidaba del asunto de Bert.

-No creo que sea buena idea- contestó Mikey.

-Vaaaamos Mikey porfa, Gerard nos dijo que tardaría en volver.

-Hazle caso al enano, o acaso ¿te doy miedo?- Bob se dirigió a Mikey con una mirada juguetona en sus ojos.

El rubio metió las manos en su chaqueta de piel roja y alzó la mirada para ver a Bryar a los ojos puesto que era algo más alto que él.

-Miedo es lo último que siento hacia ti- respondió Mikey.

El ambiente se tornó algo tenso asi que Frank decidió intervenir de nuevo.

-Vamos Mikey, sólo será un trago no pasa nada y así me das la oportunidad de conocerte mejor recuerda que eres mi cuñado.

-No trates de usar el chantaje emocional conmigo Frank, ni siquiera tienes edad para beber.

El Trato (frerard)Where stories live. Discover now