➊ Nuevo Dueño

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• Importante leer el final del capítulo con la canción en multimedia.


🐹

JongDae sigue sin saber por qué había aceptado comprarle a esa niña el hámster que ahora tenía frente a él.

Quizá fue su carita de tristeza o la insistencia de la madre de ésta por deshacerse del pequeño y gordo roedor.

Suspiró sin saber muy bien qué hacer con el hámster pelirrojo que dormía como si no hubiese un mañana entre tanta viruta de madera. Se rascó la nuca y lo dejó sobre una de las mesas de su salón.

"Señor, por favor cuide muy bien de Min, él es un poco chillón, así que no lo apriete muy fuerte", esa tan solo había sido una de las tantas recomendaciones que la castaña de pelo corto le había dado. Cuando el pelinegro le preguntó a la madre el porqué de estar regalando a la mascota ésta simplemente respondió con un: "No es una mascota adecuada para mi nena".

¿Por qué rayos no iba a serlo?

Era una rata sin cola que sólo se dedicaba a engordar.

JongDae casi declinaba la oferta de no ser por los ojos acuosos de la pequeña niña que le suplicaban porque cuidara de su hámster. Suspirando terminó por aceptar comprar al roedor a un precio bastante alto que, de no ser por su acomodado trabajo, no podría permitirse.

O sea que encima de ser un roedor, era bastante caro.

¿Pues qué hacía?

La niña le había dicho que su nombre era Xiumin y que amaba los malvaviscos y las semillas de girasol, sin embargo, él no tenía semillas de esas y mucho menos pensaba darle malvaviscos a un animalito que podía enfermarse si los comía, tampoco sabía cómo cuidar una mascota. Sus amigos tenían híbridos, pero al menos esos podían decirles a sus dueños qué necesitaban y cuándo tenían hambre.

Quizá debía llamarle a BaekHyun para que le ayudara, pero un pequeño hámster no se comparaba con el cachorro híbrido que era ChanYeol, y mucho menos pensaba decirle a Sehun algo de su nueva adquisición porque seguro le salía con una broma acerca del rico bocadillo que podría ser su roedor para su gato híbrido LuHan.

Suspiró tirándose en uno de sus sofás mirando la jaula cuadrada con todo tipo de lujos, desde una casita con ventana hasta un tobogán en espiral. Debajo de una montaña de viruta se asomaba la nariz y los bigotes del hámster, el pelinegro recargó sus codos en sus piernas para mirar con atención la forma tan cómica en la que su ahora mascota dormía. Le llamaron la atención las almohadillas de sus patitas y lo rosadas que resultaban en combinación con su pequeña nariz.

Su celular vibró en su bolsillo y después de ver que sólo era un mensaje de la competencia de su compañía telefónica, tecleó en el buscador lo que todo dueño primerizo teclea: "Cómo cuidar mi primer hámster".

Los primeros dos videos se veían confiables, así que le dio al segundo por tener de miniatura un hámster parecido al que dormía aún en su jaula.

Después de cuatro minutos, aprendió bastantes cosas al respecto:

1- Había que dejar que el hámster se acostumbrara a su nueva jaula por una semana, sin molestarle ni tocarlo, sólo cambiándole la comida y el agua.

2- No aventarlo o soltarlo si éste te mordía al quererlo coger.

3- No debías acostumbrarlo a comer muchas frutas, sólo un par por semana.

Gordito y glotón | ChenMinDonde viven las historias. Descúbrelo ahora