14 shots of sin

7.- profesor-alumno

Tyler caminaba apresuradamente por las calles, los últimos días llegaba tarde a sus clases particulares de lengua y siempre sus padres le terminaban regañando.

El castaño había llegado a casa, dejando su mochila a un lado de la puerta y tratar de que su respiración se normalizara por aquella pequeña carrera que había hecho contra él mismo.

Los padre de Tyler eran muy estrictos con él, al terminar clases tenía que ir directo a casa para que el nuevo profesor de lengua le ayudase con aquella materia que le era imposible y después de eso iría a la escuela de música a sus lecciones de piano y al final regresar a casa y descansar.

Tyler creía que todo esto había comenzado cuando él había comenzado a utilizar aquellas blancas y rosas faldas con suéteres color pastel y como había dejado el equipo de basquetbol y comenzar a salir más con aquellas chicas. Pero Tyler tal vez era un paranoico.

Tyler caminaba al salón para encontrarse con su nuevo profesor de lenguas, sus padres lo cambiaban cada mes, el castaño no podía adivinar porqué. El castaño se sorprendió al ver a su nuevo profesor, su cabello tintado de un rubio casi blanco y unas dilatas en cada una de sus orejas.

−Tú debes de ser Tyler, -Dijo el tintado mirando al contrario discretamente de pies a cabeza, y sonreír un poco más y después estrechasen sus manos, la del menor era muy suave y delicada a la contraria; dura y rasposa.

−Tú debes de ser mi nuevo profesor de lenguas. –Mascullo el menor con la misma sonrisa que el contrario.

−Usted. –Corrigió al castaño que le dio una simple mirada confundida. –No me tutees, dirígete a mí por usted. –La sonrisa del menor se ensancho, sin dejar de mirar aquellos orbes avellana se acercó.

− ¿Y qué pasa si no lo hago? –La mano del menor se había escurrido hasta el regazo del más grande, apretando uno de sus muslos debajo de aquel pantalón caqui. La mano del menor fue devuelta a su lugar de un sólo golpe que el mayor le había dado, dejando una leve marca roja en ella.

−Habrá un castigo. –Advirtió el tintado, su voz se iba haciendo más y más grave. Tyler mantenía una de sus cejas levantadas sin creer lo que estaba sucediendo, pero no significaba que dejaría de jugar con el mayor.

−Me gustaría ver, -Susurro bajo su aliento el castaño, sacando los libros de aquella clase.

El tintado le había escuchado, pero él, en verdad necesitaba el trabajo y comenzar follando a su primer estudiante particular no iba ir muy bien en un currículo.

−Comenzamos en la página 69. –Tyler soltó una suave risa que hizo al mayor verle, que terribles coincidencias. − ¿Problema? –El menor negó con una leve sonrisa mirando el libro.

El silencio había inundado el lugar, Tyler miraba las paginas llenas de texto, sin prestar mínima atención a lo que éstas contenían, su mirada se iba al hombre que tenía enfrente, había comenzado a perderse en aquella apretada camiseta de botones que en cada movimiento sus brazos se marcaban, para después terminar en sus pantalones, él sabía muy bien que lo que había tocado no había sido su pierna, y todos aquellos pensamientos comenzaban a poner al castaño.

Tyler se había levantado, dejando su libro a un lado de él, la atención del tintado se había ido del libro al castaño que comenzaba a caminar fuera de la habitación.

−Aún no hemos terminado, ¿A dónde vas? –Dijo el mayor, sus miradas se habían cruzado.

−Voy a por un vaso de agua, ¿Puedo ir profesor? –Un escalofrío paso por la espalda del tintado al escuchar aquella pregunta, asintió y se acomodó en el sofá, aun podía sentir la mano del menor en su entrepierna y comenzaba a ponerse duro.