Epílogo

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Salgo de la Universidad, son las ocho de la noche. Espero a Miller ya que me dijo que iba a venir a buscarme, porque quería. Mira que le dije que no, pero el seguía y seguía, hasta que al final como siempre hago, accedí. 

Veo su coche negro a lo lejos, se que es él, así que me acerco a la acera y lo espero con los brazos cruzados. Cuando pasa por delante de mi se para con una sonrisa algo forzada, se perfectamente que le pasa algo.

-Hola Miller- le digo dándole dos besos en la cara como siempre hago, él se aparta un poco como para que no se lo de- ¿estás bien?- le digo mientras observo su barba de dos días y esos ojos azules penetrantes. Él, sin embargo agarra fuertemente el volante y asiente malhumorado, respeto que no quiera hablar conmigo. Aunque en realidad me siente mal porque me trate así, es muy raro en él. 

En todo el trayecto estamos en silencio, bueno en realidad él. Yo, sin embargo, no paraba de preguntarle por el día, o simplemente que íbamos hacer. Él solo me miraba, me miraba y seguía conduciendo. Cuando ¡por fin! llegamos al portal, aparca el coche, apaga el motor y me mira, echaba de menos que me miraba, porque de verdad estoy preocupada.

-Tenemos que hablar Ylenia- asiento y me echo para atrás  en el asiento, esperando a que hable. Observo sus labios carnosos y como suspira angustiado. Me encanta observarlo, me encanta ver que es tan hermoso- ¿Saliste anoche con Eduaw?- me cruzo de brazos ¿así que tanta tontería para esto? Eduaw es un amigo mio que está colado por mi desde preescolar, alguna que otra vez quedamos y hablamos, es buen chico -Sí, salí con él ¿pasa algo?- se pone las manos en la cara y resopla- ese tío no me gusta- sonrío ¿pero y si a mi si que me gusta?- a ti no pero a mi si y sabemos perfectamente tanto tu como yo, que odio que hagas de padre- pone los ojos como platos, pero en seguida los pone en blanco. Es el tío más teatrero que e visto en mis veinte años- ¡no quiero hacer de tu padre Ylenia! ¡Solo intento protegerte de ese tío! Sabés como es, como trata a las chicas, y yo... ¡bueno! que tu hermano no me lo perdonaría- lo miro con asco, ya lo entiendo todo- ¡ah claro! ¿por eso me intentas proteger tanto? ¿para qué mi hermano no se cabree contigo y quedar de héroe? Que te den Miller- abro la puerta y salgo rápidamente, entro en el portón y veo en el reflejo de la puerta que Miller también viene ¡¿como no?!- ¡Déjame tranquila de una puñetera vez! y vete con el idiota de mi hermano que eso es lo único que sabes hacer- me meto en el ascensor y le doy al botón cuatro, espero a que se cierre antes de que él entre... pero como siempre entra justo a tiempo de que cierre, el karma no está a mi favor en absoluto.

-¡No es eso lo que te quiero dar a entender! eres una niña todavía- me giro hacia su cara y le golpeo fuertemente, él se queda quieto y veo en sus ojos azules ira y rabia, se acerca más a mi hasta que mi piernas se encuentran pegadas a la puerta del ascensor- no vuelvas hacer eso más, porque esta vez no, pero la próxima te acorralo- mi pulso se acelera pero él, se ríe descaradamente. Menos mal que no notó que gemí, en voz apenas audible.

Se acerca más a mi y me susurra- ¿estás cabreada?- pero cuando termina la frase el ascensor llega a nuestra planta, lo quito de en medio y salgo disparada a la puerta. Salgo corriendo y cojo las llaves al voleo del bolso del clase, pero cuando por fin consigo abrir Miller me coge en peso y me sube al hombro. Chillo y le doy patadas pero él ni se inmuta, cierra la puerta, hasta que llegamos a su cuarto, me acuesta y me agarra las muñecas- estas salvajes ehh, ahora te verás conmigo- le suplico que no lo haga, no quiero que me haga eso que tanto odio, no quiero que me haga cosquillas- por...favor...las...odio...- pero no me hace caso. Empieza por la barriga, me tortura,me hace cosquillas que hace que grite de terror- para por favor haré lo que tu quieras pero para- no me hace caso pero esta vez me habla- ¿lo que yo quiera? ¿me lo prometes?- asiento desesperada pero como no me ve, digo con todo el cansancio de mi corazón- ¡te lo prometo joder, pero para ya!- cuando por fin me deja, se acuesta a mi lado y me obliga a mirarle- si quieres que te deje tranquila, tendremos que hacer un trato, que sepas que yo también estoy muy cabreado contigo, pero no me queda más remedio que mirarte- me siento y lo observo- está bien, pero primero dime de que se trata, ¿no será de disfrazarme o cualquier estupidez?- me acerco más a él y me pongo a horcajadas sobre él y me río al ver su cara de horror por ponerme así- tranquilo que no te voy a violar y si lo hiciera no te lo confesaría- veo que al decir eso sonríe, tiene una bonita sonrisa- no me des ideas anda, no es eso- arrugo la frente y al ver el hoyuelo que tiene me acerco a él y lo toco- ¿qué haces Ylenia?- dice quitándome la mano de su cara- me gusta ese hoyuelo que tienes- vuelve a sonreír y me quita de donde estaba y da la vuelta, ahora él está a horcajadas sobre mi- quiero que seamos novios- me quedo roja como un tomate ¿novios?- no te ilusiones no novios de verdad, tu siempre te crees mejor que yo, y como eso no es verdad quiero demostrártelo así... una semana. Engañaremos a todo el mundo y el que mejor haga creer que estamos enamorados, gana cuatrocientos euros- pongo los ojos como platos ¿cuatrocientos euros? ¿tanto? pero y si pierdo... ¿qué hago? pero si hago, estaría increíble y me vendrían muy bien para comprarme ropa y pagarme los estudios con lo que sobre, no quiero que mi madre gaste tanto dinero. No me queda más remedio, tengo que conseguirlo sea como sea. Asiento y veo como se le iluminan los ojos y me susurra antes de apartarse de mi- perfecto, mañana mismo empezaremos y hazme el favor de ir ahorrando ya- se va de su cuarto y me deja sola, tengo que conseguir el dinero, que semana más díficil me viene encima.

Solo una semanaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora