Capitulo 5

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Narra Luna.

Cuando era pequeña, mis sueños solían pintarse con colores vivos y la promesa de un futuro mágico. Imaginaba una casa de madera en medio de un bosque, rodeada de silencio, como si el mundo entero se hubiera detenido para escuchar mis risas. Soñaba con príncipes azules y cuentos de hadas, creía que todo era posible y que podría encontrar mi propio final feliz.

Cabalgando en el dorso de un majestuoso corcel blanco, creía que podría llegar hasta el horizonte y, quién sabe, tal vez aprender a volar hasta el arco iris. La vida parecía un sueño de colores vivos, una realidad en la que todo era posible. Pero entonces crecí, y la fría realidad se abalanzó sobre mí, destrozando mis sueños y rompiendo mi corazón. De todo lo que imaginaba cuando era niña, solo conservé una cosa: la casa. No era pequeña ni de madera, pero estaba rodeada de árboles y silencio, y era mi refugio, el único lugar donde mi voz podía gritar sin ser escuchada.


Luego, Brawn intervino. "Luna, dado que tu visita fue inesperada y la ubicación de tu casa está en la zona salvaje de la reserva, por tu seguridad, asignaremos un guardaespaldas. Bestial se encargará de mantenerte a salvo hasta que podamos organizar una solución más permanente. No es negociable que te quedes sola aquí, ya que podría ser peligroso". Con esta información, Bestial asintió, confirmando su nuevo papel de protector.

Bestial salió del Jeep, una poderosa máquina negra que se alzaba como una bestia ante el mundo exterior. A su lado, una figura humana se recortaba en el paisaje. Luna, con su largo cabello castaño y unos ojos verdes que parecían desafiar al mundo, lo miró con curiosidad. El aire pareció cargarse de una dulzura tentadora, un aroma que desafiaba sus sentidos. La extraña mezcla de olores despertó su interés, y por un momento, se quedó inmóvil, sumergido en la exploración de su presa potencial.

"Hola", gruñó de manera abrupta, y la humana lo miró detenidamente. Extendió su mano hacia ella y esbozó una sonrisa.

"Soy Luna, y según lo que me han dicho, vives en mi casa."

"Eso parece", respondió Bestial, estrechando la mano de la humana. Pasaron varios segundos en silencio, y una tensión incómoda se instaló entre ellos. Finalmente, Brawn carraspeó, rompiendo el silencio. Luna sonrió con amabilidad y habló.

"Parece que voy a tener que compartir mi casa contigo, por mi propia seguridad", explicó seriamente. "Quería decírtelo antes de que formaras una mala opinión de mí. También quiero que sepas que no tienes que cambiar tus costumbres, simplemente adaptaos para que podamos convivir en paz. De todas maneras, solo estaré aquí unos días."

"Me parece correcto", respondió Bestial, manteniendo su mirada fija en la humana. Luna lo observó detenidamente, notando sus ojos negros como la obsidiana. Al mirarlo más de cerca, notó pequeños puntos dorados en su mirada, apenas visibles pero lo suficientemente intrigantes. Alzó una ceja ante su mirada intensa, pasó junto a él y se subió al Jeep.

Tuvo que reclinarse en el asiento para que Dakota se acomodara correctamente entre sus piernas. Esperó a que Bestial se uniera en el coche. Tenía un nudo de incertidumbre en el estómago, sin saber cómo serían los próximos días. Lo único que estaba segura es que enfrentaría este desafío como había hecho con todos los anteriores.

Bestial subió de nuevo al Jeep, y un pesado silencio se cernió en el interior del vehículo mientras Luna y él se encaminaban de regreso a la casa. No se dijeron palabra alguna durante el trayecto, y la tensión era palpable entre ellos. Luna, con la mirada perdida en el paisaje que pasaba por la ventana, observaba los espesos bosques que flanqueaban la carretera. Los altos y frondosos árboles parecían formar un muro impenetrable que se alzaba hasta el cielo. Los rayos dorados del sol se filtraban entre las hojas, creando un juego de luces y sombras en el suelo. El día llegaba a su fin, y el cielo se tiñó de tonos cálidos y dorados mientras el sol descendía lentamente en el horizonte.

La brisa fresca de la tarde susurraba a través de las hojas, y el aire se llenaba con los sonidos de la naturaleza: el canto de los pájaros, el crujido de las hojas bajo las ruedas del Jeep y el suave murmullo de un arroyo cercano. El entorno era impresionante y tranquilo, pero el silencio entre Luna y Bestial persistía, como una barrera invisible que los separaba.

A medida que avanzaban por el sinuoso camino que llevaba a la casa, la sensación de incertidumbre y tensión se mantuvo. Luna era consciente de que tendría que encontrar la manera de lidiar con la presencia de Bestial en su casa y en su vida. La casa, con su estructura de madera y su ubicación aislada en medio del bosque, había sido su refugio durante años. Ahora tendría que compartirla con un completo desconocido, y no sabía cómo se desarrollaría esa convivencia.

El sol continuó su descenso en el horizonte, sumiendo el paisaje en penumbra a medida que se acercaban a la casa. La majestuosa estructura de madera se alzaba en medio del bosque, emanando una sensación de acogida y aislamiento. Luna sabía que su vida estaba a punto de dar un giro inesperado, y mientras contemplaba la casa a lo lejos, se preguntaba qué le depararía el futuro con la llegada de Bestial.

Bestial aparcó el Jeep frente a la casa y apagó el motor. El pesado silencio entre él y Luna aún persistía, como un muro invisible entre dos mundos. Miró a Luna y le dijo con un tono rudo pero sincero:

"Hemos llegado."

Luna asintió sin mirarlo y abrió la puerta del vehículo. Bajó del Jeep y sin mirar atrás, caminó hacia la casa, ignorando a Bestial por completo. La puerta se cerró detrás de ella con un suave golpe, dejando a Bestial solo en la oscuridad de la noche. La incertidumbre y la tensión llenaban el aire, pero sabía que tendría que encontrar la manera de hacer frente a la nueva y desafiante situación que se avecinaba.

1.Bestial Fanfic nuevas especies [COMPLETA][Reeditada]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora