Capítulo 2

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Tori

Veía las fotos de mi hermana mayor por toda la casa, la mayoría eran de sus grandes exitos en su vida, como los primeros lugares en las ferias de ciencias, todos los bailes en los cuales fue reina, ya que el único baile en que la reina fue otra fue porque Teresa no había asistido. También estaban sus fotos en sus participaciones de algún voluntariado y claro, una foto donde salimos ambas cuando yo era una adolescente sin ningún atractivo a comparación de mi hermana.

- Yo también le extraño. - Papá me tiró una manzana, claro que yo no le extrañaba. - Espero que sigas sus pasos, es una gran mujer.

- Claro. - Fingí una sonrisa antes de irme a la escuela.

Cuando llegué me crucé con Casey pero ambas preferimos ignorarnos, seguí mi camino a las cachas de soccer, era el día del entrenamiento intensivo para el campeonato. Habían varios chicos trotando mientras nosotras hacíamos piruetas, la verdad me gustaba ser animadora a pesar de haber entrado para hacer algo para lucirme que sea diferente a lo que hacía mi hermana. La entrenadora nos había dado un descanso cuando Hillary casi se cae de la pirámide pero Shawn pudo atraparla antes de que fuese tarde. Una botella fue arrojada hacía mi y me apresuré a tomarla.

- Buen entrenamiento. - Le sonreí a Kristen hasta que el recuerdo del viernes llegó a mi mente.

- Gracias, Hillary se ha salvado. - Ella asintió. - ¿No deberías estar en una clase, niña lista?

- Pues por ser lista, tengo más horas libres de lo que puedes pensar. - Ella se encogió de hombros y pude notar como una sonrisa crecía en sus labios, dios no debo mirarla así. - ¿Pasa algo?

- Yo...

- ¡El descanso terminó! - Maldije en voz baja a la entrenadora por interrumpirme.

- ¿Nos vamos juntas hoy?, tengo algo que contarte. - Ella simplemente asintió antes de que besara su mejilla haciendo que estas se tiñeran de rojo.

Aunque una parte de mi no quería hablar de lo que paso en la fiesta de John, no podía ocultarselo porque de seguro si se llega a enterar, ella me odiaria y es una de las pocas personas que se preocupan por mi y yo me preocupo por ellas. Tampoco es que quiera tener algo con ella, el esquema de mis padres estaría destruido y yo perdería los privilegios que me han dado toda mi vida.

- ¡Harris! - Miré a la entrenadora. - Presta atención. - Yo asentí.

El entrenamiento había terminado y aproveche que Kristen aún no había llegado para ir darme una rápida ducha y cambiarme la ropa. Cuando volví al campo ella miraba sus pies mientras me esperaba, tiré de su brazo y nos escondí detrás de las bancas.

- ¿Me violaras? - Ella bromeó y yo rodé los ojos. - ¿Qué querías decirme?

- ¿Recuerdas algo de la noche del viernes? - Ella se quedó pensativa.

- Algunas cosas, pero dudo que todo eso pasará. - Ella sonrió. - ¿Por qué?

- ¿Qué recuerdas?

- Recuerdo a los chicos emborracharse, que me sacaste de ahí, la voz de Kendall, luego estoy en blanco hasta que vi a Katherin llegar a casa.

- Kristen. - Ella me miró. - ¿Es todo lo que recuerdas? - Ella asintió.

- ¿Por qué?

- Es solo que...

- ¡Llamen una ambulancia! - Ese grito. Ambas salimos de nuestro escondite y Kristen se acercó a sus amigos mientras yo llamaba a emergencias.

Luego de la llamada me acerqué al grupo de gente que parecía alterada. Vi a Kendall en el suelo mientras Casey parecía tener un ataque de pánico, un chico desconocido miraba todo impactado.

- ¿Qué ha pasado? - Tom me miró.

- Ella se ha desmayado, es su corazón. Este idiota... - Tomás agarró al chico pero los separé rápidamente. Reconocí al chico frente a mi y suspiré.

- Ayuda a Casey y denle espacio a Kendall, una ambulancia estará por llegar. -Tom asintió. - Hunter, vete de aquí.

- Tori, yo no...

- Me da igual, Hunter. No te vuelvas a acercar a ninguna de las dos si no quieres salir herido. -Él asintió temeroso antes de irse.
Se habían llevado a Casey para tranquilizarle y yo me acerqué al cuerpo inconsciente de Kendall, tomé su pulso y pude sentir su débil latido cuando acerqué mi oído a su pecho.

- ¿Qué haces? - Kristen me miró confundida al igual que Susan y Gregor.

- La mantengo viva mientras llega la ambulancia. - Empecé a darle un masaje de pecho para que ese pequeño latido se mantuviera. - Sólo no se lo mencionen a Casey. -Todos asintieron.

- ¿Necesitas ayuda? - Negué. - ¿Cómo sabes hacer esto? - Miré a Gregor.

- Tomé un curso a los 10 años. - Me encogí de hombros, a lo lejos escuché el sonido de la ambulancia mientras el latido se iba, dios no. - Tienes que quedarte, estúpida. - Murmuré empezando a mantenerla con vida.

Los paramédicos llegaron pero no la solte hasta que la reanimaron, bajé de la ambulancia y sólo quedaba Kristen ya que los demás se fueron seguramente para seguir a la ambulancia.

- ¿Qué? - Noté que ella me miraba.

- Nada, eres increíble. - Ambas sonreímos.

- Lo sé, puedes ser muy lista pero yo soy quien salvó a Kendall. -Le guiñe un ojo y ella asintió.

- Gracias por hacerlo, ¿Pero por qué?

- Es una persona, Kristen. No soy tan mala.

- Ya lo creo. - Yo suspiré.

- Kristen.

- Si lo recuerdo, Tori. - La miré. - Pero ambas sabemos que sólo fue un error. - Yo asentí con una leve presión en el pecho. - Lamento haberte puesto en esta situación, sólo fingamos que nunca paso y sigamos siendo amigas.

- Claro, como si nunca hubiese pasado, amiga.

Al carajo todo. Siempre lo mismo, y pensar que pensé en una posibilidad con Kristen. A ella ni siquiera le gustan las chicas.

Kristen & ToriΌπου ζουν οι ιστορίες. Ανακάλυψε τώρα