Capitulo 40. Nuestro final feliz

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―¿No va a expulsarme? ―preguntó Jose, el hombre se dio la vuelta y sonrió luego negó con la cabeza.

―Si no he expulsado a Kyle por cargarse el sistema eléctrico y las tuberías de los baños; y a Triz por piratear todos los días la megafonía, ¿por qué iba a expulsarte a ti?―contestó el director, Jose suspiró aliviado al igual que su padre.―Pero te recomiendo que no vengas a clase mañana, ni la semana que viene.

―Entendido.―contestó Jose, no hacía falta que el director lo dijese, después de esa vergüenza no pensaba aparecer por el instituto en una buena temporada.

―Hay algo que no entiendo.―comentó su padre, Jose lo miró con curiosidad y su progenitor lo señaló con el dedo.―Dijiste que no correrías desnudo, ¿qué te hizo cambiar de idea en dos días?

―Bueno, ayer escuché a Ann decirle a Dafne que Matt iba a pedirle salir a Nora porque se había dado cuenta de que estaba enamorado de ella y que Dan y Sonia iban a ayudarlo con su confesión.―contó Jose con vergüenza pensando ahora que quizás aquello había sido un invento de la rubia para hacerlo enojar y que se decidiese a correr desnudo.

―Demasiado impulsivo.―aseguró el director sin esconder su risa, su padre se llevó las manos a la cabeza y luego lo miró con pena.

―Hijo, obviamente sabían que las estabas escuchando. Deberías meditar más las cosas antes de dejarte llevar a lo loco por tus emociones.―le recomendó su padre hablándole con ternura, por lo que el castaño se sintió idiota.

―Bueno, no te culpo... ese par es de armas tomar, y si ellas habían decidido que correrías desnudo ibas a hacerlo; tarde o temprano hubieras caído en alguna de sus artimañas.―trató de consolarlo el director apoyando su mano sobre el hombro de Jose.

Realmente eso no lo reconfortaba, había caído en la trampa de esas dos, bueno más bien se había tirado de cabeza a su trampa y ahora todos lo habían visto desnudo, ¡joder, qué vergüenza! Escucharon un fuerte pitido seguido de un gong por lo que el director suspiró.

 Gutiérrez, hasta estando en clase soy capaz de piratear la megafonía, debería darte vergüenza.

 Sin embargo, antes de que Triz pudiese decir nada más comenzó a sonar la alarma de incendios.

 Por favor mis queridos oyentes evacuad el instituto con calma y tranquilidad, nuestro querido director nos lo agradecerá. Y ahora, ¡las noticias! ¡Tatata...

 Triz déjate noticias y sal del aula.

 ¡No, debo informar al alumnado!

 ¡Dame eso!

 Se escuchó un forcejeo y tras eso la voz de Triz.

 ¡Volveré!

 Y dicho eso se cortó la emisión. El director se dejó caer sobre su sillón y se quitó las gafas para luego masajearse la sien mientras su padre se había puesto en pie y los miraba con estrés. Jose miró la hora, aún quedaba una hora para que acabasen las clases por hoy; vaya, se había pasado toda la mañana contando lo sucedido.

 ―¿Hay un incendio? ―preguntó su padre con preocupación.

―No hay de qué preocuparse, es una falsa alarma.―dijo el director rascándose la barbilla, a continuación tomó las gafas de encima de la mesa y se asomó por la ventana.―Debo reconocer que lo han hecho más rápido de lo que pensaba, tenía la esperanza de que no hubieran conseguido preparar las cosas a tiempo.

― ¿Sabía que iba a saltar la alarma de incendios? ―indagó Jose con sorpresa.

―Me lo imaginé mientras estabas hablando.―comunicó el director por lo que Jose lo observó con curiosidad; el director dejó de mirar el paisaje y se centró en él.―Quieren sacarte para que te encuentres con Nora.

Tienes que ser tú (TQST Libro #1)©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora